En la mañana del domingo 12 de septiembre la Iglesia ha beatificado cerca de Varsovia al cardenal polaco Stefan Wyszyński (1901-1981) y a la religiosa polaca Elzbieta Czacka (1876-1961).
El primero pasó 3 años en prisiones comunistas, apresado en 1953 en su palacio episcopal, y fue el organizador de la Iglesia y el clero bajo la presión del régimen comunista durante décadas.
La segunda, de familia aristocrática, ciega desde los 22 años, fue una pionera de la atención a ciegos, promoción del sistema braille en polaco y cuidó heridos en el levantamiento contra los nazis en 1944. Creó la congregación de las Siervas Monjas Franciscanas de la Cruz (triuno.pl) que cuenta hoy con unas 180 religiosas en 5 localidades de Polonia.
Los ya beatos cardenal Wyszyński y Elzbieta Czacka, testigos de la Polonia del siglo XX, bajo nazis y comunistas
80 obispos y 600 sacerdotes
La ceremonia ha tenido lugar en el Templo de la Divina Providencia en Wilanów, un barrio de Varsovia. Han participado 80 obispos polacos y 600 sacerdotes, con unos 7.000 fieles, la mitad dentro del templo y el resto fuera de él.
La ceremonia, combinando el polaco y el latín, la presidió el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal italiano Marcello Semeraro, quien proclamó la fórmula de beatificación.
A la liturgia acudieron las máximas autoridades civiles: el presidente de la República, Andrzej Duda; la presidenta del Sejm (el Congreso) Elzbieta Witek; el presidente del Senado, Tomasz Grodzki; y el primer ministro, Mateusz Morawiecki.
Reliquias llenas de simbolismo
Parientes de los beatos y religiosas de las Siervas Franciscanas llevaron al altar las reliquias y un icono del cardenal, junto con el icono de la Virgen negra de Czestochowa. El relicario del cardenal fue diseñado por un famoso artista trabajador del ámbar, Mariusz Drapikowski, que ya ha decorado antes el icono de la Virgen de Jasna Góra. La reliquia del cardenal no es un resto de su cuerpo, sino un texto de su puño y letra que escribió encarcelado en Stoczek Warmiński.
El cardenal Semeraro dijo en la homilía sobre Wyszynski:
"Se enfrentó a todas las dificultades que su nación tuvo que sufrir en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En aquella época política y socialmente complicada, dirigió con valor, constancia y decisión la nave de la Iglesia en Polonia, oponiéndose a una ideología que deshumanizaba al hombre y lo alejaba de la plenitud de la vida, el Evangelio de Cristo vivido con fidelidad. En la batalla por la defensa de la libertad de los hombres y mujeres polacos, solía decir: 'Quien odia ya ha perdido'. No se ahorró nada, soportó todas las humillaciones y sufrimientos, cuya culminación fueron los tres años de prisión de 1953 a 1956".
Las religiosas de la Madre Czacka llevan sus reliquias al altar
El relicario de la religiosa sí contiene un hueso de la beata, está tallado en madera de tilo representando sus manos, ha sido diseñado por el artista Albert Chorazyczewsk y esculpido por Marek Szala. Ambos relicarios permanecerán permanentemente en el Templo de la Divina Providencia, en el panteón de los santos y beatos polacos.
El Papa los recuerda desde Budapest
En Budapest (Hungría), al finalizar la misa de clausura del 52º Encuentro Eucarístico Internacional, el Papa recordó las figuras de los nuevos beatos ante las cien mil personas congregadas en la Plaza de los Héroes.
“Hoy, no muy lejos de aquí, en Varsovia, dos testigos del Evangelio son proclamados beatos: el Cardenal Esteban Wyszyński e Isabel Czacka, fundadora de las Hermanas Franciscanas Siervas de la Cruz”, recordó.
Los describió como “dos figuras que conocieron de cerca la cruz: el Primado de Polonia, arrestado y segregado, fue siempre un pastor valiente según el corazón de Cristo, heraldo de la libertad y de la dignidad del hombre; sor Isabel, que perdió la vista muy joven, dedicó toda su vida a ayudar a los ciegos”.
Y exhortó: “Que el ejemplo de los nuevos beatos nos estimule a transformar las tinieblas en luz con la fuerza del amor”.
El lector puede conocer más sobre Wyszyński en este semblante que ha escrito el padre Teulón, este otro de Ángel Manuel Gª Carmona y este vídeo con el cardenal Nycz de Varsovia.
Sobre la madre Elzbieta y su apostolado con ciegos, pobres y heridos, y también con intelectuales, puede leer aquí.
La ceremonia de beatificación se ha emitido aquí