Men in black III
Tercera entrega de la saga de los "hombres de negro", dirigida una vez más por Barry Sonnenfeld.
El argumento se centra ahora en una ancestral rivalidad entre un malvado alienígena llamado Boris el Animal y el duro agente K. Tras escapar de la prisión donde ha permanecido 30 años, Boris viajará al pasado para matar a K, que es el hombre que le condujo a la cárcel y que le seccionó uno de sus brazos.
La película mantiene todas las constantes de las anteriores películas de la saga, entre ellas las diferencias de carácter entre el pavisoso Agente K (Tommy Lee Jones) y el locuaz agente J (Will Smith), diferencias aquí convertidas en clave de la trama, pues pueden ser consecuencia de un suceso secreto ocurrido en el pasado. Sonnenfeld sigue por otro lado aportando frecuentes golpes de humor, apariciones de alienígenas rarísimos y, por supuesto, estudiadas dosis de acción. Sin embargo, el resultado no pasa de entretenido y es claramente inferior al de las dos anteriores películas. Esto puede deberse a que los gags apenas sorprenden pues se basan en un planteamiento fantasioso que da muestras de estar agotado: falta inspiración y los chistes de Will Smith suenan enlatados, repetitivos. Esa sensación también aumenta porque el tono general quiere ser, en este caso concreto, un poco más serio, debido al propio argumento ideado por un equipo de cuatro guionistas diferentes. Y a la postre esa elección de aportar gravedad al asunto se revela un error. De todas formas, hay momentos que funcionan, claro está, como la escena en la que se desenmascara a Andy Warhol, el panorama histórico-visual de la caída desde el Chrysler Building y algún otro. Por otro lado, la acción está muy bien rodada, aunque es más escasa que otras veces y a decir verdad el 3D tampoco ayuda mucho a ensalzarla.
En cuanto al reparto, se incorpora Josh Brolin (No es país para viejos) en el papel de K en su juventud. El actor es una elección perfecta pues parece una réplica sin arrugas del pétreo agente K. Y también destaca la gran Emma Thompson, cuyo mínimo papel también tiene sus secretos y además regala uno de los gags más tontorrones y tronchantes de la película. (Decine 21)
Película para jóvenes.