San Lucas, 12, 35-38
Dichosos los criados a quienes el señor los encuentre en vela
Evangelio según san Lucas, 12, 35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas.
Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.
Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»
Señor Jesús, gracias por estos toques de atención a estar vigilantes. Nos quieres encontrar siempre a punto y dispuestos a cualquier llamada que nos hagas.
Danos, Señor, esa actitud vigilante, para no pasar los días aturdidos con las cosas de este mundo y que nos hacen olvidar que estamos a las puertas de la vida eterna.
Ayúdanos a recordar nuestra condición de peregrinos, puesto que nuestra meta eres tú, y nos esperas con mesa puesta.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas.
Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.
Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»
Señor Jesús, gracias por estos toques de atención a estar vigilantes. Nos quieres encontrar siempre a punto y dispuestos a cualquier llamada que nos hagas.
Danos, Señor, esa actitud vigilante, para no pasar los días aturdidos con las cosas de este mundo y que nos hacen olvidar que estamos a las puertas de la vida eterna.
Ayúdanos a recordar nuestra condición de peregrinos, puesto que nuestra meta eres tú, y nos esperas con mesa puesta.
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