Los colaboradores que difunden sus películas en todo el mundo, reunidos
Las «locomotoras» de 36 países a toda máquina por el cercano estreno de la nueva película de Cotelo
Si hay algo que el director Juan Manuel Cotelo agradece todos los días es contar con la ayuda de “locomotoras” para la distribución de sus películas. ¿Por qué locomotoras? “Porque todas están "locas", tienen una insensatez que es directamente proporcional a su amor a Dios, y todas son "motor" de locura”, explicado el propio Cotelo.
Las “locomotoras” son personas repartidas en varias partes del mundo que han ayudado a la fundación y productora de Cotelo, Infinito+1 (www.infinitomasuno.org), a publicitar y distribuir sus películas en sus respectivos países. Gracias a ellos, películas como Mary´s Land o La Última Cima, se han estrenado en 32 y 18 países respectivamente.
Un "ejército de insensatos"
Ahora, después de casi 10 años de colaboración, Infinito+1 ha celebrado el II Encuentro de Locomotoras en Madrid, donde se han reunido colaboradores de más de 36 países. Cotelo los califica cariñosamente como "ejército de insensatos", y explica que cualquier persona puede unirse a la causa.
Juan Manuel Cotelo durante el encuentro
“Tal vez el único filtro natural que determina si alguien puede entrar en Infinito+1 es su grado de insensatez”, cuenta Cotelo. “Los muy sensatos no encuentran atracción alguna en sumarse a esta misión, pues realmente es una locura”.
De proyectar en 4 salas a estrenar en el extranjero
Locura o no, lo cierto es que demuestra un éxito que ni siquiera el propio Cotelo contemplaba diez años atrás. “Cuando Infinito+1 nació, en el año 2008, tan sólo estábamos comprometidos con esta iniciativa mi esposa Simona y yo”, explica.
“Recuerdo el día en que salimos del Notario tras constituir oficialmente la Productora. Nos dieron un papelito en el que venía el Código de Identificación Fiscal (C.I.F.) y, para celebrar que Infinito+1 había nacido, nos fuimos a una cafetería, pedimos dos cafés... y comenzamos a pensar en los siguientes pasos, sin sospechar que la realidad, diez años después, iba a superar todas nuestras expectativas”.
“En 2010 estrenamos nuestra primera película, La Última Cima. Comenzó a exhibirse en cuatro salas de cine, de un sólo país, España. Es decir... un estreno insignificante”, cuenta Cotelo. “Pero el público llenó esas primeras salas, y en una semana saltó a 66 salas más… Pronto fueron 125 salas... Permaneció 6 meses en cartelera, e inmediatamente recibimos numerosas solicitudes de estreno, desde el extranjero”.
Ya hay "locomotoras" en 36 países... Desde EEUU a Japón
Solicitudes gratuitas, gratuitas y entusiastas
Pero estas personas que ayudaron a Cotelo no eran distribuidoras ni exhibidores de cine. “Eran personas sin experiencia alguna en este campo”, explica. “Eran personas generosas que querían llevar la película a su país, por puro amor a Dios y por amor a los espectadores, pues comprendían que La Última Cima era un instrumento sencillo y atractivo de anunciar el Evangelio”.
Del II Encuentro Internacional de Locomotoras Cotelo destaca el sentimiento general de pertenecer a una “gran familia”. “Hemos compartido la locura y la belleza de esta misión, celebrando los milagros patentes que Dios ha hecho, apoyándose en nuestra pequeñez. El Encuentro ha reforzado nuestra identidad, nuestro compromiso y nuestra unidad. Nos sentimos una familia, nos sentimos Iglesia”, comenta.
Un nuevo estreno que cambiará corazones
Los corazones de las “locomotoras” están a punto de “volver a revolucionarse”. En pocos meses, Infinito+1 pretende estrenar la película El Mayor Regalo. La campaña de “crowdfunding” del largometraje fue un éxito: se recaudaron 118.494 euros, casi 20.000 más de lo que se pedía, y contó con 1264 donantes (puede donar pinchando aquí).
De momento tan solo las “locomotoras” han podido ver la película. “A juzgar por sus reacciones, sabemos que también esta película tiene todos los ingredientes para provocar una profunda transformación personal, en quienes la vean”, indica Cotelo.
