El Papa Francisco es quizá el Pontífice moderno que más ha hablado sobre el demonio y su acción, ordinaria o extraordinaria. Ya al poco de llegar al Trono de San Pedro, impulsó que cada diócesis tuviera su exorcista oficial, como un esfuerzo pastoral por acercarse a la gente afligida. Es innegable que durante su pontificado muchas diócesis -aunque aún no todas- han dado ese paso. Habla del demonio con frecuencia en sus catequesis, sus misas, cuando le preguntan y cuando le parece necesario.
Ahora lo ha hecho en una entrevista inédita que se puede leer en un libro en italiano que llega a las librerías de ese país esta semana. Se trata de Exorcistas contra Satanás (Piemme), una investigación del periodista católico Fabio Marchese Ragona.
Un periodista que escribe de exorcismos
Fabio Marchese ya publicó otro libro sobre exorcismos en 2020 en italiano, que también ponía a Satanás en su portada: se titulaba Mi nombre es Satanás – Historias de exorcismos del Vaticano a Medjugorje.
Explicaba, según adelantó al National Catholic Register, casos de posesión en Medjugorje: "Siendo un lugar de gracia, el diablo a menudo está presente para molestarnos. En el libro recojo importantes testimonios de manifestaciones demoníacas durante los encuentros, con algunos poseídos que intentaron agredir a los supuestos visionarios", aunque detallaba que no eran muchos los casos.
También recogía casos en el Vaticano. “Descubrí que el cardenal Dias realizó un exorcismo en la Plaza de San Pedro en 2012 dentro de la caseta de vigilancia suiza”, comenta el periodista refiriéndose a Ivan Dias, arzobispo de Bombay hasta 2006, y luego, en el Vaticano, prefecto para Evangelización de los Pueblos, hasta 2011.
Exorcistas contra Satanás, del periodista Fabio Marchese, incluye una entrevista al Papa Francisco sobre este tema.
Lo que busca el demonio
En el nuevo libro, el periodista comenta al Papa el caso de una supuesta posesa: a través de ella, el diablo aseguraría que odia a Francisco porque le perjudica al hablar mucho de su acción.
Francisco comenta al periodista que no puede valorar el caso concreto porque no lo conoce. Pero añade: "Es realmente posible que yo moleste al diablo porque intento seguir al Señor y hacer lo que dice el Evangelio. Y eso le molesta. Al mismo tiempo, se alegra ciertamente cuando cometo algún pecado. Él busca el fracaso del hombre, pero no tiene esperanza si hay oración".
A preguntas del periodista, comenta que "cuando era arzobispo de Buenos Aires tuve varios casos de personas que venían a mí diciendo que estaban endemoniadas. Los mandé a consultar a dos buenos sacerdotes especialistas: no son curanderos, sino exorcistas. Uno se llama Carlos Alberto Mancuso y fue exorcista en la diócesis de La Plata. El otro era mi confesor, el padre Nicolás Mihaljevic, un jesuita nacido en Croacia. Ambos me contaron después que de esas personas, sólo dos o tres eran realmente víctimas de posesión diabólica. Los demás sufrían de obsesión diabólica, que es una cosa muy distinta porque no tenían el diablo en el cuerpo. Hay que precisar esto".
Preguntan al Papa si siendo ya Pontífice ha practicado exorcismos. "No, nunca. Si ocurriera, pediría el apoyo de un buen exorcista, como hice como arzobispo", explica Francisco.
El demonio que siembra divisiones y discordia
Después preguntan al Santo Padre si el diablo puede atacar al Papa y actuar en el Vaticano.
"Ciertamente, el diablo trata de atacar a todos, sin distinción, y trata de golpear especialmente a los que tienen más responsabilidad en la Iglesia o en la sociedad. También Jesús sufrió las tentaciones del diablo, y pensemos también en las de Simón Pedro, a quien Jesús dijo: "Apártate de mí, Satanás". Así también el Papa es atacado por el maligno. Somos hombres y él siempre intenta atacarnos", constata Francisco.
Y añade: "Es doloroso, pero ante la oración [el Maligno] no tiene esperanza. Y también es verdad, como decía San Pablo VI, que el diablo puede entrar en el templo de Dios, para sembrar la discordia y enfrentar a unos contra otros. Las divisiones y los ataques son siempre obra del diablo. Él siempre trata de insinuarse para corromper el corazón y la mente del hombre. La única salvación es seguir el camino indicado por Cristo".
Los demonios que aprovechan la tibieza, sin alboroto
Preguntado sobre si hay que tener miedo del diablo, el Papa advierte contra los demonios poco alborotadores que se aprovechan de la mundanidad y la tibieza espiritual.
"Creo que hay demonios muy peligrosos, y hablo de los demonios "educados". Jesús también habla de ellos. Lo leemos en el Evangelio de Lucas: dice que cuando el mal espíritu es expulsado, vaga por el desierto buscando alivio. Pero llega un momento en que se aburre y vuelve a "casa", de donde había sido expulsado, y ve que la casa está arreglada, es hermosa, tal como era cuando él estaba dentro", advierte Francisco.
"Va a buscar a otros demonios más malos que él, los trae, entran en la casa, educadamente, tocan el timbre, toman posesión educadamente. El alma, por no cuidarse de hacer examen de conciencia, no repara en ellos. O por tibieza espiritual los deja entrar. Estos son terribles. Porque te matan. Es la posesión más fea. La mundanidad espiritual cubre todas estas cosas. No hay escapatoria: el demonio o destruye de forma directa con guerras e injusticias o lo hace educadamente, de forma muy diplomática, como dice Jesús. Hace falta discernimiento", añade el Pontífice.
El libro periodístico de Marchese coincide estos días con la película norteamericana El exorcista del Papa en los cines de varios países. Habla de una figura real, el exorcista Gabriele Amorth, exorcista en Roma durante décadas, ya fallecido, pero en un contexto de aventuras de terror y fantasía muy alejado de sus casos reales (una reseña de la película aquí).