Muchas personas están escribiendo a la Defensora de la Audiencia de TVE indignadas y ofendidas por las campanadas de TVE de Broncano y Lalachus y su vaca-mofa del Sagrado-Corazón.

Muchos le recuerdan que según la Constitución Española "los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española" y le piden que se castigue a los responsables del programa, que fue grosero, desconsiderado o, como mínimo, imprudente respecto a estas creencias.

Pero la respuesta de la Defensora de la Audiencia no defiende a los espectadores. Ni les concede el más mínimo crédito ni concede que haya habido el más mínimo error o imprudencia o insensibilidad en el programa de fin de año.

Colocada por el Partido Socialista

La Defensora de la Audiencia es Rosa María Molló, periodista catalana que lleva solo 3 meses en ese cargo: antes fue durante dos años vicepresidenta del Consejo del Audiovisual de Cataluña (a propuesta del Partido Socialista), donde también recibía quejas de oyentes y las desestimaba cuando eran de cristianos. Así, apoyó las escenas groseras de TV3 y el programa Està Passant (y luego Polònia) contra la Virgen del Rocío pese a que existía desde dos décadas antes un protocolo en el CAC contra la sátira grosera contra símbolos religiosos en programas de entretenimiento.

Rosa María Molló, que como Defensora de la Audiencia cobra al menos 105.000 euros anuales (es lo que cobraban sus predecesoras), no sólo es una activista de ofender a los espectadores con dinero público, sino que lo predica y parece esperar alabanzas por ello.

Ni siquiera se da cuenta de que al menos el espectador que decide ver un programa satírico sabe que va a encontrar sátiras (aunque se espera que sea sátira política, no religiosa), mientras que el que acudía a las Campanadas esperaba algo para todos los públicos y no ofensivo para nadie.

Rosa María Molló asegura que la estampita, "una combinación del vestido del Sagrado Corazón de Jesús con la vaquilla, es un recurso artístico utilizado con frecuencia por seguidores y fans de cantantes y artistas de todo el mundo". 

Hay que recordar que, para denunciar este atropello a las creencias de los católicos en España, el portal Peticiones Católicas ha lanzado una campaña de recogida de firmas: Puedes firmar en este enlace. 

"No podríamos ofendernos, muchas religiones adoran animales"

Rosa María Molló, como para demostrar que ella es incapaz de imaginar que nadie tenga derecho a ofenderse, como si en asunto de religión nada fuera ofensivo y todo estuviera permitido, sermonea: "Aunque se hubiera producido el uso de un animal como "símbolo religioso" tampoco podríamos ofendernos dado que son muchas las religiones y creencias que adoran a los animales; desde los antiguos griegos y egipcios, o incluso a día de hoy el hinduismo".

Lalachus con una burda estampa del Sagrado Corazón con cabeza de toro-mascota televisiva. La Defensora de la Audiencia, colocada por el PSOE, dice que la audiencia no tiene derecho a enfadarse porque ¡hay religiones que adoran animales!

Rosa María Molló parece olvidar que el mandato de la Constitución pide a los poderes públicos "tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española", no la de los antiguos griegos, egipcios o hindúes de la India (que además probablemente "no adoran animales", si bien puedan rendirles cierta veneración). Es casi seguro que a la inmensa mayoría de los hindúes el uso de la estampita también les parecerá una mofa contra una figura religiosa bien conocida.

Molló, "Certificada en Estudios y Comunicación Intercultural" en Vancouver, parece no entender nada de la importancia o simbología religiosa del Sagrado Corazón para los católicos. Si no entiende ni defiende a los de su país y de su cultura, ¿qué "comunicación intercultural" va a hacer?

"Nuevos tiempos"... ¿cuáles y desde cuando?

E insiste Rosa María Molló con su sermón: "la libertad de expresión y creación forman parte de los pilares de toda sociedad democrática, los límites son difíciles de marcar precisamente para preservar esa flexibilidad a la que nos obligan los nuevos tiempos y los nuevos simbolismos".

No se entiende cuáles son los "nuevos tiempos y simbolismos" y si "los nuevos tiempos y simbolismos" han derogado el artículo 16 de la Constitución y los deberes de los poderes públicos.

Su última frase, para muchos espectadores ofendidos que acudían a ella pensando que los defendería, suena a mofa con retintín: "Confío en haberle aliviado su malestar con mi respuesta".

Pese a su frase "los límites son difíciles de marcar", lo cierto es que debe haber límites, para eso existen entidades como el Consejo del Audiovisual de Cataluña y el Defensor de la Audiencia, que deben dialogar con la sociedad, los profesionales de la comunicación, el mundo académico, las religiones, los artistas y el público, especialmente el que paga con sus impuestos los medios.

