El ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra es lo que se puede decir víctima del poder de los lobbies abortistas. Este doctor ha sido condenado, el próximo 11 de julio conocerá la pena impuesta, tras no realizar el aborto a una joven de 19 años embarazada de 23 semanas. Este doctor logró salvar la vida de la joven y del bebé, que fue dado en adopción y ahora con dos años crece feliz con una familia.
Lo más curioso del caso es que Rodríguez Lastra nunca fue denunciado por la madre sino por una diputada abortista, que utilizando el caso de esta joven se lanzó a la cacería de este médico.
Además, este ginécologo ha anunciado que será candidato a diputado nacional por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) en la Ciudad de Buenos Aires. Irá tercero en la detrás del pastor y médico Gabriel Ballerini y la referente de la Red Federal de Familias, María de los Ángeles Mainardi.
Mientras espera conocer la pena a la que se enfrenta comenta el caso, cómo lo está viviendo y lo que está por venir en una entrevista con Nicolás de Cárdenas en Actuall:
- ¿Por qué decidió hacerse médico y, en concreto, dedicarse a la Ginecología?
-La decisión de hacerme médico fue al despertar un interés por la ciencia, la investigación. Tuve una formación en la secundaria como técnico… Intenté otras áreas buscando algo que se acercara a mis expectativas. Me pareció que la relación con lo humanístico era lo que más llegaba a satisfacer. Y entre lo humanístico y lo científico, en esa conjunción encontré una respuesta en la Medicina.
En la medida en que fui estudiando Medicina, me interesaron las especialidades quirúrgicas y entre ellas la Ginecología, potenciado además por lo que significa la relación médico-paciente. En las pacientes mujeres he encontrado muy buena respuesta cuando empecé a hablar con ellas. También es cierto que son pacientes tienen muchas dolencias precisamente por su fisiología, por lo que me parece un excelente campo de trabajo.
-¿No le parece extraña -contraria al sentido común- la idea de ser condenado precisamente por no matar a un ser humano y salvar otra vida?
- Por supuesto, que me parece extraña, antinatural, desde un análisis más objetivo. Pero uno va viendo que en la sociedad actual se están produciendo muchos cambios de paradigma, hay muchas influencias desde lo ideológico, se estigmatiza a la gente -hoy se estigmatiza mucho a los hombres-.
A partir de ahí se encuentra una explicación a algo que es muy difícil de entender, porque jamás voy a entender por qué se condena siendo el resultado que hay dos personas que están vivas, con chances para elegir su camino.
-Se ha informado de que todos los ginecólogos del hospital objetaron en conciencia a practicar el aborto de su caso. ¿Es esta una posición generalizada en toda Argentina? ¿Cree que podrán preservar este derecho?
- En el lugar donde yo trabajo, la mayoría de los toco-ginecólogos son objetores de conciencia. En otros lugares las posiciones están más divididas. En lo que no lo está es en los médicos que no son toco-ginecólogos. Por ejemplo, los médicos de familia o de medicina general, no son tan afectos a ser objetores de conciencia. Reflexiono yo que es porque sólo dan una medicación y los procedimientos quirúrgicos y las complicaciones las tenemos que resolver los ginecólogos. Porque de otra manera es difícil entenderlo. Ojos que no ven, corazón que no siente, dice el dicho. Y ellos que no tienen un contacto cercano con los resultados de estos procedimientos sobre todo o principalmente cuando se trata de las complicaciones.
Preservar el derecho a la objeción de conciencia dependerá de nosotros, de los médicos, de que tomemos el toro por las astas y que nos pongamos firmes en que se respete nuestra dignidad, que se respete nuestro trabajo.
- ¿Cuáles son los próximos pasos a nivel jurídico en su caso?
- El próximo el 11 de julio habrá una etapa que se llama juicio de cesura en el que se establecerá la pena a cumplir por haber sido declarado culpable. Por otro lado, después de este juicio, tendremos un periodo para solicitar la apelación.
- Por cierto, ¿cómo se encuentra la bebé?
- El niño que nació producto de este caso está por cumplir dos años y adoptado en una familia que le da mucho amor. Una buena familia que lo cuidan muy bien. Lo digo porque tengo contacto con la madre y pude ver a través de fotografías cómo iba creciendo.
- ¿Le queda ánimo para seguir defendiendo la lex artis médica que indica la obligación de curar y si no es posible, aliviar?
- No existe otra manera en que yo pueda encarar mi trabajo. Yo fui formado para proteger la salud, para defender la vida o al menos para intentar hacerlo, porque sabemos que la Medicina no es una ciencia exacta, pero debe enfocarse a ello.
En tanto en cuanto vuelva a mi trabajo, voy a volver convencidísimo de que ese es el camino que debo seguir. Lo que ha pasado es un revés, pero de ninguna manera tiene que afectar a mis convicciones en cuanto a mi trabajo y en cuanto a cómo yo encaro mi responsabilidad en el mundo.
- En el plano profesional ¿en qué situación se encuentra ahora?
- A través de todo lo que está ocurriendo he decidido consultar con un psiquiatra y he tomado la decisión de aceptar la sugerencia de una licencia [baja] para poder sobrellevar esta situación y que esto no se transforme en algún problema que pueda verse reflejado en el ejercicio de mi profesión y en mi tarea cotidiana.
- ¿Se siente parte de un plan del que usted es la pieza ejemplarizante, el reo que antaño se colocaba en la plaza del pueblo para advertencia de todos?
- Creo que es el objetivo. En el afán de enmarcarlo dentro de algo medianamente comprensible o digerible por la opinión pública se habla del derecho de la mujer, se habla de salud y queda claro que lo último que se buscó en este caso es la protección de la salud y el derecho a la vida de la mujer y el derecho a la vida de un niño.
Por lo tanto todos los argumentos caen y lo que queda es que sólo se apunta a un fallo que intente adoctrinar. Es muy importante hacer esta lectura para que podamos los médicos reclamar el derecho a ser respetados.
- ¿Cuál es su deseo en estos momentos de zozobra tanto en lo personal como en lo social para Argentina respecto al aborto?
- Mi deseo es que esto nos permita el crecimiento como sociedad, que nos permita abrir nuestra mentes a opiniones distintas, que nos permita escuchar al otro, cuáles son sus razones, comprenderlas, tratar de armar con ellas un consenso.
Me parece que las posiciones radicales no son los que nos va a llevar a un buen puerto. Esto debe ser consensuado.
Este crecimiento debe darse sin grietas, sin posturas irreconciliables. Somos una sociedad y como sociedad tenemos que aceptar las opiniones. De esta discusión salen las leyes. Las leyes no salen de las imposiciones de un sector de la sociedad, desde las ideologías. Las leyes deben salir de un consenso. Esa es la alegría de una democracia. Me abono a ella y deseo que así sea.