Robin Hood, antes de la leyenda
Robin Longstride es un hombre del pueblo, valiente soldado de a pie, que regresa de la cruzada emprendida por su rey, el inglés Ricardo Corazón de León. Antes de llegar a su país, el monarca se ´entretiene´ asaltando un castillo francés, envite en el que pierde la vida.
Es la ocasión que Robin y otros ´alegres camaradas´ aprovechan para desertar. Pero una serie de circunstancias les llevan a suplantar a la comitiva que debía dar la noticia del deceso del monarca. Juan será el nuevo rey, y Robin debe dirigirse a casa del padre de un fallecido caballero del que tomó su identidad, para cumplir cierta promesa. Allí conocerá a la bella mujer fuerte lady Marian.
Entretenida inmersión de Ridley Scott en el mito Robin Hood, que imagina cómo el personaje llegó a ser el proscrito refugiado en el bosque de Sherwood, y eternamente perseguido por el sheriff de Nottingham. El planteamiento del cineasta británico combina el puro espectáculo de acción concebido para el gran público -donde el referente inmediato sería Gladiator, también protagonizado por Russell Crowe- y la mirada del medievo acorde con la sensibilidad moderna -al estilo de El reino de los cielos, pero con más sutileza-.
De modo que el ritmo es trepidante, con una magnífica puesta en escena que saca todo el rendimiento a la ambientación medieval, fantástica dirección artística. Se hace muy atractiva la campiña inglesa -la cosa recuerda a la Comarca de El Señor de los Anillos, y es lógico, pues J. R. R. Tolkien se inspiró en ella-, las escenas de batallas están perfectamente coreografíadas -el ataque al castillo, y la batalla en la playa, que recuerda al día D imaginado por Steven Spielberg en Salvar al soldado Ryan-, y el vuelo de las flechas está muy logrado.
La mirada contemporánea no falta en el guión de Brian Helgeland, no en vano hay que recordar que en 2001 firmó el libreto de Destino de caballero. Aquí ha tomado como referente un marco histórico que da un realismo al film que lo aleja de la simple aventura, pero el enfoque es el de alguien del tercer milenio, lo que se subraya al presentar a Robin y a su progenitor como precedentes de la democracia, nada menos, al reclamar una carta de derechos para todos los hombres. Se habla así de libertad, de derecho a una vida digna, y a no ser ´freído´ a impuestos. De modo que se pone el acento en el individuo y sus libertades, y se critica a los que ostentan la autoridad, reyes, gobernantes y jerarquía eclesiástica, que se atreven a invocar el nombre de Dios para justificar sus acciones sangrientas o de expolio. Todo muy políticamente correcto -incluido el toque feminista-, con un esfuerzo para no ´herir´ demasiado a nadie.
El film acierta completamente en su reparto, todos los actores están perfectos, casi parece injusto empezar a hacer aquí la glosa de las virtudes de cada uno, por el riesgo inevitable de dejar a alguien fuera. Pero resaltemos la química Russell Crowe-Cate Blanchett, que permite plantear alguna simpática escena de guerra de sexos; el villano fuerte de Mark Strong y el voluble de Oscar Isaac; el anciano ciego de Max Von Sydow; el político pragmático de William Hurt; o el grandullón Pequeño Juan Kevin Durand. (Decine21)
Película para jóvenes.
FICHA TÉCNICA | ||
Título: | Robin Hood | |
Director: | Ridley Scott | |
Intérpretes: |
Russell Criwe, Cate Blanchett, Mark Strong, Matthew Macfadven, Danny Huston, Kevin Durand, William Hurt, Max Von Sydow, Oscar Isaac, Eileen Atkins, Mark Addy, Scott Grimes, Ana Doyle, Douglas Hodge, Léa Seydoux, Robert, Pugh
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Estreno: | 14/05/2010 | |
Duración: | 141 minutos | |
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