El libro cumple 40 años; se inspiró en un caso real de 1949
William P. Blatty, autor de El Exorcista: «Es una novela de fe, no quería dar miedo»
El escritor pide que su popular novela, se lea «en el verdadero espíritu de Todos los Santos», como «una ayuda a la fe».
William Peter Blatty tiene ya 81 años, está casado y ha criado 7 hijos. Cuando se acerca Halloween siempre le llaman de televisiones y revistas para hablar de cosas "que den miedo": él publicó hace 40 años "El exorcista", una novela que enseguida vendió 13 millones de copias en EEUU y sigue aterrorizando en todo el mundo. Dio origen a la famosa película de Friedkin de 1973, considerada por muchos la más terrorífica de la historia del cine.
El pasado 28 de octubre, en un artículo en FoxNews.com, Blatty intentaba convencer al mundo de que él no escribio la novela para asustar, sino por razones espirituales.
"La verdad es que mientras trabajaba en El Exorcista, lo que pensé que estaba escribiendo era una novela de fe en el ropaje popular de una historia de detectives, lleno de suspense; en otras palabras, un sermón en el que nadie se durmiese. Sigo sin admitir la más mínima intención de asustar al lector".
De hecho, "yo era novelista cómico ("¿Por dónde se va a la Meca, Jack?") y guionista de películas cómicas como la del Inspector Clouseau, "Un tiro en la oscuridad", recuerda Blatty.
"Aún sigo deseando, -admitámoslo, contra toda esperanza- que El Exorcista se recuerde en esta época del año no por sus escalofríos, sino por tratar de almas, porque entonces sí sería el verdadero espíritu de Halloween, que es la forma de abreviar All Hallows Day, el Día de Todos los Santos".
"Cuando oí hablar por primera vez en 1949 de un caso real de posesión demoníaca y de un exorcismo cerca, mientras estudiaba en la Universidad de Georgetown, recuerdo que pensé: alguien, algún día, tiene que escribir sobre esto, porque si una investigación demostrase que la posesión es real, ¡qué ayuda sería para la fe titubeante de, quizá, millones!, porque si hay demonios, ¿por qué no ángeles? ¿Por qué no Dios?"
Blatty afirma que su novela se basó sobre todo en su investigación sobre "descripciones consistentes de posesiones y sus síntomas incluso en antiguas crónicas egipcias, en cada periodo y cultura histórica", más que en el caso real de 1949, del cual tiene una carta del sacerdote que lo realizó, William Bowdern, afirmando: "era un caso real; no tuve ninguna duda entonces y no la tengo ahora".
Para Blatty, se trata sobre todo de una historia de amor y sacrificio por salvar un alma. "El sacerdote gana: engaña al demonio, lo hace salir de la chica y hacer que entre en él; luego lucha contra el impulso del demonio por estrangular a la chica y se arroja por la ventana en un esfuerzo por conseguir que no haga más daño a Regan. La muerte del cuerpo no es una derrota; solo la muerte del espíritu es una pérdida verdadera", declara el escritor en una entrevista en The Washington Post para quien no entienda el final.
Blatty, norteamericano hijo de libaneses, ganó el Oscar al Mejor Guión Adaptado por la película de 1973, el premio de la Academia de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror por "La novena configuración" (1980) y el premio Gabriel de la National Association of Catholic Broadcasters por un capítulo de la serie televisiva "Insight" ("Watts Made Out of Thread").
El caso real que inspiró la novela
Lo que desencadenó la imaginación de Blatty fue el artículo del The Washington Post del 20 de agosto de 1949, firmado por Bill Brinkley, titulado "Un sacerdote libra a un joven de Mount Rainier de las garras del demonio".
En 1993, Thomas B. Allen publicó Possessed: The True Story Of An Exorcism, que analiza el caso real de 1949, a partir (dice el autor) de un diario de 1949 que los sacerdotes implicados realizaron como guía para futuros exorcismos y que le cedió el padre Halloran, uno de los ayudantes de Bowdern en el caso. La mayoría de las webs que hablan de "el caso real que inspiró El Exorcista" se remiten a este libro.
En 1998 (con copia en Internet en 1999), el periodista Mark Opsasnick puso en duda muchos datos del libro de Allen en un artículo en "Strange Magazine" que puede leerse en www.strangemag.com/exorcistpage1.html . Para empezar, el joven protagonista, un chico de 13 años, no sería de Mount Rainier, Maryland, sino de un pueblecito cercano, Cottage City. Opsasnick explica que no encontró a nadie en Mount Rainier que hubiera conocido el caso de cerca, y sí lo hizo en Cottage City, llegando hasta un chico (entonces ya un hombre de más de 50 años) cuyos problemas, en su opinión, pueden explicarse desde la mera psiquiatría. Los curas implicados, además, eran todos "novatos" en temas exorcísticos. Habló con el padre Halloran, quien dijo que había quemado su copia del diario de 1949. Y Allen se negó a colaborar o comentar nada con Opsasnick.
Sí se confirmaron en su investigación cosas que de alguna manera aún se vislumbran incluso en la película: una familia luterana alemana religiosa (que se convierte al catolicismo tras el suceso); un padre poco implicado; un hijo solo, que practicaba espiritismo con una tía...
El padre Walter H. Halloran fue el sacerdote implicado en el exorcismo que murió más recientemente, el 1 de marzo en 2005, a los 83 años (fue un hombre valiente: capellán de los paracaidistas en Vietnam hasta 1971, con dos estrellas de bronce). El principal exorcista fue el padre William Bowdern, pastor de la parroquia de San Francisco, en Saint Louis, con la ayuda del padre Raymond Bishop (director entonces del departamento de educación de la Universidad de Saint Louis) y permiso formal del arzobispo Joseph E. Ritter. El padre Bowdern murió en 1983 con 86 años y Bishop en 1978 con 72. Las sesiones del exorcismo tuvieron lugar del 16 de marzo al 18 de abril de 1949 en el Alexian Brothers Hospital de Saint Louis, en una rectoría cercana y en casa de unos parientes del chico en Normady, Missouri.
