Dos obispos siro-católicos explican su vida en Irak
Irak, una historia de trece siglos de fructífero y heroico cristianismo bajo el poder islámico
El arzobispo siro-católico de Mosul, Basile G. Casmoussa, y su homólogo de Bagdad, Shaba Matoka, expondrán la situación de los cristianos en Irak.
El martes participaron en un encuentro con eurodiputados y periodistas en Bruselas, invitados por el Grupo Popular Europeo, y vienen a España por mediación de Ayuda a la Iglesia Necesitada y con la colaboración de la Fundación San Pablo CEU.
La diminuta comunidad siro-católica (apenas 160.000 miembros en todo el mundo) protagonizó portadas cuando unos terroristas ligados a Al Qaida irrumpieron por la fuerza en su catedral en Bagdad el pasado 31 de octubre, tomaron a más de cien feligreses como rehenes y mataron a muchos de ellos. Después las fuerzas de seguridad entraron disparando. En total murieron 52 personas. El atentado, que se realizó contra civiles desarmados de lengua árabe, en su propio país y en terreno sagrado, escandalizó incluso a organizaciones islamistas radicales y ha empezado también una reacción en Occidente a favor de la libertad religiosa en el mundo. En España, más de 12.000 personas han firmado ya la «Declaración por la libertad religiosa en el mundo», que se puede consultar en la web http://bb16.org .
Actualmente hay unos 20 millones de cristianos en Oriente Medio. De ellos, los siro-católicos son una de las comunidades más pequeñas y antiguas. Usan la liturgia que se originó en Antioquía de Siria, la primera ciudad donde se llamó «cristianos» a los seguidores de Jesucristo y donde Pedro fue obispo antes de ir a Roma. En el siglo V, muchos cristianos siríacos se alejaron de la Iglesia católica al no aceptar (en parte por problemas lingüísticos y étnicos) las enseñanzas del Concilio de Calcedonia. En el siglo VII empezaron 1.300 años de sometimiento al islam. Una minoría de siríacos se unió a Roma, oficialmente, en 1781, manteniendo su propia jerarquía, liturgia y costumbres. Entre 1914 y 1918, fueron cruelmente perseguidos en Turquía, donde hoy ya casi no quedan. En Irak apenas viven unas decenas de miles: incluso sumando a todos los cristianos de diversas confesiones no llegan al millón. La crisis, la guerra y el terrorismo les han abocado a la emigración.
La lengua de Cristo en Madrid
- El arameo, la lengua que hablaban Jesucristo y los Apóstoles en su vida cotidiana (para rezar usaban el hebreo), se conserva hoy como lengua familiar sólo en algunos pueblos cristianos de Siria y de Irak. Vive también en la liturgia siro-antioquena, en la que celebran los arzobispos Casmoussa, de Mosul, y Matoka, de Bagdad.
- Los dos arzobispos participan hoy a las siete y media en el acto «Cristianos perseguidos», en el Aula Magna de la Universidad San Pablo CEU (C/Julián Romea, 23). Es un encuentro abierto al público, moderado por la periodista Cristina López Schlichting, en el que participa el eurodiputado Jaime Mayor Oreja.