"El objetivo no es entretener a los espectadores, ni llenar butacas vacías. El objetivo es que cada espectador, de modo individual, reciba una invitación preciosa a pedir perdón y a perdonar, como Dios nos perdona. Una invitación a vivir con amor incondicional. Eso es el perdón, el mayor regalo que podemos dar y recibir.”
Vídeo del II Encuentro Internacional de Locomotoras
Las “locomotoras” son personas repartidas en varias partes del mundo que han ayudado a la fundación y productora de Cotelo, Infinito+1 (www.infinitomasuno.org), a publicitar y distribuir sus películas en sus respectivos países. Gracias a ellos, películas como Mary´s Land o La Última Cima, se han estrenado en 32 y 18 países respectivamente.
Un "ejército de insensatos"
Ahora, después de casi 10 años de colaboración, Infinito+1 ha celebrado el II Encuentro de Locomotoras en Madrid, donde se han reunido colaboradores de más de 36 países. Cotelo los califica cariñosamente como "ejército de insensatos", y explica que cualquier persona puede unirse a la causa.
Juan Manuel Cotelo durante el encuentro
“Tal vez el único filtro natural que determina si alguien puede entrar en Infinito+1 es su grado de insensatez”, cuenta Cotelo. “Los muy sensatos no encuentran atracción alguna en sumarse a esta misión, pues realmente es una locura”.
De proyectar en 4 salas a estrenar en el extranjero
Locura o no, lo cierto es que demuestra un éxito que ni siquiera el propio Cotelo contemplaba diez años atrás. “Cuando Infinito+1 nació, en el año 2008, tan sólo estábamos comprometidos con esta iniciativa mi esposa Simona y yo”, explica.
“Recuerdo el día en que salimos del Notario tras constituir oficialmente la Productora. Nos dieron un papelito en el que venía el Código de Identificación Fiscal (C.I.F.) y, para celebrar que Infinito+1 había nacido, nos fuimos a una cafetería, pedimos dos cafés... y comenzamos a pensar en los siguientes pasos, sin sospechar que la realidad, diez años después, iba a superar todas nuestras expectativas”.
“En 2010 estrenamos nuestra primera película, La Última Cima. Comenzó a exhibirse en cuatro salas de cine, de un sólo país, España. Es decir... un estreno insignificante”, cuenta Cotelo. “Pero el público llenó esas primeras salas, y en una semana saltó a 66 salas más… Pronto fueron 125 salas... Permaneció 6 meses en cartelera, e inmediatamente recibimos numerosas solicitudes de estreno, desde el extranjero”.
Ya hay "locomotoras" en 36 países... Desde EEUU a Japón
Solicitudes gratuitas, gratuitas y entusiastas
Pero estas personas que ayudaron a Cotelo no eran distribuidoras ni exhibidores de cine. “Eran personas sin experiencia alguna en este campo”, explica. “Eran personas generosas que querían llevar la película a su país, por puro amor a Dios y por amor a los espectadores, pues comprendían que La Última Cima era un instrumento sencillo y atractivo de anunciar el Evangelio”.
Del II Encuentro Internacional de Locomotoras Cotelo destaca el sentimiento general de pertenecer a una “gran familia”. “Hemos compartido la locura y la belleza de esta misión, celebrando los milagros patentes que Dios ha hecho, apoyándose en nuestra pequeñez. El Encuentro ha reforzado nuestra identidad, nuestro compromiso y nuestra unidad. Nos sentimos una familia, nos sentimos Iglesia”, comenta.
Un nuevo estreno que cambiará corazones
Los corazones de las “locomotoras” están a punto de “volver a revolucionarse”. En pocos meses, Infinito+1 pretende estrenar la película El Mayor Regalo. La campaña de “crowdfunding” del largometraje fue un éxito: se recaudaron 118.494 euros, casi 20.000 más de lo que se pedía, y contó con 1264 donantes (puede donar pinchando aquí).
De momento tan solo las “locomotoras” han podido ver la película. “A juzgar por sus reacciones, sabemos que también esta película tiene todos los ingredientes para provocar una profunda transformación personal, en quienes la vean”, indica Cotelo.
"El objetivo no es entretener a los espectadores, ni llenar butacas vacías. El objetivo es que cada espectador, de modo individual, reciba una invitación preciosa a pedir perdón y a perdonar, como Dios nos perdona. Una invitación a vivir con amor incondicional. Eso es el perdón, el mayor regalo que podemos dar y recibir.”
Vídeo del II Encuentro Internacional de Locomotoras
Comentarios