Como hemos recordado tras su fallecimiento en la víspera de la Inmaculada, Pedro Trevijano, un sacerdote "valiente e inactual", volcó toda su extraordinaria formación como moralista en dos ámbitos muy vinculados a la juventud: el confesionario y las clases que ofrecía en los institutos públicos de su Rioja natal.
Su muerte le sorprendió preparando junto a Religión en Libertad un obsequio para sus lectores: la edición, con descarta gratuita del PDF, de su libro Pensar a los quince.
Sin más ánimo que la evangelización, ya en meses pasados había hecho lo mismo con otra de sus obras, Lo que un católico debe saber sobre la ideología de género (a la cual calificaba como "la moral del diablo", porque es la inversa de la ley de Dios), y no solo en español, sino también en inglés.
Pensar a los quince es una obra dirigida directamente al público de esa edad, escrito en segunda persona del plural, tal como durante tantos años él habló a sus alumnos de Religión y también de las cuestiones morales y existenciales que aborda el texto. Pero, obviamente, su utilidad va más allá de los interesados: los padres, profesores y educadores, lo que incluye sacerdotes y religiosos, encontrarán en este libro directrices prácticas muy interesantes para guiar a los adolescentes.
"La mejor recomendación que te puedo hacer", le dice Álex Rosal, director de ReL y editor de la obra, al lector en el prólogo, "es que leas Pensar a los quince, escrito por un verdadero sabio... Si en mi adolescencia hubiera tenido la posibilidad de conocer estas 'pautas para comenzar a ser feliz', te aseguro que muchos trastazos, bofetones, tonterías y palos me hubiera evitado. Créeme. Este libro, escrito desde la experiencia de muchos años, te puede ayudar a entenderte un poco mejor y a caminar por esa senda que te conducirá a la felicidad. Ánimo, adelante con Pensar a los quince, tu adolescencia será más gratificante".
Tras el prólogo, el libro está estructurado en seis partes, divididas todas ellas en capítulos breves, que facilitan una lectura ágil y amena. Estas partes son, tras una Introducción, Tu familia, Tu sexualidad, Tu sexualidad y los demás, Tu mundo y cultura, Tu pareja y Tu fe.
En las palabras de despedida, Trevijano da unas emocionantes palabras de ánimo: "Quiero recordarte que el ser humano, y por tanto cada uno de nosotros, vale la pena, pues todos somos hijos de un Dios al que llamamos Padre y que nos ama infinitamente".
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