El viaje del Papa a Sudán del Sur tiene desde el principio un carácter ecuménico. También han acudido al país el líder global de la Comunión Anglicana, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia presbiteriana de Escocia, Iain Greenshields. Los tres líderes, acompañados de jerarcas de sus comunidades, acudieron juntos el viernes al encuentro con los políticos del país. Luego celebraron actividades por separado y volvieron a reunirse en la tarde del sábado para una Vigilia de Oración por la Paz, acto conjunto y ecuménico.
Se trata de un formato insólito: tres líderes cristianos internacionales, que no viajan juntos, pero que sí acuden a peregrinar juntos y orar juntos.
El acto de oración se celebró con unas 50.000 personas de distintas denominaciones cristianas en el Mausoleo John Garang, nombre de un histórico dirigente sursudanés.
Sudán del Sur no alcanza los 14 millones de habitantes, de los que el 70% de la población son cristianos y el resto son animistas o musulmanes. En concreto, se calcula que un 35% de sursudaneses son católicos, un 20% anglicanos, y el resto de cristianos se dividen entre otras iglesias protestantes (con muchos presbiterianos) y coptos.
Oración ecuménica del Papa en Juba, con el arzobispo anglicano Justin Welby y el moderador general de la Iglesia Presbiteriana de Escocia, Iain Greenshields.
Francisco: "Quien sigue a Cristo elige la paz siempre"
"Los que se llaman cristianos deben elegir bando. Quien sigue a Cristo elige la paz, siempre; quien desata la guerra y la violencia traiciona al Señor y niega su Evangelio", proclamó el Papa Francisco ante la multitud.
"Cada uno, en Jesús, es nuestro prójimo, nuestro hermano, incluso el enemigo; tanto más los que pertenecen al mismo pueblo, aunque sean de etnia diferente", afirmó Francisco ante un pueblo que sufre la guerra entre etnias y que acumula heridas de muertes y violencia desde hace décadas. Aunque hay unos acuerdos de paz firmados desde 2018, aún no se han aplicado en firme.
Francisco pidió "unidad fraterna entre nosotros los cristianos, y ayudémonos a transmitir el mensaje de la paz a la sociedad; a difundir el estilo de no violencia de Jesús, para que en quien se profesa creyente no haya más espacio para una cultura basada en el espíritu de venganza"
"En nuestras parroquias, iglesias, asambleas de culto y de alabanza, seamos asiduos y unánimes en la oración (cf. Hch 1,14), para que Sudán del Sur, de la misma manera que el pueblo de Dios en la Escritura, “llegue a la tierra prometida”.
Cincuenta mil personas de distintas denominaciones cristianas acudieron a la oración ecuménica por la paz del Papa en Juba en la tarde del sábado.
La paz implica unidad en la pluralidad, sin "visión tribal"
Esa paz implica promover "la unidad en la pluralidad", dijo. Cuando Jesús proclama "amaos unos a otros como yo os he amado", aseguró Francisco, "contradice cualquier visión tribal de la religión".
E insistió: "Que el tribalismo y la división en facciones, que alimentan la violencia en el país, no afecten las relaciones interconfesionales. Al contrario, que el testimonio de unidad de los creyentes repercuta en el pueblo".
El Papa retomó un tema de su discurso al clero católico de la mañana, asegurando que “la oración de intercesión, que caracterizó la vida de Moisés, es una obligación sobre todo para nosotros, pastores del Pueblo santo de Dios”.
También alabó la herencia ecuménica de los cristianos del país como “un tesoro precioso” y afirmó que "antes de las divisiones históricas hay una realidad inmutable: somos cristianos, somos de Cristo".
Como ejemplo de ecumenismo, afirmó: "Se camina hacia la unidad cuando el amor es concreto, cuando, unidos, se socorre a quien está marginado, a quien está herido y descartado", algo que ya hacen los cristianos de Sudán, dijo, en la asistencia sanitaria, la escolarización y la caridad.
Numerosos obispos anglicanos escuchan el mensaje del Primado de la Comunión Anglicana, Justin Welby, en el acto ecuménico de oración con el Papa en Juba.
Welby: con Cristo, no nos aferramos a las cosas
También habló Justin Welby, que como arzobispo anglicano de Canterbury es Primado de la Comunión Anglicana. Precisamente en África es donde viven más fieles del anglicanismo, pero también donde hay más voces críticas con sus prácticas cada vez más alejadas de la enseñanza bíblica, como el "sacerdocio" femenino o la aceptación de los actos homosexuales. Para Welby, el viaje es una ocasión de mostrarse como una figura de unidad mundial del anglicanismo, amenazado hoy por fuertes divisiones.
Welby predicó sobre la comunidad cristiana de Hechos 2, donde "los que eligen seguir a Cristo entran en una nueva comunidad donde no hay divisiones ni jerarquías". "Ya no nos aferramos a las cosas cuando sabemos en nuestra alma que todo pertenece a Dios". afirmó.
Que los jóvenes respeten a las mujeres
A los jóvenes cristianos, Welby les pidió transformar el país, no dejarse engañar por la guerra, no acudir a matar. "No estarás de acuerdo con los demás, pero aún así los amarás", propuso. Les pidió también respetar y honrar a las mujeres, no usarlas como si sólo existieran "para satisfacer el deseo".
A las mujeres les habló del "trauma de la violencia sexual y el miedo diario al maltrato, incluso en sus propios hogares". Welby comentó que su esposa Caroline "ha trabajado con muchas de ustedes y ha escuchado sus historias, llevando comida, ropa y formación a aquellos que otros consideraban enemigos, incluso arriesgando la vida".
Por último, Welby insistió en que el cristianismo debe llevar "a todos a la comunión de los creyentes. No importa que seamos de diferentes países, diferentes tribus, diferentes iglesias. Con mis queridos hermanos, el Papa Francisco y el Moderador Iain, estamos aquí como familia, comunidad, para estar con ustedes y compartir el conocimiento de su sufrimiento. Hemos viajado en esta Peregrinación de Paz como nunca antes se había hecho. Porque amamos a Sudán del Sur. Es la gracia de Dios y no nuestro mérito que estemos aquí. Porque nada nos puede separar del amor de Dios en Jesucristo. La sangre de Cristo nos une, basta por sí sola para nuestra salvación. No necesitamos otros sacrificios. Mi hermana, mi hermano, nunca, nunca, nunca será mi enemigo", exhortó el prelado anglicano.