Benigno Blanco es padre de familia, abogado, dirigió el Foro Español de la Familia y, sobre todo -como le gusta decir- es un abuelo. Pilar Ruipérez entrevista en Creo TV a este incansable defensor de la familia sobre "el gran tema del siglo XXI, el dilema sexo-género".
El ex político desmonta con argumentos la ideología de género y afirma que "en realidad sólo existen hombres y mujeres". Benigno Blanco denuncia la indefensión de los menores ante la "ley trans, una trampa que deshumaniza y desprecia a la mujer" y explica por qué la ideología de género no tiene futuro.
Arrastra al ateísmo
"La ideología de género es una antropología que se basa en el prejuicio de que nuestro cuerpo no determina nuestra identidad sexual. Es fruto intelectual del freudomarxismo de los sesenta, donde lo material es algo que carece de sentido, fruto de la evolución ciega de los elementos, del azar. Nuestro cuerpo no nos da ninguna información relevante, y, por tanto, la identidad humana depende de la autodeterminación de nuestra mente. Aplicado a la sexualidad: no tenemos un sexo, nuestra sexualidad se rige por decisiones voluntarias", comienza diciendo Blanco.
El abogado advierte de que se trata de errores históricos disfrazados. "Todos estos errores suelen ser los mismos, con otros nombres, que los que había cuando empezó el cristianismo. La ideología de género arrastra necesariamente al ateísmo. Uno crea su propia persona y no existe una moral sexual, yo soy el que creo los criterios de bien y de mal. La ideología de género es antitética con el cristianismo y con cualquier religión, yo me convierto en el centro de creación", comenta.
En este punto, Blanco deja claras cuáles son las certezas sobre este tema. "No existe un ser humano asexuado que luego devenga en hombre o mujer, en la realidad solo existen chicos y chicas. La masculinidad y la feminidad nos identifican y nos definen. Yo soy un varón desde que era un cigoto hasta que me muera. Todas las células de mi cuerpo están sexuadas, si yo anulo eso, me anulo a mí mismo. Si admito que no existe el sexo, no existe el ser humano. No es un tema de pecado o virtudes, es un tema de fondo", asegura.
Sobre la "ley trans" aprobada en el Parlamento español, Benigno Blanco desvela lo que de verdad se pretende. "Son leyes liberticidas, a través de ellas el poder hace suya una visión de la sexualidad y nos la quiere imponer a todos. Se pretende convertir en delito de odio cualquier opinión sobre la homosexualidad, sobre el debate sexo-género... En una democracia se debería poder hablar en libertad sobre todo esto. Estas leyes quieren acabar con la libertad", denuncia.
Caerá muy rápido
Y, anima a no tener miedo. "Nos afecta a todos, deberíamos ser consecuentes y presionar para que se eliminen, no para imponer otra visión alternativa, sino para imponer la libertad de opinión, de creencias, de vida... La mejor manera de defender la libertad en una democracia es ejercerla. ¿Que no quieren que hables?, habla... ¿que no quieren que eduques a tu hijo?, edúcalo... Estas leyes tienen una pretensión, que no es la de aplicarse, sino que te la 'autoapliques' por miedo. Sería un error caer en eso", explica.
"La esencia de la 'ley trans' es que reconoce el derecho fundamental a la identidad sexual, es decir, al género. Sustituye el sexo como definición jurídica de la persona por el género. Esto en la práctica quiere decir que no existe ni el hombre ni la mujer. Lo cual es un problema para las feministas clásicas. Si eliminas el sexo, eliminas a la mujer", afirma.
Sin embargo, Benigno es optimista. "Esta ideología, igual que se ha impuesto muy rápido, caerá también muy rápido. En muy poco tiempo estamos viendo sus consecuencias nocivas. Otros errores que ha tenido la humanidad tardaban mucho tiempo en verse, el del género se está viendo muy rápidamente. El primer país de Europa que permitió las operaciones de cambio de sexo acaba de prohibirlas. Suecia, que es un país amoral pero también muy pragmático, ha visto que no arreglaba la disforia de género, y que el índice de suicidio era mayor entre los que se operaban, que entre los que, teniendo ese problema, no lo hacían", apunta.
