«Magnificat» responde a la petición de la Santa Sede y ofrece un especial dedicado a los misioneros

La convocatoria por parte del papa Francisco de un Mes misionero extraordinario se vio hace meses acompañada por una petición especial de la Santa Sede a la revista Magníficat en sus diversas ediciones lingüísticas (inglés —Estas Unidos, Reino Unido, Irlanda— francés, español —España y Estados Unidos—, alemán, lituano, esloveno y polaco): dedicar el número de octubre de 2019 especialmente a contenido misionero.

Con ese motivo la edición española ha realizado un notable y rico esfuerzo en sus páginas.

El número recoge varios artículos con testimonios misioneros de españoles en el mundo: un religioso redentorista en Albania (P. Laureano del Otero), una religiosa en Benín-África (M. Ana Aizpurua, CS) y una familia neocatecumenal misionera en Letonia (Francisco Núñez-Romero). Además también colabora en este número Mons. Robert Barron, obispo auxiliar de Los Ángeles, bajo el título El significado de la misión cristiana.

Las meditaciones, también de carácter misionero

Las meditaciones diarias, que habitualmente están conectadas con el evangelio del día, son todas ellas de carácter misionero, tomadas del magisterio de los últimos Papas, de diversos santos y autores recientes.

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La rúbrica diaria dedicada a los santos y beatos de ayer y de hoy recoge las biografías de los más destacados misioneros a lo largo de la historia de la Iglesia en los cinco continentes. Las letanías que acompañan esas biografías estás dirigidas a santos misioneros de los cinco continentes y las frases a pie de página de esa misma rúbrica están tomadas de los escritos de san Francisco Javier, patrono de las misiones, junto con santa Teresa del Niño Jesús.

Una respuesta a la petición de la Santa Sede

La portada del número recoge La pesca milagrosa, vitral del siglo XIII que se encuentra en la Catedral de Canterbury (Inglaterra) y está comentada en el interior de sus páginas por el fundador de Magníficat, Pierre-Marie Dumont, al que nuestros lectores conocerán indirectamente por ser hijo del gran hispanista fallecido hace unos años, Jean Dumont, cuyas obras han sido traducidas a nuestra lengua.

Un generoso esfuerzo de los editores de Magníficat que redundará en bien del Pueblo de Dios que con creciente acogida sigue utilizando este providencial instrumento eclesial litúrgico, de oración y de formación en la vida espiritual.

Esta es la carta mensual que dirige a sus lectores el director de la edición española, Pablo Cervera Barranco:

Querida familia Magnificat:

Fieles a nuestro «sentir con la Iglesia», la Santa Sede ha solicitado a Magnificat que dediquemos especial atención en este mes a la petición del Santo Padre, que el 22 de octubre de 2017, con ocasión del centenario de la promulgación de la Carta apostólica Maximum illud sobre la actividad desarrollada por los misioneros en el mundo, convocaba un Mes Misionero para este 2019. Lo hacemos con agrado filial, recordando las palabras de su Carta:

«Convoco un Mes Misionero Extraordinario en octubre de 2019, con el fin de despertar aún más la conciencia misionera de la missio ad gentes y de retomar con un nuevo impulso la transformación misionera de la vida y de la pastoral. Nos podremos disponer para ello también durante el Mes Misionero de octubre del próximo año, para que todos los fieles lleven en su corazón el anuncio del evangelio y la conversión misionera y evangelizadora de las propias comunidades; para que crezca el amor por la misión, que “es una pasión por Jesús, pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo”. Que el Mes Misionero Extraordinario sea un tiempo de gracia intensa y fecunda para promover iniciativas e intensificar de manera especial la oración –alma de toda misión–, el anuncio del evangelio, la reflexión bíblica y teológica sobre la misión, las obras de caridad cristiana y las acciones concretas de colaboración y de solidaridad entre las Iglesias, de modo que se avive el entusiasmo misionero y nunca nos lo roben».

Pedimos, pues, por los misioneros y el fruto de la misión en todos nuestros lectores y en toda la Iglesia.