El sepulcro de Santa Teresa de Jesús fue abierto este miércoles por primera vez desde 1914, y el estado de conservación de su cuerpo sigue siendo "exactamente el mismo" que entonces, según los registros fotográficos. Así lo confirmó el prior de los carmelitas de Alba de Tormes (Salamanca), Miguel Ángel González, quien dirigió la intervención junto al postulador general de la orden, Marco Chiesa.
Por la mañana se produjo, con una ceremonia religiosa y un Te Deum, el traslado del sepulcro y posteriormente la apertura como parte de la primera jornada de estudio de los restos de la santa. Lo llevará a cabo un equipo científico italiano desplazado al efecto hasta la basílica de la Anunciación y que encabeza el profesor Luigi Capasso, director de un equipo de expertos que trabaja habitualmente con el dicasterio para las Causas de los Santos.
La oración y el cántico ante el cuerpo de la Santa Andariega.
Conocer su vida y mejorar la conservación
El objeto del estudio es conocer detalles sobre la salud de Santa Teresa y sugerir actuaciones para mejorar la conservación de las reliquias, como su corazón o su brazo.
Con ese motivo, el martes, festividad de la Transverberación de Santa Teresa, llegó hasta Alba de Tormes una de las más célebres, la mano incorrupta que se venera en el convento de las carmelitas descalzas de Ronda (Málaga), el cual celebra un Año Jubilar con motivo del centenario de su fundación, en 1924, por el obispo San Manuel González, el "apóstol de los sagrarios abandonados".
La mano fue salvada el saqueo al que fue sometido el convento de Ronda durante la guerra civil. Francisco Franco le tuvo una devoción especial, y solicitó autorización eclesiástica para conservarla en su capilla, de donde fue devuelta, a su muerte en 1975, a su ubicación original y actual.
El padre González confesó a ABC que los carmelitas vivieron estos momentos con "intensidad espiritual y emoción", pero también "con mucha tranquilidad y serenidad". La comunidad ha depositado junto al cuerpo muchas peticiones que les han llegado de parte de los fieles y devotos de la santa, declarada Doctora de la Iglesia por Pablo VI en 1970.
La ceremonia de traslado del sepulcro.
La finalidad de este operativo es "conocer mejor a la santa, su ofrecimiento, sus últimos años de vida definidos por los dolores", explicó el padre Chiesa, quien añadió, por ejemplo, que ya se ha detectado (lo hizo el propio Capasso con la reliquia del pie del convento de Santa María de la Escala, en Roma) que en el pie padecía espina calcárea que le hacía imposible caminar", algo que sin embargo ella nunca dejó de hacer, siendo por ello conocida como "la santa andariega".
Tres fases
La apertura es un acto rodeado de gran solemnidad, pues exige diez llaves: tres obran en poder de la comunidad de Alba, tres las tiene el Duque de Alba, tres el padre general de los carmelitas en Roma, y una el Rey de España. Tres son para la reja exterior de hierro del camarín, tres para la tapa de bronce incrustada en el arca de mármol por la parte anterior, y cuatro para el arca interior de plata, siendo una de estas últimas, la que posee el Rey, de cortesía y no imprescindible para la apertura.
El proceso de estudio constará de tres fases, según informó la diócesis de Salamanca.
La primera, entre el 28 y el 31 de agosto, será en una estancia del convento y bajo llave, con presencia de los tres miembros del Tribunal Eclesiástico que acompañan a los científicos. Se realizarán estudios de reconocimiento visual, toma de fotos y radiografías realizadas por un equipo especializado y de última generación procedente de Madrid, y dirigido por el doctor José Antonio Ruiz de Alegría. Se realizará una adecuada limpieza de los relicarios, que se cerrarán, y la mano volverá a Ronda.
La segunda fase se prolongará durante algunos meses y tendrá lugar en los laboratorios de Italia, que analizará los resultados y preparará el informe.
La tercer fase, de nuevo en Alba de Tormes, propondrá algunas intervenciones para la mejor conservación del cuerpo y de las reliquias, trasladándose de nuevo la mano desde Ronda. Posteriormente se sellarán el sepulcro y los relicarios con la ayuda de los orfebres salmantinos Ignacio Manzano Martín y Constantino Martín Jaén, quienes han supervisado también la apertura.
Antes del cierre definitivo, se señalará un tiempo para la veneración de tan apreciadas reliquias.