En la Basílica de San Pedro y ante buena parte del colegio cardenalicio, el Papa Francisco ha creado este 28 de junio 14 nuevos cardenales en un nuevo consistorio público. Once de ellos son electores y tres no tienen derecho a voto en un posible cónclave al superar los 80 años.
Los nuevos purpurados representan a once países distintos. Entre ellos hay tres italianos (Angelo de Donatis, Giovanni Angelo Becciu y Giuseppe Petrocchi); dos españoles (Luis Ladaria y Aquilino Bocos, no elector); un iraquí (Louis Raphaël Sako); un paquistaní (Joseph Coutts), un peruano (Pedro Barreto); un mexicano (Sergio Obeso, no elector); un boliviano (Toribio Ticona, no elector); un malgache (Desiré Tsarahazana); un japonés (Thomas Aquinas Manyo); un polaco (Konrad Krajewski); y un portugués (Antonio dos Santos Marto).
No mirar por encima del hombro
En su homilía, el Papa Francisco quiso dar algunas recomendaciones a los nuevos purpurados, que también sirvieran de recordatorios para los más veteranos. “Ninguno de nosotros debe mirar a los demás por encima del hombro, desde arriba. Únicamente nos es lícito mirar a una persona desde arriba hacia abajo, cuando la ayudamos a levantarse”, aseguró el Santo Padre.
De este modo, el Pontífice agregó que “los momentos importantes y cruciales en la vida dejan hablar al corazón y muestran las intenciones y las tensiones que nos habitan”, y por tanto, “tales encrucijadas de la existencia nos interpelan y logran sacar a la luz búsquedas y deseos no siempre transparentes del corazón humano”.
Citando el Evangelio, explicó como los discípulos tenían en su corazón la intención de “los primeros puestos, celos, envidias, intrigas, arreglos y acomodos”, lo que acaba generando rencillas y discusiones.
“¿De qué sirve ganar el mundo entero si se está corroído por dentro?, ¿de qué sirve ganar el mundo entero si se vive atrapado en intrigas asfixiantes que secan y vuelven estéril el corazón y la misión?”, se preguntó el Papa.
No desviar la mirada de lo importante
A los nuevos cardenales les invitó a “no dejarse derrotar y encerrar por lógicas mundanas que desvían la mirada de lo importante”. Es de esta manera que “Jesús nos enseña –añadió el Papa- que la conversión, la transformación del corazón y la reforma de la Iglesia siempre es y será en clave misionera, pues supone dejar de ver y velar por los propios intereses para mirar y velar por los intereses del Padre”.
La conversión significa, según Francisco, superar “nuestros egoísmos” y “crecer en fidelidad y disponibilidad para abrazar la misión”.
El Papa saluda al Louis Sako, patriarca de Babilonia de los Caldeos
Además, dijo a los presentes que “el Señor se nos adelanta para recordarnos una y otra vez que la única autoridad creíble es la que nace de ponerse a los pies de los otros para servir a Cristo. Esa es la mayor condecoración que podemos obtener, la mayor promoción que se nos puede otorgar: servir a Cristo en el pueblo fiel de Dios, en el hambriento, en el olvidado, en el encarcelado, en el enfermo, en el tóxico-dependiente, en el abandonado, en personas concretas con sus historias y esperanzas, con sus ilusiones y desilusiones, sus dolores y heridas”.
Los nuevos cardenales
En este consistorio el Papa ha querido tener un gesto especial con los cristianos perseguidos. Dos de los nuevos cardenales proceden de países donde los católicos han sufrido mucho, y siguen siendo atacados o discriminados por su fe. Concretamente Irak y Pakistán.
Louis Raphaël I Sako es patriarca de Babilonia de los Caldeos (Bagdad), y durante estos años ha experimentado el sufrimiento extremo de los cristianos iraquíes, sobre todo de la llanura de Nínive, donde Estado Islámico expulsó a miles de cristianos de sus casas.
El cardenalato es para él como “un llamado, una misión más larga, más abierta para trabajar en la promoción de la cultura del diálogo, de la paz, del respeto a todos”. Ha llamado a “una nueva pastoral para los cristianos iraquíes” pues, en su opinión, “no basta con que las personas regresen, necesitamos tenerlas en el lugar y darles esperanza, ayuda espiritual, moral y material”, señaló.
"No somos una Iglesia escondida"
A una difícil situación se enfrenta también Joseph Coutts, arzobispo de Karachi, que se ha convertido en el segundo cardenal en la historia de Pakistán. Ante un islamismo creciente, y con víctimas como Asia Bibi en el país, el purpurado alerta de una mayor islamización del país.
Pese a ello no tiene miedo: “Aunque somos un pequeño porcentaje, agradecemos a Dios que no somos una minoría silenciada o una Iglesia escondida, como en otros países. Tenemos voz, tenemos representantes en el parlamento y hasta tenemos la libertad de protestar”.
