El Instituto Nacional de Estadística ha difundido este 27 de junio las estadísticas "provisionales" de "Defunciones según la causa de muerte" en España en 2022.
España está muy envejecida (1 de cada 5 españoles tiene más de 65 años) y cada vez habrá más muertes por causas naturales: en relación con 2019 (año previo a la pandemia) en 2022 se produjeron 44.430 defunciones más (un aumento del 10,6%).
Respecto a la muerte por causas "externas", se constata que aumenta el número de suicidios, pasando de 3.539 en 2018 a 4.097 en 2022.
En realidad, del año 2000 al 2020, los suicidios en España se mantuvieron bastante estables, oscilando entre los 3.100 y los 3.900, independientemente de la situación económica del país.
Pero en 2021 y 2022, por primera vez, los suicidios superaron la barrera de los 4.000.
Y lo hacen coincidiendo con la legalización de la eutanasia y su promoción: durante varios años la prensa ha insistido, con reportajes, testimonios y aplausos de políticos, en lo maravilloso que es "irse", "acabar con todo", "dejar de sufrir", etc...
Las causas del aumento de suicidios e intentos de suicidios son complejas (por ejemplo, entre jóvenes; ¿soledad por redes sociales y familias rotas?; ¿efectos post pandemia?, estudios de 2022 detectaban que 4 de cada 10 jóvenes han pensado en el suicido) pero no puede pensarse que la Ley de Eutanasia y las alabanzas continuadas a esta práctica en los medios de comunicación no tienen ninguna relación con este crecimiento insólito.
¿Relación entre eutanasia y el suicidio sin médicos?
En algunos países, los defensores de la eutanasia y el suicidio médicamente apoyado dicen que son prácticas "necesarias" para evitar que la gente que se sufre se mate mediante suicidios improvisados, más o menos escabrosos. Argumentan que es "mejor" que un profesional les aplique un cóctel letal de fármacos. (En algunos países, como Suiza, ya no lo administra un profesional: el médico deja la dosis preparada y un voluntario suicidador que cobra un dinero anima y acompaña al suicida para que se lo tome; léalo aquí).
Los opositores a la eutanasia suelen responder que la eutanasia crea una cultura favorable al suicidio, incluso inductora a él, y lo hace de varias formas. Por ejemplo, una persona triste, deprimida o sufriente, al ver cómo eutanasian a personas a su alrededor (a menudo, entre halagos), puede sentir que no vale la pena vivir, y dar el paso por su cuenta, "sin molestar a nadie".
Además, igual que los suicidas dejan detrás parientes y amigos heridos, también lo hacen los que se eutanasian: el duelo por un pariente que se eutanasió no es igual que con una muerte natural. Por otra parte, la cultura eutanásica favorece el gaslighting (animar sutilmente a otros a suicidarse, o con coerción), que puede llevar a suicidios no medicalizados.
Además, un estudio en 2022 de David Albert Jones, director del Anscombe Bioethics Centre de la Universidad de Oxford, ya mostró que los países con eutanasia legalizada desde hace años (Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Suiza), tienen más suicidios, y no menos, que sus vecinos (léalo aquí).
"Cuando administras fármacos a personas para acabar con su vida, otras personas los tomarán por su cuenta, así que no es una sorpresa que, al final de todo, muera más gente”, explica el experto bioeticista con los datos sobre la mesa.
¿Cuántas eutanasias hubo el año pasado en España: 260 o 295?
El pasado jueves 22 de junio, al cumplirse 2 años de Ley de Eutanasia en España, la asociación activista proeutanasia DMD presentaba sus cifras, asegurando que habían recibido la eutanasia o suicidio asistido 295 personas en 2022, de las que la asociación declaraba conocer de cerca a un centenar.
Pero según el INE, que se basa en los certificados médicos de defunción, las personas que recibieron la eutanasia en España en 2022 fueron 260.
Pero según el INE, que se basa en los certificados médicos de defunción, las personas que recibieron la eutanasia en España a lo largo de 2022 fueron 260.
Respecto al año 2021, el INE contabiliza 59 personas eutanasiadas, pero Derecho a Morir detecta 75.
Eso suma un desfase de 52 muertos en dos años ya sugiere que el supuesto "estricto control" sobre la eutanasia no es tan "estricto", como denunciaba en un comunicado reciente la asociación E-Cristians.
Según el INE detalla, las personas que recibieron eutanasia o suicidio asistido en 2022 fueron 134 hombres y 126 mujeres, y casi 8 de cada 10 tenían más de 60 años.
Las enfermedades que declararon los eutanasiados en 2022 fueron sobre todo del sistema nervioso (117 casos, de los que un 42% tenían ELA, un 11% esclerosis múltiple y un 8% párkinson) y cáncer (74 personas, con una media de 71 años).