Los explica Juan Ignacio Peña, impulsor de la película «Tepeyac»
6 problemas especiales que se encuentran los cineastas y filmes católicos... y cómo afrontarlos
Juan Ignacio Peña, de la productora Tilma Films, es un español residente en México desde hace años, que lleva décadas dedicado al cine, especialmente al de animación.
Tilma Films está lanzada a un proyecto ambicioso: la película Tepeyac , una gran película de dibujos animados sobre la historia de la Virgen de Guadalupe que guste en todo el mundo. La película se inspira a varios niveles en El Príncipe de Egipto: tiene canciones, acción, hermanos que rivalizan, magos oscuros, un pueblo nuevo que nace y la acción directa y clara de Dios...
El equipo lleva 5 años trabajando esta película, ha invertido ya más de 3 millones de dólares y empieza ahora la fase de producción. Es posible apoyar esta película católica con donaciones aquí en GoFundMe, en una campaña que se inicia ahora para impulsar esta fase.
Juan Ignacio Peña señala que una película católica se encontrará con dificultades especiales, añadidas a las de cualquier otro proyecto audiovisual. Explica a ReL algunas de estas complicaciones.
1) Hay directivos que cierran su plataforma a las historias de fe
"Hace ya años que en Estados Unidos los grandes estudios crearon una subdivisión para atender el cine de fe... pero luego descubres que a veces la tienen activa y otras no. Pasa también en las plataformas online en Latinoamérica: un día te aceptan contenidos de fe, y otro se cierran por completo. Y eso pasa incluso en plataformas que presumen de querer cubrir todos los nichos... de repente, en tal y cual país se cierran a las películas de fe", explica.
"Creo que depende simplemente de qué directivo ha caído en esa región o en ese cargo. Una misma plataforma puede decir sí a tu película de fe en un país, y bloquearla en otro. ¡Depende del directivo que te toque! Y eso es malo para el productor católico, porque es como un sorteo, una tómbola. Nunca sabes si te van a dar con la puerta en las narices", lamenta el cineasta.
2) Cuesta encontrar financiación, socios que pongan fondos
El audiovisual de calidad, dirigido al gran público -y más el dibujo animado- es caro. Y no hay muchos financieros con fe dispuestos a poner su dinero. Muchos ricos, simplemente, son hostiles a la fe. A veces parece que cuanto más católica sea la película, más puertas se cierran.
El equipo de Tilma Films trabajando en la película de dibujos animados Tepeyac, sobre la Virgen de Guadalupe; finalizada la fase de preproducción, ahora buscan una animación de gran calidad: puede apoyarse con donativos en GoFundme (aquí)
3) Muchos directores y cineastas con talento no aceptan el mensaje
"Puede ser que acudas con tu proyecto a un director superprestigioso, que sea un reconocido profesional, porque has oído que es creyente y te dice: 'es que mi visión de Jesús no es la tuya'. A lo mejor cree a su manera, pero no es ortodoxo, no quiere difundir esa fe que quieres mostrar en tu historia".
4) Los cineastas con verdadera fe a menudo tienen poca trayectoria y experiencia
"A veces encuentras directores o cineastas que son creyentes de verdad, con ganas de hacer buen cine... pero, simplemente, no tienen la experiencia y trayectoria que necesitas. Quizá precisamente por haber sido fieles a la fe han tenido que rechazar trabajos, así que tienen poca experiencia. El problema es que eso reduce la industria del audiovisual católico y sus oportunidades. Esta falta de profesionales es real y grave. Si yo tuviera, no sé, 200 millones de euros, haría una escuela para artistas católicos, una especie de vivero para que se formen bien, aprendan el oficio y luego tengan fondos para empezar a contar sus historias y que adquieran experiencia".