El pasado 28 de octubre, en un artículo en FoxNews.com, Blatty intentaba convencer al mundo de que él no escribio la novela para asustar, sino por razones espirituales.
"La verdad es que mientras trabajaba en El Exorcista, lo que pensé que estaba escribiendo era una novela de fe en el ropaje popular de una historia de detectives, lleno de suspense; en otras palabras, un sermón en el que nadie se durmiese. Sigo sin admitir la más mínima intención de asustar al lector".
De hecho, "yo era novelista cómico ("¿Por dónde se va a la Meca, Jack?") y guionista de películas cómicas como la del Inspector Clouseau, "Un tiro en la oscuridad", recuerda Blatty.
"Aún sigo deseando, -admitámoslo, contra toda esperanza- que El Exorcista se recuerde en esta época del año no por sus escalofríos, sino por tratar de almas, porque entonces sí sería el verdadero espíritu de Halloween, que es la forma de abreviar All Hallows Day, el Día de Todos los Santos".
"Cuando oí hablar por primera vez en 1949 de un caso real de posesión demoníaca y de un exorcismo cerca, mientras estudiaba en la Universidad de Georgetown, recuerdo que pensé: alguien, algún día, tiene que escribir sobre esto, porque si una investigación demostrase que la posesión es real, ¡qué ayuda sería para la fe titubeante de, quizá, millones!, porque si hay demonios, ¿por qué no ángeles? ¿Por qué no Dios?"
Blatty afirma que su novela se basó sobre todo en su investigación sobre "descripciones consistentes de posesiones y sus síntomas incluso en antiguas crónicas egipcias, en cada periodo y cultura histórica", más que en el caso real de 1949, del cual tiene una carta del sacerdote que lo realizó, William Bowdern, afirmando: "era un caso real; no tuve ninguna duda entonces y no la tengo ahora".
Para Blatty, se trata sobre todo de una historia de amor y sacrificio por salvar un alma. "El sacerdote gana: engaña al demonio, lo hace salir de la chica y hacer que entre en él; luego lucha contra el impulso del demonio por estrangular a la chica y se arroja por la ventana en un esfuerzo por conseguir que no haga más daño a Regan. La muerte del cuerpo no es una derrota; solo la muerte del espíritu es una pérdida verdadera", declara el escritor en una entrevista en The Washington Post para quien no entienda el final.
Blatty, norteamericano hijo de libaneses, ganó el Oscar al Mejor Guión Adaptado por la película de 1973, el premio de la Academia de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror por "La novena configuración" (1980) y el premio Gabriel de la National Association of Catholic Broadcasters por un capítulo de la serie televisiva "Insight" ("Watts Made Out of Thread").
El caso real que inspiró la novela
Lo que desencadenó la imaginación de Blatty fue el artículo del The Washington Post del 20 de agosto de 1949, firmado por Bill Brinkley, titulado "Un sacerdote libra a un joven de Mount Rainier de las garras del demonio".
En 1993, Thomas B. Allen publicó Possessed: The True Story Of An Exorcism, que analiza el caso real de 1949, a partir (dice el autor) de un diario de 1949 que los sacerdotes implicados realizaron como guía para futuros exorcismos y que le cedió el padre Halloran, uno de los ayudantes de Bowdern en el caso. La mayoría de las webs que hablan de "el caso real que inspiró El Exorcista" se remiten a este libro.
En 1998 (con copia en Internet en 1999), el periodista Mark Opsasnick puso en duda muchos datos del libro de Allen en un artículo en "Strange Magazine" que puede leerse en www.strangemag.com/exorcistpage1.html . Para empezar, el joven protagonista, un chico de 13 años, no sería de Mount Rainier, Maryland, sino de un pueblecito cercano, Cottage City. Opsasnick explica que no encontró a nadie en Mount Rainier que hubiera conocido el caso de cerca, y sí lo hizo en Cottage City, llegando hasta un chico (entonces ya un hombre de más de 50 años) cuyos problemas, en su opinión, pueden explicarse desde la mera psiquiatría. Los curas implicados, además, eran todos "novatos" en temas exorcísticos. Habló con el padre Halloran, quien dijo que había quemado su copia del diario de 1949. Y Allen se negó a colaborar o comentar nada con Opsasnick.
Sí se confirmaron en su investigación cosas que de alguna manera aún se vislumbran incluso en la película: una familia luterana alemana religiosa (que se convierte al catolicismo tras el suceso); un padre poco implicado; un hijo solo, que practicaba espiritismo con una tía...
El padre Walter H. Halloran fue el sacerdote implicado en el exorcismo que murió más recientemente, el 1 de marzo en 2005, a los 83 años (fue un hombre valiente: capellán de los paracaidistas en Vietnam hasta 1971, con dos estrellas de bronce). El principal exorcista fue el padre William Bowdern, pastor de la parroquia de San Francisco, en Saint Louis, con la ayuda del padre Raymond Bishop (director entonces del departamento de educación de la Universidad de Saint Louis) y permiso formal del arzobispo Joseph E. Ritter. El padre Bowdern murió en 1983 con 86 años y Bishop en 1978 con 72. Las sesiones del exorcismo tuvieron lugar del 16 de marzo al 18 de abril de 1949 en el Alexian Brothers Hospital de Saint Louis, en una rectoría cercana y en casa de unos parientes del chico en Normady, Missouri.
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