A lo largo de este 2021, la Iglesia universal y los propios católicos de Corea celebran los 200 años del nacimiento de su primer sacerdote nativo, san Andrés Kim Taegon.
Para celebrarlo, anuncia The Korea Times, muchos esperan con expectación el próximo estreno del biopic sobre el mártir beatificado en 1925 junto a su padre y que, como ha informado su director Park Heung-sik, comenzará a rodarse a finales de este mes.
Kim nació en 1821 durante la dinastía Joseon en Dangjin, a unos 120 kilómetros al sur de Seúl.
Nacido en una dinastía salvajemente anticatólica
Fue educado en una devota familia católica que, como tantas otros de su localidad, conoció el mensaje del cristianismo a través de la literatura china de forma clandestina, bajo una estricta persecución por parte de la dinastía de Joseon (antigua Corea, entre el 1392 y 1910).
A los 15 años, Kim decidió viajar a pie un seminario en Macao (China). Más adelante fue ordenado sacerdote en la catedral de Shangai en 1845, siendo totalmente indiferente a unas represalias contra el cristianismo que llegarían más pronto que tarde.
Estaba regresando a su hogar cuando le pidieron ayuda para arreglar la entrada de los misioneros cristianos a Corea por zonas carentes de vigilancia de vigilantes y patrullas.
El padre de San Andrés había convertido el hogar en una auténtica Iglesia doméstica, lo que también pagó con su vida. En cuatro generaciones, once miembros de su familia derramaron su sangre por Jesucristo y varios han sido ya beatificados o canonizados.
El joven Andrés tenía 25 años cuando mandaron arrestarle, torturarle y definitivamente decapitarlo en el rio Hahn.
Tuvieron que transcurrir más de cien años para que un Papa, Juan Pablo II, visitase el santuario de Taegon en 1984 y lo canonizase junto con otros 102 mártires, la mayoría de ellos laicos.
Estatua de san Andrés Kim Taegon, en el patio de la catedral de Myeongdong, Corea del Sur.
El primero de una Iglesia única en el mundo
“La Iglesia coreana es única porque fue fundada completamente por laicos”, destacó el Papa polaco tras la ceremonia.
“Esta Iglesia incipiente, tan joven y sin embargo tan fuerte en la fe, soportó una ola tras otra de feroz persecución y en menos de un siglo podía gloriarse de tener 10,000 mártires. La muerte de estos mártires fue la levadura de la Iglesia y llevó al espléndido florecimiento actual de la Iglesia coreana”, añadió.
La película, de la que ya se conoce el título en inglés (Birth), será protagonizada por el actor Yoon Si-yoon interpretando al primer sacerdote católico de Corea y contará con la presencia de otros renombrados actores coreanos como Ahn Sung-ki, Lee Moon-sik, Shin Jung-geun y Nam Da-reum.
Yoon Si-yoon dará vida al primer sacerdote coreano Kim Taegon, mártir y santo, en la gran pantalla.
Mártir... y no solo: santo, aventurero y escritor
“Quiero contarle a la gente los extraordinarios logros de Kim, no solo como mártir católico, sino como aventurero que vagó por el mar y la tierra durante una era turbulenta”, afirma el director de la película, Park Heung-sik.
La película, explica el director, recorrerá la corta vida del joven sacerdote, centrándose en el período transcurrido entre sus estudios en Macao y su martirio como sacerdote con 25 años.
Otro de sus objetivos con la cinta será ofrecer una visión mesurada de un personaje “que apenas llama la atención fuera de la Iglesia católica por ser una figura religiosa”, olvidando en muchas ocasiones su amplio bagaje cultural y aventurero.
“Kim fue uno de los primeros coreanos que aceptó la cultura occidental a través de los idiomas, la educación y la religión”, destaca el director.
“Quiero ayudar a encontrar el lugar adecuado para el padre Kim Taegon en la historia de Corea ofreciendo una perspectiva emocionante, junto con situaciones espectaculares de la época”, cómo abrió la era moderna de Joseon o su fallecimiento como pionero y aventurero.
Un sacerdote de la línea familiar de san Andrés Kim Taegon habla sobre el mártir coreano y la carga y orgullo que supone ser familiar suyo.