Las noticias sobre matanzas islamistas en Burkina Faso se suceden una tras otra desde hace años, pero casi ninguna consigue romper la cortina de silencio que las encubre. Entre los quince muertos en el asalto a una iglesia católica en febrero, y los 23 cristianos degollados en distintas parroquias cristianas en septiembre, a lo largo de 2024 se han sucedido numerosos crímenes yihadistas que apenas trascienden.
Es el decimoquinto país más pobre del mundo. Sometido a una intensa corrupción e inestabilidad políticas, con dos golpes de estado en 2022, y tras retirarse en enero de 2023 las fuerzas militares francesas -a petición del propio gobierno-, el impacto de las acciones islamistas está siendo demoledor.
Una década de pesadilla
Desde que comenzó esa pesadilla hace casi diez años, unas tres mil personas han perdido la vida y unos dos millones de personas han sido desplazados internamente tras perderlo todo. Así lo ha explicado este miércoles Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) en una rueda de prensa destinada a explicar por qué este país africano será el objeto preferente de su campaña de Navidad.
La franja del Sahel y los países afectados por la oleada terrorista en la región.
"La Iglesia de Burkina Faso ha lanzado un grito de socorro para salir adelante en medio de la profunda crisis social que atraviesa como consecuencia de la violencia de grupos extremistas islámicos", afirman desde ACN: "Un verdadero drama humanitario de enormes proporciones que se une al terror de la persecución religiosa a los cristianos". El 40% del territorio del país está fuera del control del gobierno y se ha convertido en refugio de grupos armados yihadistas.
Héroes de la fe
"Con esta campaña queremos ser altavoz de esta realidad invisible para el mundo, la de la Iglesia desplazada y perseguida de Burkina Faso. Ellos son los verdaderos héroes de la fe", afirmó el director de ACN España, José María Gallardo, al señalar los riesgos a los que se enfrentan los cristianos, que constituyen un 23% de la población.
Para presentar esta campaña, Gallardo estuvo acompañado por el padre Olivier Lompo, que era párroco de Dablo cuando en mayo de 2019 los islamistas asesinaron a un sacerdote y a cinco fieles durante la misa y quemaron el templo.
El padre Olivier Lompo explicó la fidelidad a la fe de los cristianos de Burkina Faso.
A pesar de la persecución, "la Iglesia se desvive", explicó el padre Lompo: "Es una lucha del bien contra el mal. Sin embargo, los tiempos difíciles van fortaleciendo nuestra fe. Nos muestran el motivo de nuestra fe. Los mártires nos han mostrado el camino, por eso no debemos tener miedo y debemos seguir adelante".
La conferencia episcopal de Burkina Faso tiene abiertos más de cien expedientes de beatificación de mártires, muchos de ellos catequistas. A pesar de la situación extrema por la violencia y el sufrimiento, la fe de los cristianos de este país africano permanece inquebrantable.
Escolarización y atención pastoral (sacramentos y catequesis) a desplazados
La Iglesia ha solicitado proyectos de ayuda humanitaria para cubrir las necesidades más esenciales de la población desplazada, lo que incluye la educación de niños y jóvenes. Por ello, Ayuda a la Iglesia Necesitada financiará proyectos de escolarización, una ventana de esperanza para ellos, también porque los terroristas les ofrecen dinero a cambio de dejar la educación y unirse a ellos.
ACN financiará asimismo proyectos de apoyo a la pastoral de los desplazados, desde templos a material catequético, pasando por el sustento de los sacerdotes y catequistas. Los estipendios de Misas serán una de esas vías de ayuda económica, junto a la compra de vehículos para facilitar el desplazamiento de los agentes de pastoral.
Pincha aquí para colaborar con la campaña de ACN por la Iglesia de Burkina Faso.