También ha presentado su dimisión como párroco
Un párroco dimite de la junta de un hospital en el que participa la Iglesia y que realiza abortos
Ignasi Fuster, de la parroquia de Sant Celoni (Tarrasa), comunicó su decisión apelando a la «objeción de conciencia».
«El peor defecto de un apóstol es el miedo» —lo apuntó hace años en su obra el cardenal primado de Polonia, Stefan Wyszynski, gran defensor de los derechos humanos—y mosén Ignasi Fuster ha demostrado no tenerlo. Por este motivo, este párroco de Sant Celoni lleva años luchando a contracorriente para que en el hospital en el que está representado —es vicepresidente de la junta del patronato— dejen de practicarse abortos apelando a la esencia de la fe cristiana. Ha llamado a distintas puertas, entre ellas la del Obispado de Tarrasa (Barcelona), para que el Hospital de Sant Celoni deje de dispensar la píldora abortiva, aunque no ha obtenido la respuesta esperada. El citado Obispado se limitó a emitir hace unos meses una nota —coinciendo con la denuncia realizada por ABC— en la que censuraba los hechos, aunque «no ha ido más allá». Agotadas todas las vías, este «padre coraje» no ha tenido más opción que dejar el hospital y renunciar a su cargo de vicepresidente apelando a la objeción de conciencia.
Junta extraordinaria Según ha podido saber este diario, mosén Fuster expuso su decisión de abandonar el puesto al resto de miembros del patronato el pasado día 10, aunque los otros tres vocales de la Iglesia representados en la institución no le apoyaron. La decisión estaba tomada y el sacerdote, que no quiso hacer declaraciones, así lo notificó al centro sanitario. Fuentes de la dirección del hospital reconocieron en su día a ABC que desde hace tiempo el centro está facilitando la píldora abortiva. No deja de resultar chocante teniendo en cuenta que en el propio Código Ético de la entidad consta como primer compromiso exigible a los profesionales el de «defender y prolongar la vida humana».
Al parecer, mosén Ignasi Fuster irá más allá en su denuncia y ha presentado al obispo de Tarrasa, monseñor Saiz Meneses, su dimisión como párroco de la localidad. Tal como denunció ABC, además del Hospital de Sant Celoni otros centros participados por la Iglesia también practican abortos. Entre ellos, el Hospital de Sant Pau de Barcelona, y el de Granollers.