Representantes de la Curia Romana y de la conferencia episcopal alemana mantuvieron una reunión este viernes en el Vaticano durante todo el día, en lo que ambas partes, en un comunicado conjunto, presentan como una continuación del diálogo iniciado durante la visita ad limina de los obispos al Papa en noviembre de 2022 y el encuentro mantenido el 26 de julio de 2023.
El clima fue "positivo y constructivo", señala la Santa Sede, y se abordaron "algunas cuestiones teológicas abiertas planteadas en los documentos del camino sinodal de la Iglesia en Alemania. Esto permitió identificar diferencias y convergencias", afirma el comunicado, "según el método adoptado en el informe final de síntesis del sínodo de la Iglesia universal de octubre de 2023".
Se acordó que se mantendrían intercambios regulares para evaluar los trabajos del camino sinodal alemán, que tuvo que ser frenado in extremis en febrero en su intención de votar conclusiones contrarias a la constitución divina de la Iglesia.
Los obispos alemanes, encabezados por su presidente, Georg Bätzing, obispo de Limburgo y uno de los más radicales en la ruptura con la doctrina católica, han tenido que someterse a la autoridad romana, al suscribir en el comunicado que las tareas que se emprenderán a partir de ahora entre las partes (que han fijado su próxima reunión antes del próximo verano) buscarán "identificar formas concretas de ejercer la sinodalidad en la Iglesia en Alemania, de acuerdo con la eclesiología del Concilio Vaticano II, las disposiciones del Derecho Canónico y los frutos del Sínodo de la Iglesia universal, para luego someterlas a la aprobación de la Santa Sede".
En la reunión, por parte de la Santa Sede, estuvieron los cardenales Pietro Parolin, secretario de Estado; Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe; Arthur Roche, prefecto del Dicasterio para el Culto Divino; Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos; y Kurt Koch, alemán y presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.
Continuo tira y afloja
El camino sinodal alemán, iniciado en diciembre de 2019 y formado por una cuidadosa selección de obispos y laicos con la intención, según ha declarado una de sus primeros miembros, Dorothea Schmidt, de "crear una nueva Iglesia". Los principales puntos de ruptura con la doctrina católica se refieren al reconocimiento de la estructura jerárquica de la Iglesia y del primado del Papa sobre la Iglesia universal, la ordenación de mujeres, hombres casados y personas con tendencia homosexual, y la supresión de la moral cristiana en lo referente al sexo.