El viernes se pone a la venta en Italia el libro que recoge los escritos de Benedicto XVI posteriores a su renuncia al pontificado. Se titula Qué es el cristianismo (Mondadori) y el subtítulo lo presenta como Casi un testamento espiritual.
Póstuma por decisión propia
Es una obra póstuma por decisión del propio Joseph Ratzinger. Quizá no habría sido así de no mediar la polémica por su obra con el cardenal Robert Sarah Desde lo más hondo de nuestros corazones, sobre el sacerdocio católico, pero tras esa grave crisis en las relaciones con su sucesor, el Papa emérito decidió que no publicaría nada más hasta su muerte.
Llamó entonces a Elio Guerriero, su biógrafo italiano, a quien había confiado la preparación del volumen, y se lo dijo con total claridad: "Por mi parte, en lo que me quede de vida, ya no quiero publicar nada. La furia de los círculos contrarios a mí en Alemania es tan fuerte, que la aparición de cualquier palabra mía provoca enseguida por su parte un vocerío asesino. Quiero ahorrarme eso a mí mismo y a la cristiandad".
Son las palabras que Guerriero cita entrecomilladas en la presentación del libro, y evocan la reacción que suscitó aquel libro con Sarah, no solo por la cuestión de su autoría (que implicaba Benedicto en una advertencia contra la posible autorización de la ordenación de hombres casados pretextando el sínodo para la Amazonia), sino por la propia teología del sacerdocio expuesta en sus páginas, y rechazada por el ultraprogresista establishment eclesiástico germano.
El origen de Qué es el cristianismo (cuyo título evoca, como colofón a una vida, la Introducción al cristianismo de Joseph Razinger, una de sus primeras obras y la más célebre hasta el Informe sobre la fe con Vittorio Messori) es una idea del propio Guerriero, animado por el éxito en 2019 de Judíos y cristianos, los diálogos del Papa emérito con el rabino Arie Folger.
Elio, quien había publicado en 2016 la biografía Servidor de Dios y de la humanidad, le propuso entonces recoger todos sus escritos desde la renuncia al pontificado. Benedicto le dijo que lo pensaría, pero empezó a recopilar y trabajar sobre el material.
Tras el affaire del libro con Sarah, llegó la respuesta: aceptaba la idea, pero "ponía una condición tajante: la obra debía publicarse después de su muerte".
"Contento del resultado"
El 28 de junio de 2021, Guerriero visitó a Ratzinger y le encontró "contento del resultado" del escrito más valioso para él incluido en esta recopilación, el que se refiere al sacerdocio, respecto al cual el propio Benedicto dice ha sido "reelaborado" respecto al que "se publicó inicialmente en el volumen del cardenal Sarah", dándole "un nuevo centro de gravedad".
Cree que tras el decreto Presbyterorum ordinis del Concilio Vaticano II sobre el sacerdocio había quedado flotando "una omisión esencial causada por la exégesis bíblica moderna" en torno al ministerio pastoral: "He podido demostrar que el presbítero neotestamentario es un sacerdos, aunque en un sentido nuevo definido en la Cruz por el sumo sacerdote Jesucristo".
Joseph Ratzinger en estado puro
En los más de ocho años que ha vivido en el monasterio Mater Ecclesiae, Benedicto XVI escribió estos trabajos en alemán, pero quiso que la edición de referencia fuese la italiana, en traducción del propio Guerriero.
Qué es el cristianismo incluye textos ya publicados, otros reelaborados y algún inédito.
El propio Ratzinger los presenta:
-su intervención del 21 de octubre de 2014 en la inauguración del aula magna de la pontificia universidad Urbaniana;
-un texto "para aclarar el concepto de las religiones con las que la fe cristiana quiere dialogar";
-un capítulo sobre "la naturaleza y el devenir del monoteísmo", un texto "sobre el método del diálogo cristiano-islámico" y el agradecimiento por el doctorado honoris causa de la pontificia universidad de Cracovia; también el prólogo que escribió para la edición en lengua rusa del volumen de sus obras completas sobre la teología de la liturgia.
-en el tercer capítulo recoge el texto escrito sobre las relaciones judeo-cristianas y su intercambio epistolar con Arie Folger en septiembre y octubre de 2018, tan bien recibido en medios hebraicos (hubo tres rabinos en su presentación) como molesto para los adversarios alemanes de Ratzinger: "Las acusaciones sobre presuntas posiciones antijudías en mi pensamiento las rechacé terminantemente en su día", añade.
-el cuarto capítulo recoge una entrevista con el padre Daniele Libanori en la que aborda la cuestión de si Jesucristo debía morir para restaurar el orden del ser, trastocado por el pecado: "La respuesta clásica", explica Ratzinger, "fue elaborada por San Anselmo de Canterbury y hoy es para nosotros casi incomprensible": "En la entrevista he intentado mostrar cómo podemos hoy comprender racionalmente el motivo del sufrimiento y de la muerte de Jesucristo".
-Luego vienen dos textos, uno sobre el sacerdocio, antes citado, y otro sobre la Eucaristía, donde afronta el debate sobre la intercomunión (comunión de protestantes en misas católicas), "que periódicamente se replantea con fuerza en Alemania". Estudiar esto le ha permitido "una mirada más profunda" sobre la Presencia Real y una "nueva definición" de lo que significa comer y beber el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
-el siguiente capítulo trata "cuestiones morales" y "una contribución fundamenta sobre la cuestión de la Iglesia y del escándalo de los abusos sexuales".
-y un último capítulo sobre cuestiones históricas, como su texto por los cincuenta años de la Comisión Teológica Internacional (en el que hizo importantes revelaciones sobre su funcionamiento), un recuerdo a Juan Pablo II en el centenario de su nacimiento, unas palabras con motivo del 75º aniversario de la muerte del padre Alfred Delp (condenado a muerte por los nazis) y una entrevista sobre San José.
La sabiduría de San José, más que la propia
Sobre él dice Benedicto: "Cuanto más envejezco, con mayor claridad veo la figura de mi patrono. De él no nos ha llegado ninguna palabra, pero sí su capacidad para escuchar y actuar. Cada vez comprendo mejor que precisamente es su silencio el que nos habla y, más allá del conocimiento científico, quiere conducirme a la sabiduría".
Conocedor de la "competencia teológica" de Guerriero, Ratzinger le confía "esta mi última obra", que, según su editor y traductor es "casi un testamento espiritual dictado por la sabiduría de su espíritu y por su corazón de padre, siempre atento a las expectativas y a las esperanzas de los fieles y de todos los hombres".