San Lucas (11,27-28)
Gritó: dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron
Evangelio según san Lucas (11,27-28)
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo:
«Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.»
Pero él repuso:
«Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»
Señor Jesús, si escuchando o mirando a ciertas personas nos brota la alabanza a sus progenitores, con cuánta más razón alabaremos a la Madre, contemplándote a ti.
Gracias por tu enseñanza, Jesús, al decirnos donde debemos poner la atención: no en las glorias de este mundo, sino en los méritos que cuentan para la vida eterna, ayudados de tu gracia.
En escuchar y vivir tu Palabra está la verdadera dicha, ya en esta vida y luego en la futura. Ayúdanos a ser dichosos.
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo:
«Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.»
Pero él repuso:
«Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»
Señor Jesús, si escuchando o mirando a ciertas personas nos brota la alabanza a sus progenitores, con cuánta más razón alabaremos a la Madre, contemplándote a ti.
Gracias por tu enseñanza, Jesús, al decirnos donde debemos poner la atención: no en las glorias de este mundo, sino en los méritos que cuentan para la vida eterna, ayudados de tu gracia.
En escuchar y vivir tu Palabra está la verdadera dicha, ya en esta vida y luego en la futura. Ayúdanos a ser dichosos.
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