En 2025 se celebran 1700 años desde el Concilio de Nicea, el primer gran concilio ecuménico, ya sin persecuciones, bajo el amparo de Constantino como emperador de Oriente y Occidente, que tuvo lugar en el año 325. Siglos después llegarían las rupturas: con siríacos, armenios y coptos (Calcedonia, 451), entre ortodoxos y católicos (1054) y la ruptura con los protestantes (1517).

El cuerpo de Cristo, que es la Iglesia unida por el bautismo, está roto, sus miembros amputados aquí y allá. Con motivo del Aniversario de Nicea muchos querrían hacer gestos de reconciliación y unidad. En España, la Conferencia Episcopal lo tiene en agenda.

Pero a nivel internacional los tiempos son especialmente malos. Los ortodoxos están más enfrentados que nunca entre dos facciones, la controlada por Moscú, que incluso envía misioneros a África contra la autoridad de Alejandría, y todos los que desconfían de Rusia, que suelen ser griegos y países ex-soviéticos que se apoyan en Constantinopla.

Entre los protestantes, la homosexualidad orgullosa y declarada y la ideología de género ha ido quebrando cada denominación (luteranos, anglicanos, metodistas, reformados, etc...), y han surgido nuevas denominaciones que con asombro se encuentran repitiendo cosas básicas, de toda la vida, como que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer y que las prácticas homosexuales son pecado y no pueden ser bendecidas.

En España, evangelizar juntos con kerigma

En este contexto, dar pequeños pasos de unidad, al menos orando juntos, o proclamando el kerigma, ya es un gran avance, y más en España, donde tradicionalmente la hegemonía católica no sintió mucho interés por el diálogo entre denominaciones, y entre la minoría evangélica hubo un fuerte prejuicio anticatólico durante décadas. Poco a poco, la situación va mejorando por ambas partes, según se vio en la mesa redonda sobre colaboración de católicos y evangélicos en el encuentro Transforma 2024 sobre evangelización.

Presentó el contexto el sacerdote Nicolás Ruiz, delegado diocesano de Juventud de la diócesis de Ávila, acompañado de Alfonso Cherene (veterano evangelizador evangélico, brasileño que lleva muchos años en España), Lance McKinney (director en España de JCUM-Jóvenes con una Misión, una plataforma evangelizadora interdenominacional, en la que participan católicos desde hace unos años), Fernando Romero (un pastor evangélico de Navalcarnero que impulsa el Proyecto Café con Dios) y con Pablo Guedón, católico de Comunidad Wellgate y asociación Nunc Coepi.

Como cura dedicado a los jóvenes, Nicolás Ruiz quería hacer un gran encuentro evangelizador con música para jóvenes. Conocía a los jóvenes evangélicos de Impact, un discipulado evangelizador que a menudo colaboran con Cursos Alpha. Propuso hacer algo conjunto. Se lo explicó a su obispo, que entonces era José María Gil Tamayo:

- Y habrá una carpa de reconciliación... -le dijo Nicolás Ruiz.
- ¿Y eso que es? -dijo el obispo.
- Curas confesando. ¡Y adoración eucarística!

El encuentro salió bien, católicos y evangélicos colaboraron anunciando a Cristo y el padre Nico, los jóvenes de Impact y Lance McKinney de JCUM se hicieron amigos.

El reto: hacer discipulado con jóvenes

El sacerdote tenía algunos jóvenes conversos, pero muy tiernos en la fe, y no veía muy bien cómo formarlos. Envió alguno a la EDE (Escuela de Discipulado) de JCUM.

Lance McKinney lo explicó así: "Nico me dijo 'te voy a enviar unos chicos' al EDE, para que se formen. Yo pensé: 'me mandará esas dos chicas tan majas y evangelizadoras que tiene'. ¡Y no, me envió dos raperos fumetas que no sabían de nada! Uno duró tres semanas, pero el otro sigue evangelizando hoy", comenta divertido.

El padre Nicolás es directo: "Tras el sínodo de los Jóvenes, la exhortación Christus Vivit de 2019 pedía hacer 'escuelas de discípulos jóvenes', pero la realidad es que tres años después en España nadie lo hacía. La diócesis de Barcelona mandaba jóvenes laicos a Estados Unidos a hacer un año o 6 meses de discipulado con Net Ministries, o con LifeTeen o con Damascus, en Ohio. Pero aquí en España no había nada, sólo Impact y JCUM".

Así, se lanzaron a montar una EDE (Escuela de Discipulado) conjunta entre la diócesis de Ávila y JCUM, en Madrid, con el padre Nicolás como capellán, yendo 3 o 4 veces por semana de Ávila a Madrid a acompañar a los jóvenes adultos que se formaban allí, con Biblia, oración y convivencia.

Precedentes antiguos y más cercanos

No era algo insólito. Hay un precedente hace casi 40 años que dio mucho fruto, como recordaba Alfonso Cherene. En 1983 JCUM hizo una EDE conjunta de católicos y evangélicos en España a la que vinieron jóvenes católicos de Malta. Hoy algunos de aquellos jóvenes católicos son veteranos evangelizadores itinerantes muy conocidos en España y Europa, como Noel Chircop y Mario Capelo, ligados al ICPE (instituto evangelizador reconocido en el Dicasterio de Laicos).

Pero como señalaba Cherene, desde entonces, nunca más había fructificado un intento de formar juntos evangelizadores católicos y evangélicos en España. Algo empezó a cambiar en septiembre de 2011, tras la JMJ de Madrid y el concierto de Hillsong de septiembre en la capital (lea aquí nuestro detallado análisis de ese concierto). Acudieron a él unas 6.000 personas, de las que un 20% serían católicos. También acudieron algunos evangelizadores y sacerdotes católicos (tras la JMJ buscaban "algo") y evangélicos amigables, reunidos por Tote Barrera y Alpha España. Luego llegarían los ENE (Encuentros de Nueva Evangelización) y otros puntos de contacto.

