Hace ya 40 años que las escuelas españolas, en democracia, ofrecen una asignatura optativa de religión confesional, por la que los padres pueden optar, o no. Y desde hace 25 años está regulada también la posibilidad de ofrecer clases de religión confesional judía, protestante o musulmana. Frente a los grupos laicistas que piden eliminar estas opciones libres o hablan de sustituirla por una "religión no confesional", expertos cristianos y musulmanes en Cataluña explican la experiencia de otros países, como Quebec y Finlandia, y cómo esta asignatura de religión confesional ayuda a la convivencia, la liberta y combate el fundamentalismo e ignorancia.
Este miércoles 23 de octubre, a las 19 horas, en la Universidad de Barcelona, tiene lugar la jornada que trata estos temas: "Educación contra el discurso del odio por razón de creencias"
Ignacio Díaz, Presidente del Sindicato de Profesores de Religión PREC, entidad colaboradora en el acto, y promotor del documental “¿Hemos perdido el oremus? responde algunas de las preguntas que suelen hacerse sobre la religión en la escuela.
- La asignatura de religión es un tema de debate cada año. ¿Cuál es la situación actual?
- Tristemente la cuestión sobre la enseñanza de la religión en la escuela suele utilizarse con fines electoralistas y debe dar su rendimiento. Para bien o para mal, la actual coyuntura de inestabilidad política en España favorece la estabilidad del statu quo de la asignatura y de las condiciones laborales del profesorado de religión. Ahora bien, lo ideal sería que -después de 40 años sin dictadura- se asumiese definitivamente que el marco normativo actual es el más democrático, y el que compartimos con la mayoría de países europeos: a nadie se le obliga a cursar la enseñanza religiosa y a nadie se le prohíbe; los centros tienen la obligación de ofrecerla y las familias la libertad de escogerla según sean sus convicciones religiosas y morales (art. 27.3 de la Constitución Española).
- ¿La asignatura de religión es un privilegio sólo para las familias católicas?
- Desde hace más de 25 años, desde el año 1992 más concretamente, tanto musulmanes, como evangélicos, como judíos tienen reconocido el derecho a la enseñanza religiosa escolar según sus convicciones. Este es uno de los motivos por los que en la Mesa Redonda en la Universidad de Barcelona este 23 de octubre participarán representantes de otras confesiones a parte de la católica.
- ¿Cuál es su posición sobre la asignatura de religión islámica?
- Nosotros queremos ser fieles a nuestra Madre, la Iglesia, y estamos convencidos de que nuestro testimonio cristiano pasa por ser coherentes. Si luchamos a capa y espada porque se garantice el derecho de las familias a la enseñanza de la religión según sus convicciones, no sería coherente que reclamásemos la exclusividad de ese derecho solo para los católicos.
» Es más, la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II dice textualmente: “Si en el transcurso de los siglos surgieron no pocas desavenencias y enemistades entre cristianos y musulmanes, el Sagrado Concilio exhorta a todos a que, olvidando lo pasado, procuren y promuevan unidos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres” (NA n. 3). Por lo tanto, la Mesa redonda del próximo 23 de octubre responde plenamente a esta petición conciliar.
» Además, el hecho de que el Islam entre en la escuela puede ser un gran antídoto contra la radicalización. En primer lugar porque se les reconoce activamente un derecho, lo que implica que no se les siga tratando como ciudadanos de segunda o de tercera. Y en segundo lugar porque el profesorado que imparta la asignatura tendrá que ser un titulado universitario, autorizado, y con unos requisitos académicos equiparables a los del profesorado de religión católica. Lo contrario, seguir excluyendo la enseñanza del Islam de la escuela, lo único que favorece es el descontrol y el peligro de la radicalización de los alumnos musulmanes más vulnerables y así lo han manifestado de forma reiterada las autoridades musulmanas en España.
- Hay quien pide sustituir la asignatura de religión confesional (católica, evangélica, musulmana o judía) por una asignatura aconfesional de cultura religiosa...
- En Finlandia, cuyo sistema educativo es un referente para muchos pedagogos, se planteó esta opción recientemente y se ha descartado. Para ellos, la libertad de los padres a poder escoger el tipo de educación que quieren para sus hijos -sobre todo en el ámbito religioso- es fundamental. En este sentido, son tan respetuosos que incluso están permitiendo que se den clases de religión islámica ¡en árabe! por falta de profesorado con un nivel suficiente de finlandés.
