Herejías antiguas en las Sectas de hoy
Herejías antiguas en las Sectas de hoy
Cuando San Pablo escribe a los Corintios les enseña que es necesario que haya herejías:
Porque es necesario que entre vosotros haya bandos, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados. 1Cor 11,19. A través del error se manifiesta quienes son los están aprobados en la fe, o sea los que viven una doctrina ortodoxa y no se han dejado confundir por el error doctrinal.
A lo largo de la historia de la Iglesia, han existido muchas herejías, las cuales fueron combatidas inicialmente por los Santos Padres , algunas duraron varios siglos, como el arrianismo, otras en cambio duraron menos tiempo. No hay una época en la cual no haya herejías, pues incluso en la época de los apóstoles ya se decía: Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 1Juan 2,19
Hoy en día estas herejías antiguas han vuelto, y se pueden ver manifestadas en varias de las Sectas que existen en la actualidad. En este artículo analizaré estas similitudes.
Arrianismo, Macedonianismo en Testigos de Jehová:
Arrio, fue un sacerdote de Alejandría, que vivió entre el 256 y el 336 y enseñó que el Hijo de Dios, Jesús no era verdadero Dios, estaba subordinado al Padre y este le había creado. Para Arrio, Cristo no era eterno, sino que tenía un comienzo y por tanto era creación del Padre, para apoyar esta idea usaba el texto de Juan 14,28 donde se habla de que el “Padre es mayor que yo”. Las ideas de Arrio fueron declaradas heréticas tanto en Nicea como en el primer concilio de Constantinopla (381.d.C). Sería fundamentalmente San Atanasio de Alejandría el padre de la Iglesia que más fuerte combatió el arrianismo.
Tiempo después hacia el siglo IV surge Macedonio, Patriarca de Constantinopla quien afirmaba que el Espíritu Santo no era una persona divina. Consideraba al Espíritu Santo como una criatura subordinada al Padre y al Hijo. Al ser criatura y no compartir la mismo substancia o naturaleza del Padre ni del Hijo era por tanto inferior a estos.
Contra los errores de estos grupos, San Atanasio, los tres Padres Capadocios (San Basilio, San Gregorio Nacianceno y San Gregorio de Nisa) y Dídimo de Alejandría defendieron la divinidad del Espíritu Santo y su consustancialidad con el Padre. Esta herejía fue condenada por un Sínodo en Alejandría (362) bajo la presidencia de San Atanasio, por el segundo Concilio de Constantinopla (381) y por un Sínodo Romano (382) presidido por el Papa Dámaso. El Concilio de Constantinopla añadió un importante artículo al símbolo de Nicea, en el que se afirma la divinidad del Espíritu Santo (Dezinger 86)
Hoy en día sin embargo los Testigos de Jehová basándose en el texto de Col 1,15-18 niegan la divinidad de Cristo, afirmando es “el primer ser creado”, tal como enseño Arrio. Pero también niegan la divinidad del Espíritu Santo, considerando a este como una fuerza ni siquiera como persona, como si afirmó Macedonio.
“Por tanto si el Espíritu del Padre habla por medio de los apóstoles, enseñándoles lo que deberán responder, y lo que es enseñado por el Espíritu es sabiduría, que no podemos imaginar que sea diversa de la del Hijo, resulta claro que el Espíritu es de la misma naturaleza que el Hijo y que el Padre, del cual es Espíritu. Pero el padre y el Hijo son una sola cosa. Por tanto la Trinidad está unidad por la unidad de sustancia. “ (Dídimo de Alejandría, Tratado sobre el Espiritu Santo 86; BPa 36,86-87).
Sabelianismo, Adopcionismo en la Luz del Mundo y en los Unitarios:
Sabelio fue un sacerdote del siglo III que vivió en Roma. Este hereje enseñó que el único Dios existente se ha manifestado de 3 modos diferentes, como Padre en el AT, como Hijo en el NT y como Espíritu Santo después de Pentecostés. Junto a él hubo también otros defensores de esta doctrina ( que posteriormente paso a llamarse modalismo, por la afirmación de que Dios se manifiesta de 3 modos distintos) como fue Noeto de Esmirna, Praxeas de Asia menor.
