En 1571 los turcos otomanos arrebataron Chipre a los venecianos, y aunque los cristianos vencieron en Lepanto unos meses después, no pudieron recuperar la isla, que estuvo bajo dominio otomano hasta el siglo XX. Aún hoy los turcos dominan militarmente la zona norte de la isla.
Hace 340 años que murió el último obispo latino de Chipre, y nunca desde entonces fue ordenado un obispo latino allí. Esto ha cambiado este sábado 16 de marzo de 2024, cuando el brasileño Bruno Varriano, de 52 años, ha sido ordenado obispo en Nicosia por el Patriarca Latino, Pierbattista Pizzaballa, que es el pastor principal de la diócesis latina de Tierra Santa, que incluye Chipre, Palestina, Jordania e Israel. Varriano es ahora uno de los obispos auxiliares de Jerusalén, el encargado como vicario de residir en Chipre y cuidar a sus católicos.
A la ceremonia, de sabor histórico, acudieron unas 1.300 personas, entre ellos, el cardenal portugués Américo Aguiar, el nuncio apostólico en Jordania y Chipre, Giovanni Pietro Dal Toso, 40 obispos de distintos ritos, delegados de otras iglesias cristianas y un centenar de sacerdotes.
Obispos católicos de distintos ritos con Bruno Varriano (de morado), nuevo obispo auxiliar de Jerusalén encargado de la isla de Chipre, primer obispo latino ordenado en la isla en 4 siglos.
"Tu primera misión es ser cercano a todos", dijo el Patriarca Pizzaballa a Varriano, que tiene un título en psicología clínica, llegó a Tierra Santa en 1999 y fue durante 9 años el rector en la Basílica de la Anunciación, en Nazaret. Lleva sólo 2 años en Chipre. Tras vivir casi un decenio en la casa de la Virgen María en Nazaret, ha tomado como lema episcopal su frase: "Según tu palabra".
Mayoría de cristianos ortodoxos, muchos latinos inmigrantes
Chipre tiene 1,2 millones de habitantes. En la zona controlada por la República de Chipre, un 90% son cristianos ortodoxos. Si se suma la zona controlada por Turquía, los cristianos son un 73% y los musulmanes un 25%.
Los católicos siempre fueron muy pocos, pero en las últimas décadas se han afincado en la isla católicos de distintos ritos y países, con una mayoría de lengua árabe o griega. Se calcula que hay unos 40.000 católicos en el país, aunque el nuevo obispo sólo pastoreará a los de rito latino. Muchos son católicos maronitas (de origen libanés), armenios o melquitas (grecocatólicos).
Entre sus parroquianos católicos latinos, ahora son muy numerosos los filipinos, ceilandeses, indios y africanos de países francófonos, y se hicieron presentes en el coro de la ordenación.
Clérigos grecocatólicos y feligreses posan con el nuevo obispo Bruno, al frente de los católicos latinos de la isla de Chipre:
Pizzaballa avisó, dado el contexto histórico: "No estamos aquí para celebrar la restauración de la antigua gloria. Somos y seguimos siendo una pequeña realidad de la Iglesia católica, inserta en un contexto religioso más amplio, en particular grecoortodoxo, pero no sólo grecoortodoxo. Pretendemos colaborar en un espíritu de armonía y respeto".
Le impusieron las manos primero el cardenal Fortunato Frezza (italiano de 80 años, mucho tiempo oficial en Roma, sólo lleva 2 años de obispo y cardenal) y el arzobispo maronita de la isla, Selim Sfeir, que pastorea unos 13.000 fieles. Después, el resto de los obispos presentes.
(Publicado originariamente en el portal de la Fundación Tierra Santa)