La Federación Española de Sociedades de Sexología
«Científicos» del sexo presionan para que los colegios católicos de Valencia no enseñen la castidad
Critican que se enseñe la sexualidad con contenidos morales, religiosos e ideológicos en detrimento de los científicos.
La Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) criticó ayer los "componentes religiosos" en los que se basa la educación sexual que se imparte en algunos colegios de la Comunitat Valenciana, en detrimento de la información científica.
La FESS expresó en un comunicado su "preocupación" ante la política que ha adoptado la Generalitat Valenciana en este tema, ya que "aparta a los profesionales de la sanidad de la educación sexual de los colegios privados concertados". La federación explicó que el Plan Integral de Salud Sexual para el año 2011 establecido por el Ejecutivo valenciano permite "completa libertad" a los orientadores de cada centro para elegir la metodología y los contenidos a impartir en este tipo de asignaturas.
De esta forma, según la FESS, muchos colegios católicos de la Comunitat Valenciana han decidido impartir el material didáctico ofrecido por el Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y Relaciones Familiares (IVAF), que cuenta con "fuertes componentes religiosos".
La "virtud de la castidad"
Según el colectivo de Sociedades de Sexología, este instituto "podrá introducir ahora como pilar de los contenidos en esta materia la promoción de la continencia y la ´virtud de la castidad´, apartando a los profesionales de la Salud Sexual de la docencia". De este modo, los niños y jóvenes de la Comunitat "no recibirán la información científica que necesitan para evitar problemas de salud en este aspecto".
La presidenta de la FESS, Miren Larrazábal, hizo hincapié en que todo asunto referido a la educación "debe basarse en conocimientos científicos, no en ideologías, moral o religión" porque, en caso contrario, "se puede correr el riesgo de que la educación sexual sea instrumentalizada tanto políticamente como religiosamente".
Larrazábal explicó que fue precisamente en Valencia, en la declaración del Congreso de Sexología celebrado en esta ciudad en 1997, donde se dieron a conocer los primeros derechos sexuales, entre los que se incluye que "todas las personas tienen derecho a lo largo de todo el ciclo vital a una educación sexual adecuada a su edad, que favorezca el desarrollo de recursos y estrategias que posibiliten nuestro placer sexual como un componente de nuestro bienestar personal y relacional".
Para la responsable de la FESS, "no se puede educar en esta materia según la opinión moral de cada uno" sino que ha de ser "con datos objetivos".
Perjuicio para los alumnos
Larrazábal reiteró que "la decisión de la Generalitat de permitir la entrada en varios colegios de materiales didácticos no basados en evidencias científicas sino en ideas morales, ideológicas o religiosas redundará en perjuicio, única y exclusivamente, de los alumnos de estos centros" quienes, de esta forma, "no podrán recibir la adecuada información para afrontar con total libertad decisiones claves en su vida sexual futura".
La FESS reclamó la vuelta al sistema anterior, que "primaba la información científica y evitaba la inclusión de conclusiones morales que no explican la realidad de la sexualidad humana", y la vuelta de los profesionales sanitarios al control del currículum de la asignatura.