Los principales Padres de la Iglesia que combatieron esta herejía fueron Hipolito, Tertuliano y también el Papa San Calixto que excomulgaría a Sabelio. También condenó esta herejía el Papa San Dionisio.
Dentro de la herejía “monarquinista” ( herejía que enseña que en Dios no hay más que una persona ), existen dos tendencias, la sabeliana o modalista que ya hemos visto, y la “adopcionista”. Esta última fue profesada por Teodoro el Curtidor hacia el año 190 D.C el cuál sería excomulgado por el Papa Victor I y por Pablo de Samosata, obispo de Alejandría contra el que se enfrentó Malquión de Antioquia y fue destituido como obispo por un sínodo en el 268. El adopcionismo básicamente enseñaba que: Cristo nació como puro hombre, y fue en el bautismo donde Dios lo “adopta como Hijo” y le dota de poder divino. De esta manera niegan la eternidad del verbo (Juan 1,1 ; Heb 1,1-3) , su divinidad, y su Consubstancialidad con el Padre.
La Secta La Luz del mundo profesa en sus creencias estas dos herejías, afirmando que Cristo no nació como Dios, sino que después del bautismo fue adoptado por el Padre ( nació como criatura humana). Por su parte los Pentecostales Unitarios y muchos otros cristianos “unitarios” siguen practicando la doctrina modalista o sabelianista, la cual como ya vimos que condenada al menos por 2 Papas. Quizás la referencia bíblica más clara que refuta estas posturas es: Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. Juan 17,5. Si Jesús, afirma que tuvo gloria al lado del Padre antes de la creación del mundo, significa claramente que existía ya y era diferente al Padre, por eso dice “a su lado” luego si ya existía no puede ser “un modo de Dios” o “una nueva manifestación de Dios”, simplemente es una persona divina que habitaba desde la eternidad con el Padre y que, en un momento dado, si se manifiesta en carne, como hombre.
Pero no son menos de reprender quienes opinan que el Hijo es una criatura, y creen que el Señor fue hecho, como otra cosa cualquiera de las que verdaderamente fueron hechas, como quiera que los oráculos divinos atestiguan un nacimiento que con Él dice y conviene, pero no plasmación o creación alguna. Es, por ende, blasfemia y no como quiera, sino la mayor blasfemia, decir que el Señor es de algún modo hechura de manos. Porque si el Hijo fue hecho, hubo un tiempo en que no fue. Ahora bien, Él fue siempre, si es que está en el Padre, como Él dice (Ioh. 14, 10 s). Y si Cristo es el Verbo y la sabiduría y la potencia —todo esto, en efecto, como sabéis, dicen las divinas Escrituras que es Cristo [cf. Ioh. 1, 14 1 Cor. 1, 24]—, todo esto son potencias de Dios. Luego si el Hijo fue hecho, hubo un tiempo en que no fue todo esto; luego hubo un momento en que Dios estaba sin ello, lo cual es la cosa más absurda. (San Dionisio Papa, Sobre la Trinidad, Carta contra Triteístas y Sabelianos año 260).
Triteísmo en el Mormonismo:
En la Obra“Enseñanzas del profeta Jose Smith” dice así:
“Siempre he declarado que Dios es un Personaje distinto, que Jesucristo es un Personaje aparte y distinto de Dios el Padre, y que el Espíritu Santo es otro Personaje distinto, y es espíritu; y estos tres constituyen tres Personajes distintos y tres Dioses”. (Enseñanzas del profeta Jose Smith capitulo 2 pag 44)
Con esta declaración el mormonismo afirma que no cree en el concepto cristiano de la “Trinidad” sino en que existen 3 dioses distintos, para el mormón, el Padre es un Dios distinto del Dios Hijo y distinto del Dios Espíritu Santo. Esta doctrina sin embargo no es nueva para nosotros, ya se conocía en la antigüedad como la Herejía Triteista. Dicha herejía se conocía como aquella que dividia la substancia de la Santísima Trinidad en 3 substancias distintas. Su fundador fue Juan Ascunage, director de la Escuela sofista de Antioquia el cual había sido un seguidor del monofisismo, y acabo cayendo en este error teológico, sin embargo sería Juan Filoponos ( 565 d.C) quien más lo dio a conocer. No obstante hemos de decir que esta herejía se remonta a los tiempos de Marción, quien fue su iniciador, y luego desaparece hasta los tiempos de Juan Filoponos que la resucitará en sus obras. Este autor, es conocido por ser el primer comentarista cristiano de Aristóteles. Juan identificó la naturaleza y la persona (ousia e hipóstasis), y así, en la cristología, vino a caer en el monofisismo, y en la doctrina trinitaria, en el triteísmo. Según él, las tres divinas personas son tres individuos de la divinidad de forma parecida a como tres hombres son tres individuos de la especie humana. Puso, por tanto, en lugar de la unidad numérica de esencia, una unidad específica.