El Papa ha querido tener también un recuerdo con Madagascar, creando cardenal a Desiré Tsarahazana, arzobispo de Toamasina. Sigue así la línea de los últimos consistorios de elegir países con poca tradición o ninguna tradición cardenalicia. El nuevo cardenal se enfrenta al mismo problema. “El incremento del islamismo es palpable! ¡Es visible! Es una invasión. Con el dinero de países del Golfo y de Pakistán compran a la gente: hay jóvenes que van a estudiar a Arabia Saudí y que cuando regresan a Madagascar ejercen de imanes”, afirmaba en una entrevista reciente con Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Dos son los españoles creados cardenales, uno elector y otro sin derecho a voto por haber superado los 80 años.
Dos españoles más en el colegio cardenalicio
El teólogo mallorquín Luis Ladaria es en estos momentos el español de mayor alto rango en la curia vaticana al ser el prefecto de uno de los dicasterios más importantes, la Congregación para la Doctrina de la Fe. Era secretario de esta misma congregación hasta que en 2017 Francisco le eligió para sustituir al cardenal Müller.
Recientemente, el purpurado jesuita de 74 años se mostró contundente con los obispos alemanes y les envió una carta en la que les negaba dar la comunión a los cónyuges protestantes. “El texto de la propuesta suscita una serie de problemas de notable relevancia”, afirmaba Ladaria.
Aquilino Bocos es uno de los tres nuevos cardenales que no tendrá derecho a voto, al haber cumplido ya los 80 años. Entre 1991 y 2003 fue el superior de la congregación de los claretianos, y su elección es un nuevo reconocimiento del Papa a las órdenes religiosas.
Tres latinoamericanos, uno sólo con voto
Tres de los neocardenales proceden de Latinoamérica, aunque sólo uno, Pedro Barreto, arzobispo peruano de Huancayo, tiene derecho a voto. "La cercanía del Papa Francisco me compromete aún más a entregar mi vida como lo he intentado hacer durante más de 47 años de sacerdote y más de 57 años como jesuita al servicio de Cristo, al servicio de la Iglesia y en comunión muy cercana con el Obispo de Roma. Este es en definitiva mi compromiso, el cardenal es un servidor fiel de Cristo, de la Iglesia hoy, como respuesta a los grandes desafíos del mundo", afirmaba en una entrevista este peruano e 74 años.
Los otros dos americanos son Sergio Obeso, arzobispo emérito de Xalapa en México, y Toribio Ticona, prelado emérito de Corocoro, en Bolivia.
Además de Sako y Coutts, Asia también ha estado representada en el consistorio por Thomas Aquinas Manyo (69 años), arzobispo de Osaka, en Japón. En una zona con más de 15 millones de habitantes, los católicos de su diócesis no superan los 50.000, un 0,33% de la población.
Hay también varios curiales que han recibido el capelo. Giovanni Angelo Becciu, italiano de 70 años, se hará cargo en agosto de la Congregación para las Causas de los Santos. Hasta ahora era sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.
El limosnero, una figura con más peso con Francisco
Francisco ha querido también otorgar la dignidad cardenalicia al limosnero apostólico, el polaco Konrad Krajewski (54 años), con el que ha tenido un trato muy fluido debido al enorme interés que el Papa muestra siempre en los pobres.
Angelo de Donatis (64 años), vicario general de Roma, la diócesis del Papa, y su representante en ella, también es ya nuevo cardenal.
Por último, dos europeos también han entrado a formar parte del colegio cardenalicio. Por un lado, el portugués Antonio dos Santos Marto, (71 años) obispo de Fátima. El Papa visitó el pasado año este santuario mariano en la celebración del primer centenario de las apariciones de la Virgen a los pastorcitos. Este ha sido el sello que ha querido poner Francisco.
El segundo de ellos es el italiano Giuseppe Petrocchi (69 años), arzobispo de L´Aquila, zona que sufrió el devastador terremoto de 2009.
125 cardenales electores
Con este consistorio el colegio cardenalicio pasa a estar formado por 125 purpurados con derecho a voto en un eventual cónclave. El Papa superó el límite de 120 cardenales electores impuesto por Pablo VI, algo que otros papas también hicieron. Cuando Francisco hizo el anuncio, el Colegio Cardenalicio, que tiene 213 miembros, tenía 115 electores
De estos 125 purpurados, 59, es decir, la mayoría habrán sido nombrados por Francisco; 47 por su predecesor, Benedicto XVI, papa emérito, y 19 por Juan Pablo II. Francisco ha convocado en total cinco consistorios en los que ha tratado de equilibrar la presencia de cardenales provenientes de países que precisaban de mayor peso representativo. En el cónclave del que salió elegido el Papa Francisco, Europa tenía 60 cardenales; África, 11; Asia ,10; Oceanía sólo 1; América del Norte, 20, y América Latina, 13. Ahora, Europa cuenta con 53 cardenales electores; África y Asia tienen 15 cada uno; Oceanía, 4; América del Norte, 17, y Latinoamérica 17.
Quince cardenales españoles
Italia sigue siendo una superpotencia en cuanto a número de cardenales, con 41 purpurados, de los que 20 son electores y 21 son eméritos. Le sigue Estados Unidos, con 10 cardenales electores y 6 no electores y España que con este nombramiento pasa a tener 15 purpurados en el colegio cardenalicio, 11 electores y 6 no electores.