Hace menos de una semana destacábamos el segundo puesto de Sound of Freedom en la taquilla estadounidense, detrás de la "intratable" -decíamos- Misión Imposible.
Pero la "intratabilidad" le ha durado lo que dura un cubo de palomitas. La película de Alejandro Monteverde (director), Eduardo Verástegui (productor) y Jim Caviezel (protagonista) ya ha superado en recaudación al blockbuster de Tom Cruise. Se mantiene en el podio, ahora tercera, pero tras el estreno de dos bombazos que han entrado en distribución econ impresionantes campañas de publicidad y casi el doble de salas: Barbie y Oppenheimer.
El tráiler de Sound of Freedom. Se estrena en México y el resto de la América de habla española a partir de finales de agosto.
Sospechosa coincidencia
Y ello, pese al uniforme boicot de los medios sistémicos, que intentan desacreditar el film con argumentos que parecen salidos de un argumentario común, en el que hay que mezclar como sea dos conceptos: 'conspiracionista' y 'QAnon', la misteriosa red que denuncia las maquinaciones del Deep State o Estado Profundo contra los políticos que no son dóciles al establishment globalista, y término en el que éste encasilla a sus críticos.
Las críticas de CNN, The Guardian, The Washington Post, Rolling Stone (que llegaba al insulto definiéndola como "una película de superhéroes para papás con gusanos cerebrales"), Yahoo Entertainment, Bloomberg, etc., todas ellas incluían ambos términos en sus titulares y/o entradillas, a pesar de que la idea de Sound of Freedom es anterior a las primeras expresiones de QAnon.
"Tan pronto como fue estrenada, los medios sistémicos parecieron sufrir un ataque de histeria y, sorprendentemente, empezaron a intentar vincular la película con una teoría de la conspiración", explica Roman Balmakov en el conservador The Epoch Times.
¿Por qué tan pronto?
En algún caso hay coincidencias asombrosas, como que quien fuese elegido por Bloomberg para hacer la reseña de la película fuese Noah Berlatsky, quien considera que los pedófilos son "un grupo estigmatizado" y fue director de comunicaciones de la Fundación Prostasia, que blanquea a los que denomina MAP (Minor Attracted Person, en inglés 'persona atraída por menores') y promueve sus intereses.
En general, sin embargo, las causas parecen más bien ideológicas. En efecto, Sound of Freedom está consiguiendo lo que se proponía, a saber, concienciar al mundo de la realidad del mercado de niños para explotación sexual. La actriz Mira Sorvino, que hace de la mujer de Tim Ballard (el héroe real de los rescates, a quien encarna Caviezel), ha destacado en alguna entrevista las consecuencias de la alta calidad de la película: "Es arte puro, magníficamente hecha, magníficamente interpretada, magníficamente fotografiada... toda la película es arte puro". Y eso "te mete en la historia y te inspira para involucrarte, para pasar de una genérica y pasiva 'concienciación' a un auténtico compromiso".
Al asalto de la inocencia infantil
Sound of Freedom está actuando -y también lo han expresado así Verástegui o Caviezel- como una llamada de alerta a los padres para que estén pendientes de sus hijos. ¿Solo de que no los secuestren? No, no solo van por ahí los tiros. Sobre todo, de que no sean víctimas de confusiones que faciliten la labor de los pederastas.
Y esto, en Estados Unidos, ha sido un tema de actualidad candente durante todo el año pasado, cuando en los consejos escolares ha habido una cascada de intervenciones de padres, algunas de ellas viralizadas (como el padre vestido de "Julio César") pidiendo a las autoridades académicas que dejen de corromper a los menores con ideología de género, adoctrinamiento woke y propaganda trans.
Esa exhortación a los padres a que estén atentos a cuanto pueda convertir a sus hijos en objetivo inquieta a un movimiento que pretende:
-rebajar la edad de las relaciones sexuales 'consentidas' con adultos;
Las declaraciones de la todavía ministra de Igualdad, Irene Montero, el 21 de septiembre de 2022, afirmando que los niños tienen derecho "conocer que pueden tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento".
-hacer obligatorio el adoctrinamiento sexual, incluso práctico, a niños de educación primaria temprana;
-confundir a los niños sobre su identidad sexual mediante la ideología de género y los grupos de presión trans, convirtiéndoles en ratas de laboratorio para tratamientos hormonales y mutilaciones genitales.
La opinión de Tim Ballard
En una reciente entrevista en el canal cristiano CBN, Tim Ballard coincide con esta perspectiva: "Vivimos una época que olvida a los niños. La gente presume de lo contrario, pero los niños son ahora extremadamente vulnerables. Los profesores en las escuelas públicas están intentando darles lo que realmente no es sino pornografía [se está refiriendo a los programas de educación sexual que les enseñan, por ejemplo, a masturbarse o a 'reconocer' el cuerpo del sexo contrario], se está intentando que los niños tengan edad para 'consentir'...".
"Es espantoso", añade: "¿Crees que un niño de 13 años puede 'consentir'? ¡Es terrorífico! Ya veo a los pedófilos salivar con todas estas políticas. Quieren a los niños sexualizados, quieren que los niños tengan capacidad para 'consentir' a cosas monstruosas. Porque ¿cuál es la próxima monstruosidad? No creo que sea mucho más monstruosa que el hecho de que un niño pueda 'consentir' a tener relaciones sexuales con una persona de 50 años, o pueda 'consentir' en mutilarse los genitales".
No se trata solo del secuestro de niños para su explotación sexual, pues. Hay más agresiones. "¡Los niños están siendo atacados!", exclama Tim. Y la gente, añade, empieza a ser consciente de ello, de que el gobierno de Estados Unidos no controla una frontera que alimenta a la mayor industria mundial de la pedofilia; de que es la nación que más material de explotación infantil consume... "Los niños están siendo atacados de muchas formas", insiste Ballard: "La gente lo ve así" y reacciona cuando de repente "aparece una película y expone lo que malos tipos le hacen a los niños".
Según Ballard, los medios que atacan Sound of Freedom "mienten sobre ella y saben que están mintiendo": "Cualquiera que vea la película sabe que no hay en ella nada de QAnon, como dicen la CNN o Rolling Stone u otros. Es curioso, pero cuando en 2014 hicimos el rescate, todos esos medios informaron sobre él encantados, aplaudieron nuestros esfuerzos: The Guardian, la MSNBC, la CBS, la CNN... ¡Estuve en muchos de ellos! Y de repente, diez años después, dicen que todo eso no es verdad... ¡No, la historia no ha cambiado, sois vosotros los que habéis cambiado!"
¿Y cuál es el cambio? "Vosotros", continúa Ballard dirigiéndose a los medios sistémicos "os habéis involucrado en esta cultura sin Dios, woke, donde los niños pueden convertirse en objetivo en nombre de su liberación. Y como la gente está harta de que los medios sistémicos mientan sobre la película, van a verla. He visto podcasts de personas que fueron a verla pensando que trataba sobre QAnon, y cuando ven que va de niños rescatados, enfurecen y entonces hablan..."
Es esa campaña boca a oído la que ha llevado a Sound of Freedom a superar la recaudación de Misión Imposible exhibiéndose en un 25% menos de salas. Un éxito demasiado doloroso para el establishment ideológico oficial, pero que, según los deseos de sus creadores, salvará vidas de niños con rostro y con nombre.