Pre-primarias republicanas
Herman Cain, en apuros por su postura ante el aborto
Todos los aspirantes que quedan en liza se han confesado pro-vida, pero ¿quién es sincero?
La carrera por la nominación republicana para enfrentarse a Barack Obama dentro de un año está siendo larga y accidentada. Ya son tres los aspirantes que han liderado consistentemente las encuestas: Mitt Romney primero, Rick Perry en las primeras semanas tras su fulgurante salto al ruedo, y actualmente Herman Cain, un empresario de éxito que ha ido poco a poco consolidando su posición.
Y que ahora se halla en apuros al descubrirse contradicciones en su postura ante el aborto. Que la mentalidad en Estados Unidos ha cambiado lo demuestra que todos los candidatos republicanos han tenido que mostrarse provida para mantener sus aspiraciones, al tiempo que los demócratas, en las pasadas elecciones al Congreso por ejemplo, tenían que mitigar su apuesta por la cultura de la muerte para no perder votos.
Tan es así, que se cuestiona la sinceridad de algunos de ellos. No hay dudas sobre Michelle Bachman, la candidata del Tea Party, y tampoco sobre Perry. Sí las hay respecto a Romney, ahora parece que también con Cain.
De hecho, Rick Santorum, ex senador por Pennsylvania y que se mantiene a duras penas en la lid, y único católico de los que quedan en ella junto con Newt Gingrich, ha denunciado las incongruencias de Cain sobre este punto.
En las últimas fechas, su equipo de campaña ha destacado que en varias ocasiones en las que Cain ha sido interrogado, tanto en la CNN como en la Fox, sobre su postura ante el aborto en caso de violación, por ejemplo, sus respuestas han sido evasivas: "No es un algo que deba decidir el gobierno, es su decisión", dijo reiteradamente, dando a entender que las leyes deben permitirlo, en vez de fomentar iniciativas sociales de acogida a la madre y al hijo, como defiende una masa social cada vez mayor en Estados Unidos, y desde luego la base electoral republicana.
Sin embargo, ante grupos conservadores de Iowa (el primer estado donde se medirán los contendientes con voto real) fue mucho más tajante: "Creo que el aborto debe ser ilegal en todo el país, y trabajaré para que Planned Parenthood no reciba fondos federales".
Y que ahora se halla en apuros al descubrirse contradicciones en su postura ante el aborto. Que la mentalidad en Estados Unidos ha cambiado lo demuestra que todos los candidatos republicanos han tenido que mostrarse provida para mantener sus aspiraciones, al tiempo que los demócratas, en las pasadas elecciones al Congreso por ejemplo, tenían que mitigar su apuesta por la cultura de la muerte para no perder votos.
Tan es así, que se cuestiona la sinceridad de algunos de ellos. No hay dudas sobre Michelle Bachman, la candidata del Tea Party, y tampoco sobre Perry. Sí las hay respecto a Romney, ahora parece que también con Cain.
De hecho, Rick Santorum, ex senador por Pennsylvania y que se mantiene a duras penas en la lid, y único católico de los que quedan en ella junto con Newt Gingrich, ha denunciado las incongruencias de Cain sobre este punto.
En las últimas fechas, su equipo de campaña ha destacado que en varias ocasiones en las que Cain ha sido interrogado, tanto en la CNN como en la Fox, sobre su postura ante el aborto en caso de violación, por ejemplo, sus respuestas han sido evasivas: "No es un algo que deba decidir el gobierno, es su decisión", dijo reiteradamente, dando a entender que las leyes deben permitirlo, en vez de fomentar iniciativas sociales de acogida a la madre y al hijo, como defiende una masa social cada vez mayor en Estados Unidos, y desde luego la base electoral republicana.
Sin embargo, ante grupos conservadores de Iowa (el primer estado donde se medirán los contendientes con voto real) fue mucho más tajante: "Creo que el aborto debe ser ilegal en todo el país, y trabajaré para que Planned Parenthood no reciba fondos federales".
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