Miércoles, 27 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

San Juan 21,114

Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado encima y pan

ReL

Simón Pedro, se ató la túnica y se echó al agua.
Simón Pedro, se ató la túnica y se echó al agua.
Evangelio según san Juan 21,114


En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades.

Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar.»

Ellos contestan:

«Vamos también nosotros contigo.»

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?»

Ellos contestaron: «No.»

Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»

La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces.

Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro:

«Es el Señor.»

Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.

Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.

Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger.»

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.

Jesús les dice: «Vamos, almorzad.»

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.



Señor Jesús, qué visita más inesperada y tan gozosa para tus discípulos, por tus entrañables detalles con ellos.

Tú conoces nuestras fatigas y esfuerzos, tanto en el orden laboral como en el apostólico.  Y no siempre vemos los resultados que esperamos y que nos gustaría recoger.

Todo es don tuyo y acción de tu Espiritu que fecundiza nuestro trabajo donde y cuando El quiere. Lo importante es que Dios Trinidad sea conocido y amado por todos, aunque nuestra acción apostólica directa sea muy reducida.

Y como somos débiles y flaqueamos, confórtanos, Señor, con esos banquetes divinos que sólo tú sabes prepararnos según necesitamos.


Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda