Empieza este martes 21 de mayo en Madrid la XXX Asamblea General de la Confer, la asamblea de superiores de congregaciones religiosas en España, que agrupa más de 400 congregaciones y más de 33.000 religiosos.
El lema de la Jornada es: “¿Quién manda aquí? Corresponsabilidad y obediencia”
En la misa inaugural predicó el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española. El arzobispo señaló que hoy "hablar de obediencia y autoridad" es a la vez contracultural y necesario. Pidió a los religiosos imitar a Jesús para "generar una cultura nueva, que hace posible el encuentro ante los conflictos".
Abusos, Internet, caos doctrinal... límites a la obediencia
El lema "Quién manda aquí" se eligió hace meses, y es casualidad que haya coincidido con el episodio de las clarisas rebeldes de Belorado, que ha saltado a la prensa generalista y las tertulias televisivas: unas monjas que declaran que toda la Iglesia está equivocada desde Pío XII, excepto ellas y un señor al que toman como obispo.
Pero también fuera de la vida consagrada la obediencia parece ser difícil de delimitar. Cuando el Papa Francisco y el cardenal Víctor Manuel Fernández promulgaron Fiducia Supplicans, sobre bendiciones a parejas irregulares, sólo 15 conferencias episcopales del mundo declararon que la aplicarían, 30 declararon que no lo harían, otras callaron. Luego, diversos obispos, aquí y allá, empezaron a establecer sus propias normas al respecto, algunas muy laxas, otras muy estrictas.
El caos llegó al nivel casi de cada sacerdote: mientras algunos declaraban que jamás harían bendiciones "confusas" a parejas (nadie niega bendiciones a personas, siempre que no sea "usar el nombre de Dios en vano"), otros realizaban ceremonias vistosas, con flores, fotógrafos, trajes y aplausos a parejas homosexuales, muy lejos de la bendición "espontánea" que menciona Fiducia. Algunos obispos, en vez de castigar esa desobediencia, la aplaudían, o al menos consentían. Otros obispos ordenaron a los sacerdotes críticos con Fiducia que no lo airearan en público, recordando que ese documento podía ser sustituido por otro más adelante.
Luego está el límite de libertad de expresión de los sacerdotes, o también de religiosas. No sólo predican lo que quieren en su templo, sino que con Internet o medios de comunicación pueden llegar a cientos de miles de personas. ¿Cuándo y como puede el obispo, o su superior, ordenarles que dejen de expresarse o de tratar ciertos temas? En nuestra época, en que cualquier adolescente indocumentado se lanza al mundo a emitir podcasts, se hace difícil hacer callar a clérigos que dicen que se sienten llamados a ser comunicadores.
La obediencia tiene mala fama también debido a su versión deformada, la manipulación de conciencia, con sus abusos (a veces sexuales, otras veces, de otros tipos) y sus encubrimientos. La Confer dedicó el número 234 de su revista (en 2023) a este tema. El manipulador de conciencias abusa de la obediencia, la usa para manipular a sus víctimas. La víctima se encuentra con una disociación, dicen los psicólogos: lo que Dios dice en su conciencia y su razón, y lo que supuestamente dice en ese portavoz que es un superior. La víctima cae en desconfianza a una u otra, y luego a casi todo. La Iglesia tiene una culpa especial cuando da autoridad a una persona que la usa mal.
Este es el contexto en el que los religiosos españoles se plantean estos días el tema de "Corresponsabilidad y obediencia".
Consejo General de la Confer, la Confederación Española de Religiosos, fotografiados en abril de 2024.
El mensaje del Nuncio a los religiosos
Presidieron la Ceremonia de Apertura en la mañana de martes el Nuncio Apostólico, Bernardito Auza; José María Avendaño, obispo auxiliar de Getafe, obispo responsable de la Confer; Jesús Miguel Zamora, hermano de La Salle, Secretario General de la Confer; Jesús Díaz Sariego, superior de los dominicos, Presidente de la Confer y Lourdes Perramon, superiora de las Oblata del Santísimo Redentor, Vicepresidenta de la Confer.
El Nuncio agradeció a los religiosos su servicio a la Iglesia y la sociedad: "unos acercáis el amor del Señor a los pobres mediante la asistencia, otros a los enfermos y a los ancianos, otros a los niños y jóvenes, que son la apuesta de futuro, y que necesitan que la educación no solo sea adquirir destrezas y conocimientos, sino, también valores y motivos de esperanza".
El Nuncio recordó que la primera obediencia del religioso es a la voluntad de Dios Padre, sin la cual la vida religiosa no tiene sentido, porque imita la obediencia de Jesucristo.
Añadió además que "corresponsabilidad y obediencia" se evidencian en la preocupación por los demás, "que nace de la presencia de Dios en el alma y se proyecta en los hermanos". Citó un discurso del Papa Francisco a religiosos en 2021: "Cuando la vida consagrada pierde la dimensión de diálogo con la realidad y de reflexión con lo que sucede empieza a hacerse estéril".
El ideal común que es Jesucristo debería ser la respuesta a la pregunta "quién manda aquí", añadió el Nuncio. Y volvió a citar al Papa Francisco, un discurso a superiores religiosos de 2013: "Sabed ejercer siempre la autoridad acompañando, comprendiendo, ayudando, amando, abrazando a todos y a todas, especialmente a las personas que se sienten solas, excluidas, áridas, las periferias existenciales del corazón humano. Mantengamos la mirada dirigida a la Cruz: allí se coloca toda autoridad en la Iglesia, donde Aquel que es el Señor se hace siervo hasta la entrega total de sí".
Inauguración de la XXX asamblea de la Confer en Madrid, con el obispo Avendaño y el Nuncio Auza.
"Autoridad y obediencia, dos términos en revisión"
"Autoridad y obediencia, dos términos en revisión a la hora de profesar nuestros votos religiosos. Por otro lado, la corresponsabilidad nos abre a una nueva comprensión y nuevas posibilidades en el ejercicio de la autoridad", dijeron, en su discurso, el presidente y la vicepresidenta de Confer, que con otros responsables y "teólogos y teólogas" llevan "meses" preparando el tema.
Recordaron que "la obediencia que brota de una autoridad corresponsable nos lleva a servir más y mejor a los hombres y mujeres de nuestro tiempo".
Ligaron la "obediencia" a la escucha. "La escucha comprometida es, quizás, un signo teologal necesario para el tiempo en el que estamos. En este sentido el voto de obediencia, bajo la impronta de la escucha mutua, no respondería a otro tiempo. Más bien se actualiza en la nueva sensibilidad contemporánea cuando reconoce el valor personal de cada uno, de cada una".
Esa escucha y apertura a Dios y a los demás requiere, dijeron, "no poca ascesis". Así, por obediencia, los religiosos deben escucharse entre ellos en comunión, también unas congregaciones a otras.
Pidieron hacer esa escucha "de forma sinodal" porque "si entre nosotros logramos hacer un buen trabajo sinodal, estaremos reforzando y apoyando de forma activa el proceso sinodal que ha iniciado la Iglesia".
Enunciaron además 3 temas de diálogo que reclamaron los superiores para este encuentro:
- La vida religiosa y el mundo de hoy;
- El camino intercongregacional: concreciones para avanzar;
- Atención a nuestros mayores: colaboración entre congregaciones.
Sobre la oración en este encuentro, además de la Eucaristía, los participantes, al inscribirse, eligieron "una modalidad de oración" concreta, a la que pueden acudir, además de una oración común bajo la simbología bíblica de la "tienda del encuentro".
Jesús Díaz y Lourdes Perramon, presidente y vicepresidenta de la Confer, hicieron un discurso farragoso por desdoblar masculinos y femeninos, en desobediencia a la Real Academia, dificultando la escucha atenta que decían predicar.
Un discurso farragoso
El discurso del dominico Jesús Díaz Sariego, acompañado de la oblata Lourdes Perramon, ha sido especialmente farragoso por desdoblar el género de muchas palabras.
Aunque decían fomentar la escucha, ese estilo fastidioso la dificultaba. Y aunque querían promover la obediencia, de forma nada responsable desobedecían la norma de la RAE que critica este desdoblamiento.
Así, agotaban al oyente y lector hablando de "escuchar juntas y juntos la voz de Dios", "caminando juntos y juntas", "relaciones fraternas y sororales", "discernir juntos y juntas", "hombres y mujeres", "teólogos y teólogas", "de cada uno y de cada una", "vosotros y vosotras"...
Como eso era lingüísticamente insostenible, de forma incoherente con lo anterior en 5 ocasiones hablaban de "juntos" sin "juntas" y en 6 veces de "nosotros" sin mencionar nunca "nosotras". Todo esto distraía al oyente del tema y daba ejemplo de desobediencia a la Real Academia Española, que ordena:
"Deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos. La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas".
Es difícil intentar comunicar el Evangelio al hombre de hoy mediante la "obediencia", cuando no se obedece ni a normas básicas del idioma común, "por razones extralingüísticas".
(Las fotografías son de Medios Confer).