Maduro, aislado y desesperado, pide ayuda al Papa: «Yo estoy al servicio de la causa de Cristo»
En un momento en el que Nicolás Maduro se siente acorralado ante el masivo reconocimiento internacional de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela que se está produciendo, el líder chavista intenta ahora de manera desesperada que el Papa Francisco le ayude en favor de un diálogo que él ha denegado durante años.
Esto es al menos lo que ha asegurado el propio Maduro en declaraciones al canal de televisión Sky24, donde afirma: "He enviado una carta al Papa Francisco, espero que esté llegando o que ya esté en Roma, en el Vaticano, diciendo que yo estoy al servicio de la causa de Cristo. Y con este espíritu le he pedido ayuda en un proceso de facilitación y de reforzamiento del diálogo”.
"Esperamos una respuesta positiva", añadió Maduro, que no es la primera vez que solicita la mediación del papa en la crisis política que vive su país, donde la población ha dicho basta a las constantes irregularidades democráticas, represión y corrupción del régimen chavista.
El sufrimiento del Papa por Venezuela
Durante la rueda de prensa que concedió en el avión de regreso de la JMJ de Panamá, el Papa ya habló de la crítica situación de Venezuela afirmando que apoyaba y rezaba por "todo el pueblo venezolano porque es un pueblo que está sufriendo. Incluso los que están de una parte y de otra. Todo el pueblo sufre. Y si yo entrara a decir ‘háganle caso a estos países, háganle caso a estos otros que dicen esto’, me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño”.
Francisco confesó en la rueda de prensa que sufre “por lo que está pasando en Venezuela en este momento. Y por eso deseo que se pongan de acuerdo, no sé, tampoco decir ponerse de acuerdo está bien. Una solución justa y pacífica. ¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre. Y ahí también pido grandeza para ayudar a los que puedan ayudar a resolver el problema”.
Los obispos están del lado del pueblo que sale a la calle
Por su parte, los obispos venezolanos se han mostrado favorables al cambio en Venezuela y han apoyado en varias ocasiones las marchas a favor de la salida de Maduro. Precisamente, los propios obispos han sido víctimas de los ataques del propio régimen durante los últimos meses.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, José Luis Azuaje, afirmaba este pasado 1 de febrero que “nosotros no marchamos por un gobierno, nosotros marchamos para acompañar al pueblo venezolano. Aquí es el pueblo venezolano el que decide, y cuando en nuestros presbiterios se tomó la decisión, porque aquí en cada pueblo los sacerdotes son pastores de comunidades locales muy concretas y ellos mismos nos decían: “Queremos acompañar a nuestro pueblo”, sin contenidos políticos, sino en la búsqueda de los valores que aquí no hay, que son el valor de la libertad, el valor de la reconciliación, de caminar todos juntos, sin pleitos; también el valor de la paz, porque fueron marchas pacíficas que, lamentablemente, al caer la tarde los organismos de seguridad las transformaron en represión a grupos que ya habían dejado de marchar y que iban tranquilamente a sus casas. Nosotros vamos a seguir acompañándoles, porque son personas que quieren la paz, quieren la concordia, pero también luchan por la liberación para un desarrollo humano integral y para que la dignidad humana vuelva nuevamente a nuestro país".
"Hubo voces que criticaron eso, pero la mayoría del pueblo venezolano, gracias a Dios, avaló y estimó positivo que acompañaran al pueblo, porque los sacerdotes no están para acompañar consignas políticas, sino que estamos para buscar que los valores de la democracia que están en nuestra Constitución, realmente sean los que estén presentes cada día en todas las comunidades”, agregó.