» En cambio, en Quebec, hace unos diez años se sustituyó la enseñanza confesional por una asignatura de Ética y Cultura religiosa en todas las escuelas, incluso en las católicas. La Escuela Secundaria Loyola de Montreal se negó, y después de un largo viacrucis judicial, la Corte Suprema de Canadá les dio la razón: en una escuela católica tienen derecho a impartir la enseñanza religiosa católica (algo que parece tan evidente ¿no?).
» Por lo que respecta a la posibilidad de convertir a los profesores de religión católica de la pública en profesores de Cultura religiosa aconfesional, el dictamen que hemos encargado a un experto en legislación educativa deja claro que es inviable. Pretender que se convierta a los profesores de religión en funcionarios, por la cara, es una forma de querer engañar al personal.
- ¿Cuál es la situación específica de la enseñanza religiosa en Cataluña?
- No conozco a fondo la situación en el resto de España, pero en Cataluña la situación es muy grave por diferentes razones. En primer lugar, porque el problema lo tenemos dentro: tenemos altos cargos dentro de la jerarquía de la Iglesia en Cataluña que están animando a los profesores de religión a presionar para que se sustituya la enseñanza de la religión católica por la Cultura religiosa; lo mismo sucede con algunos de los sindicatos de profesores de religión.
» Tenemos congregaciones religiosas que públicamente han manifestado que en sus centros educativos no se ofrece la asignatura de religión católica (algo que es ilegal) y sí la de Cultura religiosa; desgraciadamente, estos cambios no solo no han solucionado su problema de falta de vocaciones sino que lo han agravado aun más.
» Tenemos escuelas católicas en las que los profesores de religión no tienen la titulación que exige la ley. Hay párrocos que creen que con la expulsión de la enseñanza de la religión de la escuela conseguirán llenar de niños sus catequesis en muchos casos en peligro de extinción.
» Por lo que respecta a los problemas externos, el nacionalismo exacerbado y el laicismo de origen masónico son dos de las causas principales de la situación actual: el nacionalismo porque, en su intento de reescribir la Historia, trata de identificar España con un “catolicismo casposo” y Cataluña con un “multiculturalismo abierto”. De tal manera que en Cataluña el proyecto de “asignatura de cultura religiosa” se ha convertido en una cierta “Estructura de Estado” que servirá para diferenciarnos un poco más del resto de España: en España, clases de “fundamentalismo católico carca”; en Cataluña, clases de “relativismo religioso progresista”.
» Y por último, como decía, la influencia del relativismo de origen masónico. Anunciar a bombo y platillo que cada vez hay menos alumnos que escogen la enseñanza de la religión en Cataluña favorece la idea de que la religiosidad no tiene futuro. Ahora bien, la realidad de Cataluña es muy diferente. Hace unos años estuve como profesor de religión católica en una escuela pública del Raval de Barcelona en la que el 100% de los alumnos eran creyentes. Ahora bien, matriculados a religión solo eran un 25%. ¿Dónde está el 75% restante? Eran evangélicos y musulmanes, y no se les garantizaba el derecho a la enseñanza de su religión. No interesa el titular: “En una escuela pública del centro de Barcelona, el 100% de las familias ha escogido libremente la asignatura de religión para sus hijos”. Esa es la realidad, pero no interesa que se sepa.
- ¿Cómo podría corregirse esta situación?
» Es una situación complicada, que sólo Dios sabe como acabará. A nosotros nos toca rezar, confiar en la Providencia de Dios, y comprometernos activamente en la vida pública, algo que muchas veces no hacemos.
» Por último diría que hemos de evitar dos peligros que complican la solución del problema: me refiero al clericalismo y al paternalismo; el primero puede afectar a nuestros pastores y el segundo nos puede enfermar a los laicos.
» Entiendo por clericalismo en este contexto la tentación que pueden tener altos cargos de la jerarquía de creerse que son depositarios del derecho a la enseñanza religiosa y que la conviertan en una cierta moneda de cambio: “sacrificamos la clase de religión en la escuela pública a cambio de garantizar los conciertos las escuelas cristianas”, por ejemplo.
» Y por otro lado, el paternalismo en los laicos que conduce a una actitud pasiva ante el problema y que nos puede llevar a recriminar la inacción de nuestros pastores. Los primeros responsables de la educación de nuestros hijos somos los padres, y por lo tanto, los primeros que nos debemos mover somos los laicos; y los pastores nos deben ayudar, como mínimo con su oración y evitando el clericalismo. Así podremos empezar a cambiar la situación; para Dios no hay nada imposible.
El curso pasado, el Sindicato PREC de profesores de religión católica denunció con un mapa interactivo que en más de 700 escuelas e institutos públicos no se imparte la asignatura de religión católica.