Mensaje de Francisco a los obispos de EEUU: hundir muros, construir puentes, valorar a los hispanos
La tarde del martes 15 de noviembre se publicó el videomensaje del Papa Francisco a la Asamblea General de la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados (USCCB) que se lleva a cabo en Baltimore, Maryland, del 14 al 16 de noviembre de 2016.
En su mensaje, el Pontífice recuerda que Estados Unidos siempre "ha acogido e integrado nuevos flujos de inmigrantes. Con la rica variedad de sus lenguas y tradiciones culturales, han dado forma al rostro en continua trasformación de la Iglesia estadounidense”.
Refiriéndose al próximo Quinto Encuentro Nacional de Pastoral Hispana (http://vencuentro.org/es/) que tendrá lugar en enero, pide que se reconozcan y valores los dones específicos que los católicos hispanos ofrecen a la iglesia de EEUU.
El Papa enfatiza a los Obispos Católicos estadounidenses que el gran desafío es crear una cultura del encuentro, que aliente a cada persona y a cada grupo a compartir la riqueza de sus tradiciones y experiencias, "a abatir muros y a construir puentes".
Los hispanos católicos en EEUU
Estados Unidos cuenta con unos 70 millones de católicos, de los que unos 30 millones se declaran hispanos o latinos. Una de cada cuatro parroquias en EEUU celebra misa en español al menos una vez al mes. Sólo un 3% de los sacerdotes se declara hispano o latino, aunque entre los jóvenes aumenta el porcentaje: un 15% entre los nacidos después de 1960. Entre los diáconos permanentes, un 16% son hispanos. Entre religiosos y religiosas, sólo un 3% del total son latinos, pero al analizar los que profesaron votos perpetuos en 2013 se comprueba que un 18% de las mujeres y unos 11% de los varones son hispanos.
Mensaje del Santo Padre Francisco
Queridos hermanos Obispos:
Me alegra tener esta oportunidad para poder dirigirme a ustedes. Hace apenas un año estuve con ustedes en mi visita pastoral a los Estados Unidos. Allí, quedé impresionado por la vitalidad y la diversidad de la comunidad católica. A lo largo de su historia, la Iglesia en su País ha acogido e integrado nuevos flujos de inmigrantes. Con la rica variedad de sus lenguas y tradiciones culturales, han dado forma al rostro en continua trasformación de la Iglesia estadounidense.
En este contexto, quisiera referirme al próximo Quinto Encuentro Nacional de Pastoral Hispana. La celebración de este Quinto Encuentro dará inicio en sus diócesis el próximo mes de enero y concluirá con una celebración nacional en septiembre de 2018.
En continuidad con los anteriores, este Encuentro busca reconocer y valorar los dones específicos que los católicos hispanos han ofrecido y siguen ofreciendo a la Iglesia en su País. Pero es mucho más que eso. Es parte de un proceso más grande de renovación y de impulso misionero, al que están llamadas todas sus Iglesias locales.
Nuestro gran desafío es crear una cultura del encuentro, que aliente a cada persona y a cada grupo a compartir la riqueza de sus tradiciones y experiencias, a abatir muros y a construir puentes. La Iglesia en los Estados Unidos, como en otras partes del mundo, está llamada a «salir» de su comodidad y a convertirse en fermento de comunión. Comunión entre nosotros mismos, con nuestros hermanos cristianos y con todos los que buscan un futuro de esperanza.
Tenemos que ser cada vez más plenamente una comunidad de discípulos misioneros, llenos de amor al Señor Jesús y de entusiasmo por la difusión del Evangelio. La comunidad cristiana debe ser un signo y un anuncio profético del plan de Dios para toda la familia humana. Estamos llamados a ser portadores de buenas noticias para una sociedad sujeta a desconcertantes cambios sociales, culturales y espirituales, y a una creciente polarización.
Espero que la Iglesia en su País, en todos sus ámbitos, acompañe este Encuentro con su propia reflexión y discernimiento pastoral. De manera particular, les pido que consideren de qué manera sus Iglesias locales pueden responder mejor a la creciente presencia, a los dones y al potencial de la comunidad hispana.
Conscientes de la aportación que la comunidad hispana ofrece a la vida de la nación, rezo para que el Encuentro contribuya a la renovación de la sociedad y al apostolado de la Iglesia en los Estados Unidos de América.
Con gratitud a todos los que participan en la preparación del Quinto Encuentro, les aseguro mis oraciones por esta importante iniciativa de su Conferencia Episcopal. A todos ustedes, así como al clero, a los religiosos y a los fieles laicos de sus Iglesias locales, los encomiendo a la intercesión de la Inmaculada Virgen María, y les imparto de corazón la Bendición Apostólica, como prenda de gracia y paz en el Señor.
