La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) está felicitando la Navidad por ciudades de toda España, con un despliegue de carteles en más de 450 marquesinas en paradas de autobús y metro. Las ha colocado en 66 ciudades, con alcaldías de todos los colores políticos... y sólo ha tenido problemas en una, la Barcelona que tiene como alcaldesa a Ada Colau, significada por numerosos gestos de laicismo despectivo.
La entidad municipal que gestiona las marquesinas de metro y autobús en Barcelona, Transportes Metropolitanos de Barcelona, vetó estos carteles navideños. Ninguna otra ciudad española hizo algo así.
Cuando la ACdP pidió explicaciones a TMB sobre por qué no permitían desear “¡Feliz Navidad!” en público, los encargados de gestionar la publicidad se refirieron a una normativa interna de la compañía, en la que se prohíbe la publicidad de “mensajes ideológicos o sobre creencias individuales”.
Sin embargo, las marquesinas de la TMB en septiembre de 2021 invitaban a "ganar la independencia" al acercase la Diada de Cataluña y también exhibían peticiones de amnistía para los presos independentistas, desplegadas por Òmnium en febrero de 2020. Son dos ejemplos de "mensajes ideológicos" que la administración barcelonesa permitió.
TMB dice que no permite carteles con "ideología" pero sí llenó Barcelona en septiembre de carteles independentistas para la Diada
El metro de Barcelona registra unos 400 millones de viajes al año, aunque en 2020, por la pandemia, fueron la mitad.
Frente al veto de la TMB, la asociación católica intentó colocar 15 carteles publicitarios en las calles de la Ciudad Condal. Su ubicación llegó a estar cerrada y acordada con un exclusivista, pero a última hora la empresa anunció que no colocaría esos carteles.
Finalmente, los carteles se trasladaron a L’Hospitalet de Llobregat, la ciudad adyacente y la segunda más poblada de Cataluña (con 260.000 habitantes, de los que 60.000 son extranjeros), que exhibe 17 de estos carteles.
Colau, un laicismo agresivo insistente
Colau lleva años destacando por un laicismo agresivo, no tanto en declaraciones como en actos concretos.
Aunque un protocolo municipal escrito exige que se publique la misa en el programa de fiestas de la Merced, el Ayuntamiento año tras año viola ese protocolo y oculta la misa. Los carteles de la Merced o Santa Eulalia ignoran toda figura cristiana.
En la Navidad de 2020 prohibió el belén ante el Ayuntamiento y los vecinos improvisaron un belén viviente. En años anteriores instaló belenes absurdos que parecían mofarse de la fe católica.
La alcaldesa nunca acude a los actos religiosos tradicionales, ni a saludar a los nuevos obispos. Y aunque Colau presume de feminista, cede espacios públicos al Salón Erótico y a la industria del porno.
Los carteles de la ACdP en el metro de Madrid; también se han colocado en el de Bilbao y en 66 ciudades; sólo la Barcelona de Colau ha puesto pegas
Los carteles de esta campaña se centran en un texto que dice: “Solo un nacimiento ha cambiado el rumbo de la historia. Y no es el tuyo. Feliz Navidad". Un código QR en el cartel anima a ver un anuncio en vídeo de un minuto en el que un "cuñado" más que cuarentón intenta presentarse como centro de la fiesta y "salvador generoso", mientras otros personajes se enfocan ante el Niño Jesús.