La Iglesia Católica condenó varias veces esta herejía, en primer lugar el Papa San Dionisio en una carta escrita entre el 259-260 donde condena el Sabelianismo, condena también el Triteísmo de Marción:
Éste fuera el momento oportuno de hablar contra los que dividen, cortan y destruyen la más venerada predicación de la iglesia, la unidad de principio en Dios, repartiéndola en tres potencias e hipóstasis separadas y en tres divinidades; porque he sabido que hay entre vosotros algunos de los que predican y enseñan la palabra divina, maestros de semejante opinión, los cuales se oponen diametralmente, digámoslo así, a la sentencia de Sabelio. Porque éste blasfema diciendo que el mismo Hijo es el Padre y viceversa; aquéllos, por lo contrario, predican, en cierto modo, tres dioses, pues dividen la santa Unidad en tres hipóstasis absolutamente separadas entre sí. Porque es necesario que el Verbo divino esté unido con el Dios del universo y que el Espíritu Santo habite y permanezca en Dios; y, consiguientemente, es de toda necesidad que la divina Trinidad se recapitule y reúna, como en un vértice, en uno solo, es decir, en el Dios omnipotente del universo. Porque la doctrina de Marción, hombre de mente vana, que corta y divide en tres la unidad de principio, es enseñanza diabólica y no de los verdaderos discípulos de Cristo y de quienes se complacen en las enseñanzas del Salvador. Éstos, en efecto, saben muy bien que la Trinidad es predicada por la divina Escritura, pero ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento predican tres dioses.
Luego ni se debe dividir en tres divinidades la admirable y divina unidad, ni disminuir con la idea de creación la dignidad y suprema grandeza del Señor; sino que hay que creer en Dios Padre omnipotente y en Jesucristo su Hijo y en el Espíritu Santo, y que en el Dios del universo está unido el Verbo. Porque: Yo —dice— y el Padre somos una sola cosa [Ioh. 10, 30]; y: Yo estoy en e¿ Padre y el Padre en mí [Ioh. 14, 10]. Porque de este modo es posible mantener íntegra tanto la divina Trinidad como la santa predicación de la unidad de principio.(Carta del Papa San Dionisio contra el Sabelianismo y el Triteismo año 260 d.C).
El canónigo Roscelino de Compiegne (t hacia 1120) partía de un punto de vista nominalístico, según el cual solamente el individuo posee realidad, y enseñaba que las tres divinas personas son tres realidades separadas entre sí («tres res ab invicem separatae»), las cuales sólo moralmente se hallan unidas entre si por su armonía en voluntad y poder, como podrían estarlo tres ángeles o tres almas humanas. Su doctrina fue combatida por San Anselmo de Cantorbery y condenada en un sínodo de Soissons(1092)
En la edad media, es de importancia, por lo que respecta a la formulación eclesiástica del dogma trinitario, el concilio IV de Letrán (1215), que condenó el error triteísta de Joaquín de Fiore (Dz 428 ss).
Finalmente la propia Escritura enseña que Cristo y el Padre son uno (Juan 10,30) y no diferentes, por tanto se enseña una unidad aunque sean personas diferentes, esta unidad es en cuanto a substancia, a naturaleza por lo tanto las Sagradas Escrituras tampoco apoyan la doctrina mormona.
Jesus Urones-Apologista Católico
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