El crecimiento de Alpha, los métodos de kerigma, la música de alabanza cada vez más difundida en España, su acceso fácil en Internet (antes había que ir a conciertos evangélicos a comprar casetes inencontrables), y el hecho de que se han reducido algunas reticencias tanto por parte católica como por la de pastores evangélicos, ha aumentado las ocasiones de contacto entre jóvenes y líderes de ambas tradiciones.

Una novedad de los últimos años es que estos proyectos conjuntos no se hacen "a escondidas" sino que se presentan tanto a las autoridades católicas (al arzobispo Argüello, o a Rafael Vázquez, director de ecumenismo de Conferencia Episcopal) como a las de la Alianza Evangélica Española.

Hoy ya hay 12 jóvenes evangelizadores en Ávila, católicos y evangélicos, formados juntos con experiencia de evangelizar a tiempo completo a partir de anunciar el kerigma y de convivir y orar juntos, incluyendo al hijo de Lance McKinney. Lance asegura: "Si católicos y evangélicos no trabajamos juntos, estoy convencido de que el Reino de Dios avanzará muy poco".

Nicolás Ruiz, que en Londres, en la Conferencia de Liderazgo de Alpha, experimentó la efusión del Espíritu Santo, cree que los católicos pueden aprender de los evangélicos la cercanía a la Palabra de Dios, la evangelización valiente y una cultura de la alabanza.

Por su parte, Lance explica que su hijo, evangélico, admira la reverencia de los jóvenes católicos en el culto, la seriedad con que se arrodillan y adoran ante la Eucaristía. Pero, se preguntan: esa reverencia ante Dios y su voluntad ¿no hay que vivirla también en el día a día, en otros aspectos de vida cristiana? Un discipulado ayuda precisamente a eso.

Es bien sabido que los jóvenes católicos escuchan Hillsong, Bethel y otras grandes casas evangélicas de música de alabanza (en realidad, casi siempre las mismas 4, con sus riesgos). ¿Escuchan los jóvenes evangélicos españoles la música cristiana que hace Hakuna? "No, no conocen Hakuna", admite McKinney.

Alfonso Cherene, Lance McKinney, el sacerdote Nicolás Ruiz, el pastor Fernando Romero y Pablo Guedón, de Comunidad Wellgate, en el Transforma 2024, hablando de evangelización conjunta entre católicos y evangélicos.

Dos propuestas para jóvenes: Follow Me o EDE Kerygma

Nicolás Ruiz propone hoy difundir una nueva variante de ese discipulado organizado en 8 fines de semana, que utiliza el "ADN de JCUM, pero en una versión 100% católica", llamado Follow Me, conviviendo en una casa de retiros en Toledo. Sería como "un alfa del discipulado", dice, un primer paso. Luego esos discípulos jóvenes lo podrían replicar en su diócesis por toda España. Detrás de este discipulado Follow Me hay veteranos jóvenes de Renovación Carismática Católica y sacerdotes y formadores de las diócesis de Ávila, Santiago, Toledo, Alicante y León.

Además, también se oferta la escuela EDE Kerygma de JCUM, para mayores de 18 años, que dura 5 meses (una fase teórica de 3 meses formándose, otra práctica de 2 meses evangelizando). Incluye oración, sacramentos, dones del Espíritu Santo, apologética, habilidades de expresión, Biblia, algo de antropología y psicología, enseñanzas sobre afectividad y sexualidad. Más datos en www.kerygma.jcum.com .

Vídeo completo del encuentro sobre unidad de los cristianos en Transforma:

Más iniciativas de unidad

Otras iniciativas conjuntas que aparecen en el horizonte son un encuentro mensual de oración de alabanza en Madrid (Encuentros Ruah, tras un precedente positivo en Santiago de Compostela) y un posible gran encuentro de oración llenando un estudio de fútbol, como continuación del encuentro en el estadio del Bemfica de la JMJ de Lisboa, en el que oraron juntos católicos y evangélicos.

También se piensa la posibilidad de ofertar un Seminario Codo con Codo, cuyo subtítulo es "Cómo trabajar juntos cuando no estamos de acuerdo en todo", fruto de la experiencia del trabajo conjunto de católicos y evangélicos de JCUM y el Ministerio Kerygma en países europeos.

De fondo, una intuición que expresó Pablo Guedón, de Comunidad Wellgate: "nuestra experiencia es que cuando nos unimos suceden cosas que separados no suceden, la obra de Dios se hace más fuerte cuando oramos juntos".

Así, el encuentro en el Transforma acabó con católicos y evangélicos orando unos por otros, por la evangelización y la unidad y abrazándose. " ¿Quién no ha abrazado nunca a un protestante? Venga ese abrazo", decían. Los hermanos, aunque tengan desacuerdos, siguen teniendo el derecho y el deber de amarse y abrazarse.

Al acercarse el aniversario de Nicea, aquel Concilio en el que la Iglesia aún estaba unida, la unidad de los cristianos va a ir sumada a la oración, el anuncio de Cristo y la atención a su mandato: "Que sean uno, Padre, para que el mundo crea".

Decenas de miles de católicos y evangélicos rezan juntos por el Papa (¡no es algo que suceda muy a menudo!) en el encuentro The Change durante la JMJ de 2023 en Lisboa, dirigidos por el actor católico Jonathan Roumie (hace de Jesús en The Chosen).