Si la Defensora de la Audiencia no escucha a la audiencia cuando se siente atacada, y ella misma añade más ataques... ¿alguien puede considerar que eso es un diálogo social para establecer límites? Y hablamos de algo que pagan todos los ciudadanos con sus impuestos, incluyendo el sueldo de Molló.

Molló en el CAC: violando sus propias normas sobre el hecho religioso

En abril de 2002, el Consejo del Audiovisual de Cataluña estableció unas normas "en materia de tratamiento del hecho religioso en los programas audiovisuales de entretenimiento". Cuando el 4 de abril de 2023 en Està Passant en TV3 se mofaron de la Virgen del Rocío, la asociación E-Cristians protestó al CAC y le recordó esos criterios de 2002, elaborados por grandes juristas (Àlex Seglers, Eduard Bajet Royo, Santiago Bueno Salinas y Mª Jesús Gutiérrez del Moral) y asumidos por el CAC en su momento. Pero el CAC de 2023, con Rosa María Molló como vicepresidenta (cobrando 111.000 euros al año), respondió ante las quejas de E-Cristians y 115 particulares que no veía problema alguno. Despreciaba por completo sus normas de 2002.

Aquello fue en Semana Santa de 2023, esto en Navidad de 2024-2025, antes fue la inauguración grosera de los Juegos Olímpicos en París. Las fechas especiales son para burlarse de los cristianos en las televisiones públicas, parecen decir los "defensores" de los espectadores y la responsabilidad mediática.

Para denunciar este atropello a las creencias de los católicos en España, el portal Peticiones Católicas ha lanzado una campaña de recogida de firmas: Puedes firmar en este enlace.

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La alucinante respuesta de la "Defensora de la Audiencia" a los espectadores que se quejan

Este es el texto completo de Rosa María Molló al que ReL ha tenido acceso, es lo que "la Defensora de la Audiencia" está diciendo a los espectadores enfadados:

»Gracias por contactar con la Defensora. Me apena profundamente leer su correo en estos términos y lamento mucho que la noche de fin de año sintiera atacado su sentimiento religioso mirando el programa especial de Las Campanadas en RTVE.

Procuro ser siempre ecuánime y justa en mis respuestas, sin perder la perspectiva de la audiencia, porque esa es mi función. Y la ejerzo con responsabilidad.

En este caso, debo confesarle que por muchas veces que analizo el fragmento de la retrasmisión de las campanadas que usted denuncia no encuentro las ofensas que me describe.

En ese momento del programa, la humorista Laura Yustres -LalaChus- dejando incluso el tono divertido que había acompañado su retrasmisión hasta ese momento, quiso hacer un homenaje al papel que la televisión pública había tenido en su historia personal, como en la de todos. Y se refirió, precisamente, a lo mucho que había contribuido a crear momentos de memoria con nuestras familias que nos marcan para siempre y no se olvidan nunca. En ese contexto, es Laura y no Lalachus la que habla, compartiendo con la audiencia su vínculo, su adoración, con la vaquita del Gran Prix, programa con el que ella ha crecido.

Con todo mi respeto, le invito a volver a ver ese fragmento porque de eso va. La estampita que ha generado su crítica, una combinación del vestido del Sagrado Corazón de Jesús con la vaquilla, es un recurso artístico utilizado con frecuencia por seguidores y fans de cantantes y artistas de todo el mundo y se hace como una muestra de profundo cariño, admiración y respeto.

En ningún momento, en ese punto de la retrasmisión denunciado, hay voluntad de ofensa ni mofa religiosa de ningún tipo.

Este año, siguiendo criterios de oportunidad y actualidad, RTVE eligió a dos humoristas para Las Campanadas. Como era de esperar, eso marcó el tono del programa que siempre se adapta a la personalidad de los presentadores de turno. Y el humor marcó la retrasmisión de este año.

Así que, incluso aunque se hubiera producido el uso de un animal como "símbolo religioso" tampoco podríamos ofendernos dado que son muchas las religiones y creencias que adoran a los animales; desde los antiguos griegos y egipcios, o incluso a día de hoy el hinduismo, por citar la más numerosa.

No debemos olvidar que la libertad de expresión y creación forman parte de los pilares de toda sociedad democrática y que los límites son difíciles de marcar precisamente para preservar esa flexibilidad a la que nos obligan los nuevos tiempos y los nuevos simbolismos.

Le agradezco su comunicación y confío en haberle aliviado su malestar con mi respuesta.

Para denunciar este atropello a las creencias de los católicos en España, el portal Peticiones Católicas ha lanzado una campaña de recogida de firmas: Puedes firmar en este enlace.