Pese a todas las dificultades que siguen experimentando los cristianos en Irak poco a poco intentan recuperar una cierta normalidad con algunos gestos y logros que sirven de impulso a esta mermada y perseguida comunidad cristiana.
El Papa Francisco tiene previsto viajar a Irak del próximo 5 a 8 de marzo, aunque en estos momentos la visita está en el aire debido a la situación mundial con la pandemia. En caso de realizarse finalmente, el Pontífice irá a Qaraqosh, la que era la gran ciudad cristiana de Irak, cerca de Mosul, en el norte de Irak.
Allí el Papa encontrará ya izada la bella estatua de la Virgen en lo más alto de la iglesia que los yihadistas de Daesh utilizaron como armería.
Un lugar especialmente atacado por Daesh
Esta imagen mariana está ya en el también mariano santuario de María “al Tahira”, es decir, toda Ella pura. Desde la torre del santuario, la estatua de María destaca sobre el perfil de esta ciudad ubicada en la llanura de Nínive.
Según explica la agencia Fides, la colocación de la estatua el pasado 11 de enero ha adquirido una fuerte connotación simbólica como signo del renacimiento de la ciudad iraquí, que un tiempo estuvo habitada por una gran mayoría de cristianos sirio-católicos y que del 2014 a 2016 terminó bajo el dominio de los yihadistas del Estado Islámico (Daesh).
De este modo, el complejo de Santa Maria al Tahira, con sus dos iglesias, la antigua, que data del siglo XIII, y la nueva, construida en la primera mitad del siglo XX, es el lugar de culto más conocido y representativo toda la ciudad. También por este motivo los yihadistas de Daesh transformaron ese santuario en una guarnición militar, utilizándolo como campo de tiro y almacén de armas.
Durante y después de la ocupación yihadista, la iglesia fue saqueada y devastada. Su restauración, iniciada hace algún tiempo, ha culminado en la colocación de la estatua de María en la torre del santuario.
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