Este domingo, dirige tú en casa la Liturgia de la Palabra: «Magníficat» te ofrece lo que necesitas

Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, la revista mensual Magnificat, que se difunde en papel y on line en once ediciones distintas y siete idiomas, abrió sus contenidos gratuitamente para facilitar la oración en el hogar.

Al acercarse el cuarto domingo de Cuaresma, cada vez con más países en cuarentena y sus poblaciones católicas concienciadas de que la vida de oración no puede detenerse en ausencia de misa dominical, la edición española de Magnificat da un paso más. El director de la edición en español, el sacerdote y teólogo Pablo Cervera Barranco, ha difundido textos para que cada persona o familia pueda celebrar en su domicilio este domingo una Liturgia de la Palabra.

Aunque no poder ir a misa es "un estado muy doloroso e inesperado para nosotros como católicos", ese "hambre de Eucaristía" es también "una ocasión verdaderamente de gracia, muy agradable a nuestro Señor", anima Cervera. Además de seguir las misas por televisión, radio o internet, Magnificat ofrece ahora "una celebración de la Palabra que se podría utilizar este domingo a solas o en familia".

Para hacerlo, "si es posible, coloca una cruz simple o un crucifijo que destaque en la habitación y enciende una o más velas. También puedes colocar una imagen de la Virgen María, si es posible. Como familia, elegid quién debe dirigir la oración y a alguien que realice las lecturas".

Pincha en los enlaces siguientes para descargar los textos:

Liturgia de la Palabra 22 de marzo - Español de España

Liturgia de la Palabra 22 de marzo - Español latino

Además de esta celebración dominical, el padre Cervera recuerda que la importancia del Rosario en familia: "Es una de las formas de oración más poderosas y eficaces que tenemos. Es una forma probada en el tiempo y probada por los santos para entrar profunda e íntimamente en los misterios de la vida de Cristo, y de unirnos a las intenciones y poderosa intercesión de Nuestra Señora... Puede ser un salvavidas espiritual. Podemos orarlo por nosotros mismos, por nuestras familias y por todos aquellos que están sufriendo y muriendo, aquellos que ni siquiera conocemos".