Un cardenal maquiavélico, Robin dispara contra imágenes de santos...
Consenso en la crítica al señalar los fallos de la nueva película Robin Hood, anticatólica y absurda
John Mulderig, crítico de cine en el Catholic News Service de los obispos norteamericanos, es contundente contra la nueva película Robin Hood, dirigida por Otto Bathurst para la factoría Lionsgate: es simplemente anticatólica.
"Alguien responsable de 'Robin Hood', probablemente uno o dos de sus guionistas, Ben Chandler y David James Kelly, tiene 'problemas de mamá' respecto a la Santa Madre Iglesia. Como resultado, un anticatolicismo rabioso permea esta versión de la leyenda clásica, que por lo demás es boba", describe el crítico.
Ya es bastante absurdo mostrar a los ingleses que iban a luchar a la Tercera Cruzada como levas forzadas por sorteo (en realidad eran soldados-peregrinos, que acudían a hacer fortuna, o acompañando a su señor, o como una opción para expiar pecados y también delitos). También es un poco absurdo sustituir al Pequeño John por un moro negro llamado Yahya. Y Lady Marian no está claro si ama a Robin, o a otro candidato, y se limita a hacer lo que le piden los guionistas sin más sentido.
Pequeño John es un moro negro que se llama Yahya
Pero un momento de absurdo emblemático se da cuando Robin decide practicar el tiro con arco ¡disparando contra imágenes de santos en una iglesia! ¿Se hizo iconoclasta en Oriente? ¿Le fastidian los santos?
Un cardenal malo, genérico, sin nombre ni nada
Aunque en las historias clásicas de Robin Hood nunca salía un cardenal, aquí incorporan uno -tan genérico que no tiene ni nombre- para dar voz y rostro malvado a la Iglesia. Nos predica que el miedo es "el arma más poderosa de Dios" y que "por eso la Iglesia inventó el infierno". "Ah, es por eso", se mofa el crítico del CNS.
¿Y fray Tuk? El fraile "guerrillero" dice generalidades sobre los valores del Evangelio, parece que sin entender que "es todo" un engaño, como le explicará el cardenal.
Cuero ajustado, bufandas y gorros hipster y efectos cocooning, como dicen en la prensa de tendencias de moda
Para que no falte nada en el cóctel típico y esperable, el Sheriff de Nottingham se crió en un orfanato católico donde fue maltratado y abusado sexualmente por clérigos y nobles. "Por un momento, parece que el guión intenta crear un villano bidimensional, con algo de empatía, pero enseguida desiste y opta por más acción repetitiva", lamenta el crítico de FlickeringMyth.com.
En la web de cine Consequence of Sound también lo señalan burlonamente: "Robin Hood ayudará a las familias del mundo entero estas navidades a darse cuenta de que la Iglesia Católica inventó el infierno como una táctica de miedo". La web añade que "no hay nada memorable en este Robin Hood, incluso cuando te ríes de él, y ese puede ser uno de los peores destinos para una película". Esta web considera que el actor que interpreta al cardenal sabe que el filme es pésimo y colabora activamente en lograr risas del público.
Cuero ajustado y violencia de videojuego
Las risas, insisten los críticos, no es porque la película tenga humor -que no lo pretende- sino porque es tan mala y absurda que el público se lo toma en broma. Los proscritos de Sherwood (y los pobres en general) van vestido con cuero ajustado que hace pensar en "Assassin's Creed" y el combate es de videojuego ("Call of Duty en Arabia con arcos y flechas"), pero sin llegar a enganchar.
La crítica del CNS remata la tarea con dureza: "La imagen del catolicismo que ofrece el director Otto Bathurst es cronológicamente desabrida y podría ser 'hip' actualizar este material antiguo si no fuera no solo anticomplaciente sino grotesca y moralmente obscena. La película contiene mucho ánimo anticatólico, mucha violencia dura, a veces gore, incluyendo tortura, sensualidad no gráfica...". En fin, no es una opción para ver en familia en Navidad.
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