En su mensaje, el Pontífice recuerda que Estados Unidos siempre "ha acogido e integrado nuevos flujos de inmigrantes. Con la rica variedad de sus lenguas y tradiciones culturales, han dado forma al rostro en continua trasformación de la Iglesia estadounidense”.
Refiriéndose al próximo Quinto Encuentro Nacional de Pastoral Hispana (http://vencuentro.org/es/) que tendrá lugar en enero, pide que se reconozcan y valores los dones específicos que los católicos hispanos ofrecen a la iglesia de EEUU.
El Papa enfatiza a los Obispos Católicos estadounidenses que el gran desafío es crear una cultura del encuentro, que aliente a cada persona y a cada grupo a compartir la riqueza de sus tradiciones y experiencias, "a abatir muros y a construir puentes".
Los hispanos católicos en EEUU
Estados Unidos cuenta con unos 70 millones de católicos, de los que unos 30 millones se declaran hispanos o latinos. Una de cada cuatro parroquias en EEUU celebra misa en español al menos una vez al mes. Sólo un 3% de los sacerdotes se declara hispano o latino, aunque entre los jóvenes aumenta el porcentaje: un 15% entre los nacidos después de 1960. Entre los diáconos permanentes, un 16% son hispanos. Entre religiosos y religiosas, sólo un 3% del total son latinos, pero al analizar los que profesaron votos perpetuos en 2013 se comprueba que un 18% de las mujeres y unos 11% de los varones son hispanos.
Mensaje del Santo Padre Francisco
Queridos hermanos Obispos:
Me alegra tener esta oportunidad para poder dirigirme a ustedes. Hace apenas un año estuve con ustedes en mi visita pastoral a los Estados Unidos. Allí, quedé impresionado por la vitalidad y la diversidad de la comunidad católica. A lo largo de su historia, la Iglesia en su País ha acogido e integrado nuevos flujos de inmigrantes. Con la rica variedad de sus lenguas y tradiciones culturales, han dado forma al rostro en continua trasformación de la Iglesia estadounidense.
En este contexto, quisiera referirme al próximo Quinto Encuentro Nacional de Pastoral Hispana. La celebración de este Quinto Encuentro dará inicio en sus diócesis el próximo mes de enero y concluirá con una celebración nacional en septiembre de 2018.
En continuidad con los anteriores, este Encuentro busca reconocer y valorar los dones específicos que los católicos hispanos han ofrecido y siguen ofreciendo a la Iglesia en su País. Pero es mucho más que eso. Es parte de un proceso más grande de renovación y de impulso misionero, al que están llamadas todas sus Iglesias locales.
Nuestro gran desafío es crear una cultura del encuentro, que aliente a cada persona y a cada grupo a compartir la riqueza de sus tradiciones y experiencias, a abatir muros y a construir puentes. La Iglesia en los Estados Unidos, como en otras partes del mundo, está llamada a «salir» de su comodidad y a convertirse en fermento de comunión. Comunión entre nosotros mismos, con nuestros hermanos cristianos y con todos los que buscan un futuro de esperanza.
Tenemos que ser cada vez más plenamente una comunidad de discípulos misioneros, llenos de amor al Señor Jesús y de entusiasmo por la difusión del Evangelio. La comunidad cristiana debe ser un signo y un anuncio profético del plan de Dios para toda la familia humana. Estamos llamados a ser portadores de buenas noticias para una sociedad sujeta a desconcertantes cambios sociales, culturales y espirituales, y a una creciente polarización.
Espero que la Iglesia en su País, en todos sus ámbitos, acompañe este Encuentro con su propia reflexión y discernimiento pastoral. De manera particular, les pido que consideren de qué manera sus Iglesias locales pueden responder mejor a la creciente presencia, a los dones y al potencial de la comunidad hispana.
Conscientes de la aportación que la comunidad hispana ofrece a la vida de la nación, rezo para que el Encuentro contribuya a la renovación de la sociedad y al apostolado de la Iglesia en los Estados Unidos de América.
Con gratitud a todos los que participan en la preparación del Quinto Encuentro, les aseguro mis oraciones por esta importante iniciativa de su Conferencia Episcopal. A todos ustedes, así como al clero, a los religiosos y a los fieles laicos de sus Iglesias locales, los encomiendo a la intercesión de la Inmaculada Virgen María, y les imparto de corazón la Bendición Apostólica, como prenda de gracia y paz en el Señor.
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