En el mundo, cada 40 segundos una persona se quita la vida, según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado con el título “Suicidios en el mundo”. Es el segundo estudio de la OMS sobre el tema, ya realizó otro en 2014.
A nivel mundial, el suicidio causa casi el doble de víctimas mortales que la malaria o que los homicidios provocados: casi 800.000 personas al año.
Entre los jóvenes de los 15 a los 29 años, a nivel mundial, el suicidio es la segunda principal causa de muerte después de los accidentes de tráfico.
En cifras absolutas, 8 de cada 10 suicidios se dan en países de bajos y medios ingresos (que es donde vive la mayoría de la población). Pero si se mide por tasa, hay más suicidios en los países ricos. La agencia de las Naciones Unidas detecta que los países con las más altas tasas de suicidio son Corea del Sur (20,2), India (16,5) y Japón (14,3).
Limitaron los pesticidas en Ceilán... y bajaron los suicidios
Los métodos más comunes para quitarse la vida son ahorcamiento, auto envenenamiento con pesticidas y armas de fuego. Mark Van Ommeren, psicólogo y coordinador de la OMS para la salud mental, declara: “Los pesticidas están entre los productos más fácilmente accesibles, sobre todo en los países rurales como China o India”. En zonas rurales, el instrumento más eficaz para reducir el número de suicidios es limitar el acceso a los pesticidas que son utilizados para el auto envenenamiento.
Sobre este tema, el caso mejor estudiado es Sri Lanka, donde una serie de prohibiciones ha llevado a una disminución del 70% en el número de suicidios: según las estimaciones, entre 1995 y 2015 se salvaron 93 mil vidas. En Corea del Sur, en los años 2.000 el herbicida “paraquat” era el más utilizado en los suicidios. Después de una prohibición sobre el producto, emitida entre 2011 y 2012, las muertes por envenenamiento disminuyeron en más de la mitad ya en 2013, informa AsiaNews.
En España los suicidios representan la primera causa de muerte no natural, por encima de los accidentes de tráfico. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, 10 personas se suicidaron al día en España en 2016. En España, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes, tras los tumores.
Suicidio y eutanasia... una cultura del matarse
Muchos piensan que es difícil intentar combatir el suicidio cuando el partido en el Gobierno y otros partidos de izquierdas intentan legalizar el suicidio asistido y la eutanasia, repitiendo incluso en el Parlamento que quitarse la vida es "muerte digna" y que matarse es la solución al sufrimiento. A un joven con depresión grave o con sufrimiento interno es difícil decirle que suicidarse está bien cuando lo pacta con un médico o una asociación eutanasista, pero no si él decide hacerlo por su cuenta.
Incluso puede pensar que mantenerse vivo es egoísta, como oye decir a algunos parientes respecto a tal o cual abuela enferma (ver "la eutanasia y la paradoja de la abuela enferma"). "El suicidio asistido le dice a la gente como yo que nuestras vidas no merecen ser vividas", avisa Zachary Schmoll, paralítico y autor del blog Entering the Public Square.
Muchos factores aumentan el riesgo de suicidio, pero uno de ellos, contundente, es el aborto: las mujeres que han abortado multiplican por 6 su riesgo de suicidio frente a las mujeres que han dado a luz, constató una investigación del Adelaide Centre for Bioethics and Culture. Y hay pediatras que predicen que las mutilaciones corporales que se hacen hoy en niños y adolescentes por ideología transexual llevarán en años próximos al suicidio a muchos de ellos.
Las familias rotas también aumentan el riesgo de suicidio infantil (The Lancet publicaba ya en 2003 un estudio realizado por investigadores europeos y norteamericanos expertos en Psiquiatría, Psicología y Epidemiología que concluía que los niños de hogares monoparentales son dos veces más propensos al suicidio). Algunos niños suicidas incluso dejan notas sobre ello a sus padres separados. Y nadie duda de que una ruptura familiar puede llevar al suicidio a muchos adultos.
Religiosidad contra el suicidio
Hay varios indicios de que la religiosidad ayuda a proteger contra el suicidio, y más específicamente la católica. Los ancianos católicos de Suiza (país con suicidio asistido legal desde hace muchos años) son 4 veces menos propensos a intentar suicidarse que los no religiosos, y la mitad de propensos que los protestantes.
Según la OMS, en 2012, países de cultura protestante y casi sin católicos, pero con buena situación económica, mostraban una tasa alta de suicidios (15,1 cada 100.000 habitantes en Islandia; 13,2 en Suecia; 11,2 en Dinamarca); en la España de 2012, con su grave crisis económica y sus desahucios, era de casi la mitad, un 7,1. (Más datos aquí)
5 claves para prevenir el suicidio juvenil
1. Propiciar un entorno familiar que transmita confianza y seguridad.
2. Conocer y estar pendiente de las amistades de nuestros hijos, así como de su actividad en redes sociales.
3. Detectar el llamado síndrome pre-suicida, que se da cuando los síntomas son más claros. Una comunicación fluida te ayudará a reconocer esta etapa.
4. No desestimar las intenciones suicidas de tu hijo en caso de que haya manifestado esta intención verbalmente.
5. Además de expertos, es importante que si tu hijo está en esta situación, también se sienta comprendido por su familia e iguales.
¿Dónde encontrar ayuda en España?
Teléfono de la Esperanza: 717 003 717.
Fundación Salud Mental España para la prevención de los trastornos mentales y el suicidio: o 91 083 43 93.
Prevensuic: Prevención del Suicidio. La primera app en español para prevenir el suicidio: www.prevensuic.org