El Corpus Christi en Barcelona cumple 700 años de celebración pública con procesión y devoción en las calles, pero el Ayuntamiento de Ada Colau se esfuerza en explicar la fiesta sin mencionar nada de su relación con Cristo, la religión o la fe cristiana.
En cambio, la misma web da todo tipo de detalles espirituales sobre la fiesta del Ramadán musulmán.
Así, en la web del Ayuntamiento barcelonés leemos que "las personas musulmanas se levantan antes de la salida del sol para tomar el desayuno (suhûr) y hacen la ruptura del ayuno (iftâr) después de la puesta de sol. Durante el mes del ramadán, la oración de la noche suele ir seguida de una oración optativa (tarâwih) en la que cada noche se va leyendo una parte del Corán hasta que se completa su lectura. Hay que recordar que es precisamente durante el mes del Ramadán cuando el profeta Muhammad recibió la primera revelación, y es durante este mes cuando nació el Islam".
Es una explicación casi devota y perfectamente ajustada a lo que el Islam dice de sí mismo.
En cambio, la explicación municipal sobre el Corpus Christi en 2020 se esfuerza por omitir la palabra "Christi" y cualquier alusión a lo religioso. Recuerda que la procesión se celebra desde 1320 pero la presenta como «una procesión festiva, un desfile laico» y un "pasacalle" que "en la vertiente civil y popular, ha sido el origen de muchos bailes y elementos de imaginería festiva», añade sin hacer mención a la procesión religiosa.
La web del Ayuntamiento se esfuerza por evitar la palabra "Christi" e insistir en el concepto "laico" de la procesión, como "desfilada", "pasacalle"... aunque este año ni siquiera sale a la calle sino que se celebra en el claustro de la catedral
El Ayuntamiento no explica, por supuesto, que la fiesta del Corpus proclama que Jesucristo está verdaderamente presente, con su cuerpo, su carne y su sangre, humanidad y divinidad, bajo las especies del pan y del vino, y que la procesión busca sacarlo a las calles con las pompas y honras que merece un Rey, el mismo Dios.
A Muhammed se le puede mencionar, pero a Cristo no.
La web del Ayuntamiento y su cartelería se explaya en la tradición anecdótica de "l'ou com balla", un huevo vacío que se coloca sobre los chorros de un par de fuentes en el claustro de la catedral (y a veces en algunas iglesias más) y parece bailar sobre el agua, para fascinación de los niños y alegría de los adultos. En su origen, el huevo sobre el agua, como flotando, hace alusión a la Hostia blanca elevada (con todos sus significados de pureza, santidad, vida, elevación, ligereza...) y la fuente de cerezas recuerda al Cáliz con la Sangre de Cristo.
Vídeo de la diócesis de Barcelona sobre la tradición de l'ou com balla
Colau felicita siempre Ramadán, a veces, Navidad; NUNCA Pascua ni Semana Santa
Colau algunos años (pero no siempre) felicita la Navidad con un simple "Bon Nadal" sin ninguna alusión a nada religioso (no menciona la Nochebuena, por ejemplo), pero nunca jamás ha felicitado la Semana Santa, la Pascua, el Miércoles de Ceniza que da inicio a la Cuaresma, etc...
En cambio, prácticamente cada año felicita el Ramadán, tanto al empezar como al finalizar (el día de Eid Al-Fitr).
Sólo un 20% de voto... y 5 años de laicismo despectivo
Ada Colau no es aplastentemente popular entre los barceloneses: obtuvo sólo el 20% de los votos en las últimas elecciones y gobierna sólo por su coalición con el Partido Socialista.
Desde hace 5 años multiplica gestos de desprecio a los elementos religiosos de las tradiciones barcelonesas, incluso violentando normativas municipales legalmente establecidas en sus protocolos.
Mientras todos los anteriores alcaldes (casi siempre socialistas) acudían a las misas de la Merced o Santa Eulalia, Colau desde su primer año se ha negado a asistir, y sólo participa en las comitivas municipales desde la puerta de la iglesia correspondiente.
Cuando en diciembre de 2015 Juan José Omella tomó posesión como arzobispo, la alcaldesa no acudió al acto, ni tampoco acudió a la consagración de los dos nuevos obispos auxiliares, Sergi Gordó y Toni Vadell. No le interesa quién pastorea espiritualmente a cientos de miles de sus vecinos y contribuyentes.
La única tradición barcelonesa cristiana en la que participa es la de llevar huevos alguna vez a las clarisas de Pedralbes.
Censura y oculta la Misa de la Merced
En las fiestas de la Virgen de la Merced reparte cientos de miles de folletos que no sólo esconden cualquier simbología mariana, sino que ocultan la Misa de la Mercè, la ceremonia con la que nació la fiesta de la ciudad y que según la normativa municipal debe anunciarse oficialmente.
En el programa figuran cientos de conciertos, el repicar de campanas, el Pregón, el cortejo municipal, los bailes folclóricos, todo... menos la misa.
Colau lo hizo así ya en años anteriores, pese a que la Síndica de Greuges (equivalente a la Defensora del Pueblo en Cataluña) estableció que anunciar la misa forma parte del protocolo municipal, y así está reglado al menos desde 2010.
La Sagrada Familia quedaba así representada en el belén municipal de Ada Colau de diciembre de 2018
Colau pone falsos belenes municipales: ya son 5 años de burla
En diciembre de 2019, y por quinto año consecutivo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, plantó un falso belén ante el Ayuntamiento, desoyendo más de 2.000 firmas que pedían (y lo siguen pidiendo y aún se puede firmar) "un belén tradicional y digno".
Que no era un belén de verdad lo reconocía la autora contratada por el Ayuntamiento, Paula Bosch. "El mío no es un pesebre, ni hebreo, ni católico; la primera que lo dice que soy yo. El mío es un proyecto artístico o una instalación navideña", declaraba.
Sus belenes a-católicos (o incluso anticatólicos) se popularizaron en un famoso chiste televisivo de José Mota.
Presume de feminista pero cede espacios municipales al Salón del Porno
Ada Colau ha presumido muchas veces de ser feminista, incluso de haber sido la única persona feminista al frente de la alcaldía barcelonesa, pero eso no le impide ceder espacios municipales a la industria del sexo y el porno (que es en gran medida, una industria de explotación y cosificación de la mujer).
La plataforma Los 7000 denunció en septiembre de 2019 que el Ayuntamiento cedía instalaciones municipales al Salón Erótico de Barcelona, un mercado de la industria sexual que se celebra cada año (este año en las instalaciones olímpicas de Vall d’Hebron en Barcelona).
"Colau y sus socios de gobierno no solamente están apoyando veladamente lo que suceda en ella (cosificación de la mujer, violencia sexual, promoción de un fenómeno que tiene un profundo impacto en el bienestar de la salud…) sino que también estará obteniendo beneficios a expensas de esta promoción en una instalación emblemática de la capital catalana", denunciaba la plataforma.