5) Los católicos generosos pocas veces piensan en el audiovisual
Hay muchos católicos buenos y generosos, que apoyan a Cáritas, a los misioneros, a su parroquia, las reparaciones en la iglesia de su pueblo... Las necesidades son infinitas y parece que hacer películas no sea una verdadera necesidad.
Pero, mientras tanto, gente con valores hostiles a la fe sí hacen películas de entretenimiento que la gente ve. Los católicos consumen ocio hecho desde una visión muy lejana a la cristiana, incluso hostil.
Ante esto, Peña proclama: "igual que somos generosos para vestir y alimentar el cuerpo, también hay que vestir y alimentar el alma, el espíritu, con buenas historias, con belleza. Si no hacemos películas que alimenten el alma, las personas se empobrecerán espiritualmente hasta morir. Abundan los malos contenidos, y debemos responder potenciando los contenidos buenos".
El buen obispo Zumárraga ante el milagro de la tilma de Guadalupe, en la película Tepeyac
"A menudo hablo con mi esposa y nos planteamos: ¿qué van a ver nuestros hijos cuando sean algo mayores y elijan lo que quieran ver? Casi no hay series que sean blancas o limpias. Las plataformas de streaming limpio, o blanco, como Pureflix, por ahora tienen poca inversión. Hay que apoyar las buenas películas, las productoras que las hacen y las plataformas y distribuidoras que las difunden", especifica.
6) A veces, ¡hay católicos que te complican la vida con tonterías!
Después de 5 años trabajando en la película sobre Guadalupe, Juan Ignacio ha comprobado con asombro y tristeza que "a veces, ¡tu enemigo es tu hermano de fe!".
Se refiere, por ejemplo, a profesionales católicos que en vez de apoyarse unos a otros se hacen la zancadilla. En ocasiones, puede ser por manías personales, o por envidia, o por ambición profesional. Otros, simplemente, son pesimistas y derrotistas: "ya apoyé otro proyecto y no funcionó", dicen... y desisten de seguir participando en la creación de buen cine cristiano.
"Cuando estás trabajando en un proyecto de fe, esperando que sirva a Dios, para difundir su mensaje, quizá esperas que entre los compañeros de la profesión lo vean con comprensión y paciencia... y entonces ves a artistas que se lían en peleas tontas. Es la condición humana", concluye.
¿Cómo afrontar todas estas dificultades?
Juan Ignacio Peña señala que ante todos estos impedimentos, lo primero que hay que hacer es "estar en oración y buscar la voluntad de Dios por encima de egos e intereses propios. Y así se solucionan muchas cosas. Hay que tener claro que buscamos hacerlo por Dios y perseverar".
Además de la oración propia de los cineastas, se necesita la oración de los demás cristianos. "¡Pedimos donaciones pero también oraciones! Los artistas y empresarios del entretenimiento -que es un mundo especial, con muchos egos- necesitamos la oración de muchos para hacer proyectos hermosos para Dios".
Con la oración, todo es posible. Por ejemplo, "a veces hay artistas muy geniales que descubren la fe teniendo ya fama, experiencia, o recursos, y deciden apoyar un proyecto cristiano. ¡Ese sería un buen aliado!", comenta Juan Ignacio. La oración puede lograr también que aparezcan donantes más generosos, con más capacidad económica. O buenos contactos profesionales.
Después de 5 años en la fase de preproducción de Tepeyac, la película sobre la historia de Guadalupe, Juan Ignacio ha visto muchos giros del oficio, buenos, malos y regulares. Ahora anima a los católicos de a pie a apoyar esta película entrando en GoFundMe, haciendo un donativo de apoyo y reenviándolo a sus amigos y contactos, animando a muchos a apoyar los dibujos animados que a la vez emocionan, divierten y edifican el alma.
Conoce más sobre Tepeyac la Película (y difúndela) en:
Facebook
Instagram
Vimeo
Haz tu donativo para ayudar a que esta película luminosa llegue a todo el mundo y reenvíalo a tus amigos en GoFundme (aquí)