El auge de los ilustradores católicos: una original y eficaz forma de nueva evangelización
Durante los últimos años, y en gran parte también gracias al papel de las redes sociales, se ha ido produciendo un auge de ilustradores católicos, que a través de sus creaciones muestran temas de fe y los presentan de manera diferente, llegando así además a un público más amplio, en ocasiones no creyentes.
Babanguda es el pseudónimo de una joven ilustradora que pretende aprovechar su talento y ponerlo al servicio de la evangelización. “Yo antes dibujaba lo que me apetecía, pero desde que he descubierto que Dios me ama, siento la necesidad de contárselo a los demás”, explica esta madrileña a El Debate.
Esta joven trabaja como profesora de Religión y es una de las fundadoras de Crealive, un grupo con el que buscan “despertar” a los jóvenes católicos con inquietudes artísticas.
Moisés (Editorial Bendita María) es el primer proyecto de Crealive, que busca aglutinar los esfuerzos de los dibujantes cristianos con la inquietud de expresar un modo nuevo su fe cristiana. “Yo no soy buena hablando, pero Dios me ha dado la habilidad de dibujar”, afirma.
Babanguda y dos amigos –Alex Rooney y Felipe de la Vega– hicieron pública la propuesta de Crealive, y van surgiendo personas que se ofrecen a poner a disposición su talento artístico.
Moisés (Editorial Bendita María), su primer proyecto, es un libro ilustrado que recoge “el gran tesoro judío de los midrashim”, historias o comentarios con las que los rabinos judíos buscan facilitar la comprensión de la Torá.
La inspiración de ilustrar los midrashim le llegó cuando atravesaba un momento familiar complicado: “Le pedí luz a Dios y Él me inspiró; en estos cuentos empecé a conocer una imagen de Dios muy cercana, incluso humana”, relata. Moisés cuenta con las ilustraciones de Babanguda, Rooney y Regina Jiménez –que firma como Vicoswhat–, y muestra los detalles de la vida oculta del profeta judío.
Crealive tiene entre manos varios proyectos, como la segunda parte de Moisés y las adaptaciones de otros midrashim, como los referidos al Génesis o a la vida de Abraham.
“¡Me encantaría organizar una exposición en la calle, como hacen en Malasaña! Pintar cierres… mostrar la fe sin miedo”, asegura, y concluye su reflexión con un apunte introspectivo. “Yo no soy buena hablando, pero Dios me ha dado la habilidad de dibujar… así que hago lo que esté en mi mano, me guste o no: siento la necesidad –proclama– de dar la vida por esto”.