He visto recientemente la película Sound of freedom [Sonido de libertad] en un pase privado, amablemente invitado por A Contracorriente Films. No tenía ni idea de qué iba la peli. Me sonaba que en Estados Unidos había sido un fenómeno cinematográfico en cuanto a taquilla se refiere.
La película, basada en hechos reales, presenta una de esas realidades existentes ante las cuales volvemos el rostro. Se basa en la historia de un policía, Tim Ballard, que consigue detener a un buen número de personas involucradas en el sórdido negocio de la esclavitud infantil, así como liberar a algunas víctimas de esta lacra. Pero, como bien señala al final del film su actor principal, Jim Caviezel (Cristo en la extraordinaria La Pasión de Mel Gibson) que encarna al personaje real del mencionado policía, la película lo que cuenta es la vida de dos niños que padecen este tipo de maltrato extremo.
A mí me parece que se trata de una película bien hecha en lo cinematográfico, o mejor dicho, muy bien hecha, en cuanto a fotografía, ritmo, etc., que no es agradable por la temática que trata y porque solo pensar que es algo que ha ocurrido y que puede estar ocurriendo te pone el estómago del revés. Pero tampoco es truculenta.
Ni esposa y yo dudamos en levantarnos e irnos al poco de empezar y ver de qué iba, porque -insisto- no teníamos ninguno de los dos ni idea de la temática que trataba, pero no lo hicimos y mereció y mucho la pena quedarse. Recomiendo encarecidamente ir a verla, por tomar conciencia de las gravísimas cosas que están sucediendo además de todo aquello que nos quieren hacer creer que es lo más importante que pasa, y por apoyar a cineastas que se adentran en este tipo de asuntos.
Pero el motivo fundamental por el cual escribo estas líneas es porque después de ver la película me puse a leer sobre ella y me encontré con algo insólito, y es que había suscitado una polémica en los Estados Unidos en la cual se habían enfrentado promotores y detractores de la proyección de dicho film. Ya durante la proyección de la propia película, o mejor dicho, en la presentación de la misma hecha por Adolfo B. Lucas, se nos indicó al auditorio que la película había tardado en estrenarse. Sea porque es una temática que la gente no querría ver por ser desagradabilísima, sea por encontrarse con resistencias de tipo ideológico a su exhibición, da escalofríos pensar que haya personas que no quieran que se conozca el sórdido negocio de la esclavitud infantil… ¡Para echarse a temblar que esto ocurra!
Igual que uno se echa a temblar cuando constata que hay quien no quiere que se exhiban documentales sobre cómo queda un ser humano después de aplicarse sobre él las sofisticadas técnicas abortivas o quien no quiere que las personas que van a perpetrar un aborto escuchen antes de llevarlo a cabo el latido del corazón del ser humano al que no van a dejar ver la luz. Tengo que decir que, durante la proyección, tanto a mi esposa como a mí no sobrevoló en la cabeza la sinfonía compuesta por Kiko Argüello El sufrimiento de los inocentes, presentada por él mismo en tantas ocasiones en el marco de una Celebración Sinfónico Catequética como un misterio, en homenaje al brutal asesinato del hijo de Dios, el Inocente por antonomasia, Cristo Jesús Nuestro Señor, y al sufrimiento de su madre, la Virgen María, a la que una espada le atravesó el alma, que no se resistió al mal.
Interpretación de 'El sufrimiento de los inocentes' de Kiko Argüello por la Orquesta Sinfónica del Camino Neocatecumenal, bajo la dirección de Tomás Hanus.
Los de la distribuidora y productora de cine A Contracorriente Films dicen de sí mismos estar especializados en cine europeo e independiente con potencial de llegar a un público amplio, y ser actualmente la distribuidora de capital español líder en el mercado de salas. Se sitúan al margen de modas y sumisiones, y dicen asumir el reto de no dar nada por supuesto, de innovar y reinventarse huyendo de la esclavitud de lo políticamente correcto, queriéndose dirigir a un público adulto, urbano, sensible, con cierto nivel cultural, que venía siendo olvidado por la mayor parte del cine que llegaba de fuera, por no hablar del que se hacía en España. En el caso de Sound of freedom se decantan además por un cine perfectamente calificable como científico, como lo es cierto tipo de periodismo, ya que toca una historia real.
Está previsto su estreno el 11 de octubre, justo el día de antes de la Virgen del Pilar. Aquí el comentario sobre la misma de monseñor Miguel Fernando González Mariño, obispo de El Espinal (Colombia). ¡Ánimo y todo el mundo a verla!