En este sentido, Benigno añade que la rectificación comienza a ser generalizada. "Esto mismo pasa en Finlandia, en Francia o en EEUU... Es una pena que en España, llevados por un prejuicio ideológico y acientífico, tomemos decisiones que en otros países ya se están rectificando. A veces la humanidad aprende por convicción y muchas otras... a tortas. Aquí estamos aprendiendo a tortas. Esta rebelión médica, feminista, moral... que se está manifestando frente a la agenda política de género está deviniendo muy rápido", comenta.
El abogado también señala la importancia de adelantarse a los que quieren cambiar los valores. "Los temas de sexualidad son muy importantes, porque somos sexuados, y sabemos poco de ella. La sexualidad humana está en el cerebro, y este sigue siendo muy desconocido. No sabemos por qué hay niños pequeños que se sienten niñas o que les gustan otros niños. Hay que tener prudencia, caridad. La ideología de género, aunque sea por su carácter anticientífico y de fuente de dolor, va a durar bastante poco", recalca.
¿Quién está detrás?
"La educación sexual en casa debe empezar a los dos o tres años, como esperemos más, tendremos problemas. Esta educación no es nada complicada. En la familia convivimos cuerpos sexuados y se les puede explicar la maravilla de que sean niños o niñas. Hay que transmitir seguridades morales sobre el valor de la sexualidad y un amor inmenso a su propia libertad, porque van a cometer errores, pero una persona que ama su libertad sabe que no es su error. Si no amas la libertad, puedes creer que eres tu error", analiza.
Benigno Blanco clama contra la indefensión de estos niños. "Se lleva a muchos chicos a comprar esto como una moda cultural. En cuanto tienen cualquier problema, del tipo que sea, se 'autodiagnostican' como trans, asesorados por la red. Una vez que esto ocurre, ya no hay nadie que les pueda ayudar a reflexionar. Los médicos no se atreven o no quieren, porque se convierte en un negocio muy rentable... piensa que para una farmacéutica, saber que vas a depender toda tu vida de las hormonas. A los padres les pasa lo mismo, algunos lo aceptan de buena fe y otros se oponen, y estos últimos pueden verse privados de la patria potestad", afirma.
"Hay muchos youtubers que animan a estos procesos, se ponen a sí mismos como modelos, y ellos mismos te presentan los procesos de hormonación, de integración en la comunidad trans... como si fuera llegar al paraíso. Un preadolescente no puede entender la transcendencia que puede tener para su vida esos cambios. Se enganchan a algo y son presas de un negocio farmacéutico y médico. Si te sales de eso, te tratan como a un traidor, es muy duro en esas etapas de la vida sentir ese rechazo", relata.
Para Blanco, la clave de todo está en saber lo que soy y puedo llegar a ser. "Yo quiero que mis nietos y mis hijos sean felices, estoy convencido íntimamente de que para estar en condiciones óptimas de ser feliz hay que aclararse sobre uno mismo. Es como tener el GPS de la felicidad, luego está la libertad y las circunstancias. Somos nuestra sexualidad, no solo tenemos sexo, sino que lo somos. El género es un inmenso error antropológico", asegura.
El abogado termina señalando cuál es el fin de la ideología de género. "Es una ideología bastante absurda. Ha cobrado relevancia porque la han hecho suya poderes muy importantes a nivel mundial. Fue hecha suya en los setenta por los grandes poderes capitalistas de EE.UU. como un instrumento para luchar contra el crecimiento de la población. En el mundo anglosajón hay una gran convicción malthusiana, y este sería un gran compromiso 'humanitario'", explica.
Aquí puedes ver la charla completa en Creo TV con Benigno Blanco.
"Tras el proceso de descolonización se decide que sean las mujeres libremente las que decidan no tener hijos. Para eso se plantea que hay que cambiar la concepción del matrimonio, de la sexualidad, de la relación hombre y mujer... y se elige la ideología de género como un instrumento para eso. Va a ser como el gran anticonceptivo mundial. El Papa Francisco ha hablado de la ideología de género como este colonialismo imperialista del primer mundo que, a cambio de ayuda, impone una revolución moral, cultural y religiosa en el tercer mundo", concluye.