Como el famoso personaje tozudo que interpretaba Paco Martínez Soria, Don Erre que erre: las exmonjas de Belorado han anunciado, al acercarse la campaña de Navidad, que tienen una nueva línea de chocolates que se va a llamar "RqueR".
El producto que las exmonjas anuncian serían "gotas extrafinas de chocolate de varios sabores".
No es la primera vez que trabajan el chocolate. En 2016, por ejemplo, cuando aún eran monjas clarisas, acudieron al Madrid Fusión con los chocolates que elaboraban entonces, se hicieron fotos con cocineros y maestros pasteleros y hasta con Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, de izquierda radical. También acudieron en 2020 al Madrid International Pastry con demostraciones que se grabaron en vídeo.
Las clarisas de Belorado en 2020 en el Madrid International Pastry:
Pero no parece probable que la iniciativa actual vaya a cambiar mucho su desastrosa situación económica.
"Ahogadas económicamente"
Aseguran, en una nota que ha difundido Europa Press, que van a demostrar su "resistencia" frente a lo que consideran que son intentos de "asfixia económica" por parte del arzobispado de Burgos y el arzobispo Mario Iceta. Dicen que el arzobispado les tiene "ahogadas económicamente" al haber bloqueado sus cuentas. Hablan de "numerosas deudas provocadas por esta situación irregular y de asfixia".
Cuando las monjas se declararon fuera de la Iglesia Católica (o, más bien, declararon que básicamente los 1.300 millones de católicos están fuera de la Iglesia, excepto ellas) Roma puso al arzobispo como comisario al frente de los bienes de Belorado y Derio.
Ahora ellas protestan contra lo que llaman "un auténtico abuso de poder" y pretenden que el desastre económico es causado por la gestión de Iceta. La realidad, como han indicado una y otra vez desde Burgos y diversas investigaciones, es que las religiosas se metieron durante años en todo tipo de negocios ruinosos que ahora tienen que encauzar las arcas del obispado, también con ayuda de la federación de los monasterios de clarisas.
El arzobispado explicó en un detallado comunicado el 5 de noviembre que la comunidad de Belorado genera casi 22.000 euros mensuales de gastos, unos ingresos de 8.200 al mes y que el déficit resultante es de 13.600 cada mes. Cuando Iceta fue designado comisario pontificio, sólo encontró unos 6.000 euros en las arcas de la comunidad.
"Teniendo constancia de que dos exreligiosas ya han abandonado el monasterio, volvemos a reiterar nuestra disposición a colaborar para su retorno al seno de la Iglesia católica y ofrecer la oportuna ayuda humana y espiritual", exhortaba el obispado en su comunicado del 5 de noviembre.