San Juan 10, 110
Las ovejas atienden a su voz, y él llama por el nombre a sus ovejas
Evangelio según san Juan 10, 110
En aquel tiempo, dijo Jesús:
- «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
- «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»
Jesús, Pastor que nos conoces a cada uno por nuestro nombre. Tú no sólo nos conduces, sino que eres la Puerta por donde debemos entrar al verdadero redil. Otras puertes pueden aparecer más vistosas, pero no nos conducen a ti, ni son tu voz, ni nos ofrecen tus cuidados. No permitas, Jesús, que nadie se pierda, que nadie entre a hacer estragos en tu rebaño, que todos pongamos los sentidos en ti, verdadera Puerta que lleva a la vida.
En aquel tiempo, dijo Jesús:
- «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
- «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»
Jesús, Pastor que nos conoces a cada uno por nuestro nombre. Tú no sólo nos conduces, sino que eres la Puerta por donde debemos entrar al verdadero redil. Otras puertes pueden aparecer más vistosas, pero no nos conducen a ti, ni son tu voz, ni nos ofrecen tus cuidados. No permitas, Jesús, que nadie se pierda, que nadie entre a hacer estragos en tu rebaño, que todos pongamos los sentidos en ti, verdadera Puerta que lleva a la vida.
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