Con unanimidad, el Senado español acuerda pedir a Unesco que la Semana Santa sea patrimonio mundial
El Pleno del Senado español, que ha tenido lugar del 24 al 25 de marzo, ha aprobado este miércoles una moción presentada por el Grupo Parlamentario Popular para instar al Gobierno “a apoyar y defender en las instancias internacionales oportunas, la candidatura de la cultura de la Semana Santa en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO”.
La iniciativa, que ha sido consensuada con el PSOE, CiU, la Entesa, el PNV y el grupo Mixto, ha sido defendida por el portavoz de Cultura del Grupo Parlamentario Popular y senador por Valladolid, Alberto Gutiérrez, y pone de manifiesto el impacto turístico y económico de la Semana Santa y de las procesiones de hermandades y cofradías que salpican la geografía española, desde Castilla y León pasando por Andalucía, Murcia o la Comunidad Valenciana, entre otras.
En un comunicado, Gutiérrez ha destacado que la riqueza cultural de cualquier país va más allá de su literatura, sus monumentos o sus expresiones artísticas. “Lo que se intenta proteger con esta moción es ese patrimonio que se ha ido sucediendo de generación en generación”, ha explicado.
La Semana Santa, ha dicho, es una de esas tradiciones que forman parte de la Historia de un lugar, que sirven para crear vínculos entre sus gentes y que van conformando la memoria viva de un pueblo.
El senador ha recordado también que “la Semana Santa se genera miles de empleos, ya que el turismo cultural que se mueve alrededor tiene una gran repercusión en el mercado laboral”. España este año ha atraído 32 millones de turistas culturales, un 11% más que el año anterior.
Asimismo, el portavoz de Cultura ha señalado que las procesiones de hermandades y cofradías aúnan toda una exhibición de riqueza musical y artística que le han dado un valor reconocido internacionalmente a la celebración.
“No podemos olvidar --ha apuntado-- que la celebración de la Semana Santa de algunas ciudades españolas tiene la declaración de Bien de Interés Cultural que les otorga una mayor protección, o de Bien de Interés Turístico Nacional o Internacional, que le proporciona una mayor promoción”.
Con esta iniciativa, ha concluido Alberto Gutiérrez, “se pretende dar una paso más consiguiendo su inclusión en la lista de Bienes Inmateriales de la Unesco”. Desde su creación en 2009, más de 290 elementos de todo el mundo han sido incluidos en esta lista.
La Semana Santa es una de las festividades más auténticas, emotivas y con más siglos de historia que se celebran en el España. Las calles de la gran mayoría de ciudades y pueblos se convierten en escenarios devocionales, en los que se entremezclan el recogimiento y el sentimiento religioso, con la música, el arte y el colorido de las procesiones, desfiles solemnes en los que numerosas personas acompañan a las imágenes de Jesús y la Virgen María.
Toda España conmemora la Semana Santa, una celebración que en cada zona y rincón del país tiene sus propias características. Esta festividad, además de estar enraizada en el imaginario popular desde hace siglos, también está muy vinculada con el arte. Lo demuestran, por ejemplo, las numerosas imágenes religiosas, iconos tallados con realismo y maestría por escultores como Juan de Juni, Pedro Berruguete o Gil de Siloé.
Estas obras excepcionales del arte religioso español, muchas de ellas con más de cinco siglos de antigüedad, salen a la calle para ser contempladas por millones de personas, que las admiran con fervor y respeto.
La iniciativa, que ha sido consensuada con el PSOE, CiU, la Entesa, el PNV y el grupo Mixto, ha sido defendida por el portavoz de Cultura del Grupo Parlamentario Popular y senador por Valladolid, Alberto Gutiérrez, y pone de manifiesto el impacto turístico y económico de la Semana Santa y de las procesiones de hermandades y cofradías que salpican la geografía española, desde Castilla y León pasando por Andalucía, Murcia o la Comunidad Valenciana, entre otras.
En un comunicado, Gutiérrez ha destacado que la riqueza cultural de cualquier país va más allá de su literatura, sus monumentos o sus expresiones artísticas. “Lo que se intenta proteger con esta moción es ese patrimonio que se ha ido sucediendo de generación en generación”, ha explicado.
La Semana Santa, ha dicho, es una de esas tradiciones que forman parte de la Historia de un lugar, que sirven para crear vínculos entre sus gentes y que van conformando la memoria viva de un pueblo.
El senador ha recordado también que “la Semana Santa se genera miles de empleos, ya que el turismo cultural que se mueve alrededor tiene una gran repercusión en el mercado laboral”. España este año ha atraído 32 millones de turistas culturales, un 11% más que el año anterior.
Asimismo, el portavoz de Cultura ha señalado que las procesiones de hermandades y cofradías aúnan toda una exhibición de riqueza musical y artística que le han dado un valor reconocido internacionalmente a la celebración.
“No podemos olvidar --ha apuntado-- que la celebración de la Semana Santa de algunas ciudades españolas tiene la declaración de Bien de Interés Cultural que les otorga una mayor protección, o de Bien de Interés Turístico Nacional o Internacional, que le proporciona una mayor promoción”.
Con esta iniciativa, ha concluido Alberto Gutiérrez, “se pretende dar una paso más consiguiendo su inclusión en la lista de Bienes Inmateriales de la Unesco”. Desde su creación en 2009, más de 290 elementos de todo el mundo han sido incluidos en esta lista.
La Semana Santa es una de las festividades más auténticas, emotivas y con más siglos de historia que se celebran en el España. Las calles de la gran mayoría de ciudades y pueblos se convierten en escenarios devocionales, en los que se entremezclan el recogimiento y el sentimiento religioso, con la música, el arte y el colorido de las procesiones, desfiles solemnes en los que numerosas personas acompañan a las imágenes de Jesús y la Virgen María.
Toda España conmemora la Semana Santa, una celebración que en cada zona y rincón del país tiene sus propias características. Esta festividad, además de estar enraizada en el imaginario popular desde hace siglos, también está muy vinculada con el arte. Lo demuestran, por ejemplo, las numerosas imágenes religiosas, iconos tallados con realismo y maestría por escultores como Juan de Juni, Pedro Berruguete o Gil de Siloé.
Estas obras excepcionales del arte religioso español, muchas de ellas con más de cinco siglos de antigüedad, salen a la calle para ser contempladas por millones de personas, que las admiran con fervor y respeto.
Comentarios