Este domingo, el presidente de los Estados Unidos Joe Biden anunciaba su decisión de no presentarse a la reelección el próximo 5 de noviembre y apoyar a Kamala Harris como candidata. Muchos consideraban la decisión una cuestión de tiempo, otros una obligación y otros una sorpresa. Y hay incluso quien ha llegado a calificar la retirada del mandatario como un acto de "heroica humildad" comparable a Benedicto XVI y su renuncia el 28 de febrero de 2013.
Así lo describió Michael J. O’Loughlin, director de ejecutivo del "apostolado católico LGBT" Outreach y colaborador de America Magazine, fundada por los jesuitas en 1906 y por muchos considerada representativa del ala liberal en lo religioso y político.
Comentando la retirada en su artículo Joe Biden, el Papa Benedicto y la humildad de
dimitir, O’Loughlin destacó a Biden como un "político católico criado en una Iglesia vigorizada por las reformas del Concilio Vaticano II y que ve al Partido Demócrata como el mejor medio para servir a los pobres", lo que a su juicio es "poco probable que se repita en el corto plazo".
En su artículo, O’Loughlin mencionó que al tener constancia de la decisión de Biden, pensó de inmediato en el 11 de febrero de 2013, "cuando otro líder católico", el Papa Benedicto XVI, "conmocionó al mundo anunciando que renunciaba voluntariamente a su cargo".
Para el articulista, "que una persona que pasó su vida cerca del poder y finalmente lo alcanzó renunciara a él libremente simplemente no parecía natural. Pero eso es lo que lo hizo tan extraordinario. Que el Papa Benedicto reconociera que ya no poseía lo que se necesitaba para dirigir la Iglesia fue una decisión histórica".
Una decisión que, a su juicio, guarda no pocas "similitudes" con la de Biden, aún teniendo una "visión ideológica del mundo bastante diferente" a la de Benedicto.
Entre ellas, que "cada uno de ellos dedicó su vida al servicio, cada uno pasó décadas trabajando para mejorar instituciones importantes y que cada uno alcanzó el poder en una etapa avanzada de su vida. Las circunstancias son muy distintas, pero seguramente incluso los oponentes políticos de Biden deben admitir que la decisión de alejarse del poder es un ejemplo digno de emulación".
En este sentido, el escritor alabó la decisión del presidente como "un acto de heroica humildad". A su juicio, más si cabe teniendo en cuenta la "insistencia en permanecer en la carrera [presidencial]" o su afirmación de que solo abandonaría "si baja Dios todopoderoso y me lo pide".
Todo ello es para el articulista una muestra de "cuán costosa y dolorosa debió haberle resultado la decisión de abandonar. En la decisión de Biden hay un reconocimiento, aunque implícito, de que había sido terco en cuanto a su determinación de permanecer en la carrera. Admitir que uno puede haberse equivocado nunca es fácil. La humildad de Biden seguramente merece un tiempo de reflexión", concluyó O’Loughlin.
Vida, familia, LGBT, migración... La herencia de Biden y el rechazo episcopal
Las políticas de Biden durante su mandato se han caracterizado por un marcado carácter ideológico en lo relativo a la vida, la familia, el lobby LGBT e incluso la cuestión migratoria, entre otros temas.
Su declarado apoyo al movimiento transgénero alcanzó uno uno de sus puntos más elevados al proclamar el pasado domingo de resurrección como "día internacional de la visibilidad transgénero": en esta jornada, celebrada por millones de católicos y sin mención alguna del presidente,manifestó su deseo de "rendir homenaje a la extraordinaria valentía y las contribuciones de los estadounidenses transgénero" y "reafirmar el compromiso de nuestra nación de formar una unión más perfecta, en la que todas las personas sean creadas iguales y tratadas por igual durante toda su vida".
Durante su paso por la presidencia también ha aplicado una política claramente contraria a la vida, posicionándose frontalmente en contra y torpedeando la revocación de Roe vs Wade plasmada en Dobbs vs Jackson, esto es, la devolución a los estados de legislar sobre el aborto en lugar de ser competencia federal. También ha legalizado la entrega de abortivos químicos en farmacias, pasando a entregarse a embarazadas que no tienen ni que pasar consulta previa con un ginecólogo que las examine físicamente: basta una receta obtenida por una consulta a través de pantallas en Internet. Estas y otras políticas fueron contundentemente denunciadas por los obispos.
La política migratoria, su principal baza en la campaña contra "el muro" de Trump, tampoco ha sido como prometía. Entre otros aspectos, prometió acoger a los migrantes acogidos al Protocolo de Protección que se encuentran en la frontera entre Estados Unidos y México. Aseguró que los albergues se vaciarían, sin embargo, varias religiosas que desarrollan iniciativas caritativas en esta zona aseguran que sucede "todo lo contrario, están llenos". "Estamos profundamente preocupados por el desprecio a la ley de asilo y a las protecciones humanitarias básicas en los Estados Unidos”, dijo el obispo de El Paso, Texas Mark J. Seitz, tras la orden ejecutiva en la que Biden imponía severas restricciones al asilo.