Para prevenir la droga entre los niños pobres de Tucumán, tres religiosas chilenas, fe y acción
Silenciosamente, hace dos años, tres religiosas chilenas comenzaron a caminar por los barrios más vulnerables de Tucumán (Argentina).
Se sorprendieron por la cantidad de niños y jóvenes atrapados por la droga y de chicas que quedan embarazadas sin haberlo buscado.
Alquilaron una casa en el barrio Municipal y abrieron un merendero en el barrio ATE, comenzaron a dar catequesis y ayuda espiritual a las familias.
Ahora ya tienen su casa propia: con fondos chilenos y con el aporte de la fundación Apoyar levantaron lo que será un centro de atención infantil y para las familias en el barrio.
Dar de merendar a los chicos
La madre María Claudia Belmal Hormazabal es chilena, como lo son las hermanas Francisca y Natalia, que viven con ella. “Antes caminábamos muchas cuadras para misionar en el barrio ATE, donde atendemos un merendero donde comen 35 chicos y a veces son 50, o para ir a la escuela Presidente Perón o a la capilla Nuestra Señora del Valle de la parroquia San Cayetano donde damos apoyo espiritual, escolar y catequesis”, cuenta sonriente y con tonada cantarina la madre María Claudia.
Las hermanas ya tienen su casa en el lugar de misión, en un predio que les concedió el Instituto de la Vivienda y Desarrollo Urbano. Con fondos de empresarios chilenos se construyeron la casa de las hermanas y la capilla, que está en plena obra.
En el medio de ambos edificios se levanta lo que será un centro de atención para niños en riesgo social “Madre de la misericordia”. El 50% de los fondos fueron donados por la fundación Apoyar (de empresarios tucumanos) y el otro 50% por la organización Adveniat.
Proteger a los niños de la droga y el alcoholismo
“La congregación Oratorio Mariano ‘Madre del Pueblo de Dios’ (www.oratoriomariano.cl) es un movimiento de laicos que también tiene una parte religiosa y sacerdotal. Desde 2009 trabajamos en Tucumán y hace dos años llegaron las religiosas. Queremos poner nuestro grano de arena a favor de estos niños que están expuestos a la droga, al alcoholismo y a la prostitución infantil. El primer lugar al que llegamos fue Monteros. Tucumán es muy religioso y nos ha recibido muy bien”, agradece el padre Martín Donetch, asesor de la obra para la Argentina.
La obra está al servicio de las comunidades más vulnerables a través de la educación. Cuenta que si bien en todos los países se ve mucha marginalidad, hay realidades que cambian según las regiones. “Aquí la problemática de la droga es muy fuerte. En Chile también la encontramos, pero quizás hay más progreso económico y más pobreza espiritual”.
“Llegamos a Tucumán gracias a la invitación que le hicieron al padre Martín de acompañar la novena de la Virgen de La Merced. A partir de ahí se fueron abriendo las puertas, para que el padre pudiera empezar con los grupos laicos de espiritualidad. Luego llegamos las hermanas. Somos tres religiosas pero Dios nos da la gracia de poder multiplicarnos”, ríe la madre Claudia.
La fundación Apoyar lleva más de 50 obras realizadas desde su fundación en 2001. Está presidida por Oscar Castillo, e integrada por los empresarios José Ortega, Juan Carlos Aranda, Álvaro Bulacio y Guadalupe Bulacio, quienes proveen de los fondos. La próxima obra será la entrega en comodato de una casa en Buenos Aires al 1.200, para uso de la Pastoral de las Adicciones del Arzobispado.
Oratorio Mariano, fundado en 1971 en Chile
El Oratorio Mariano “Madre del Pueblo de Dios” fue fundado por el sacerdote chileno Sergio Mena González, en 29 de junio de 1971.
La obra cuenta con cuatro asociaciones de fieles erigidas:
- clerical de sacerdotes y religiosos,
- de Hermanas Apostólicas,
- de Hermanas Misioneras
- y la Asociación Femenina Secular (para señoras o señoritas).
“La fundación nace de Chile y llega a la Argentina en 1994, para instalarse en Córdoba, y después a distintos lugares de Argentina como Tucumán (Monteros), La Rioja, San Luis y recientemente, Catamarca”, explica el padre Martín Donetch, asesor del movimiento en la Argentina. El carisma del movimiento es “ayudar a los demás, especialmente a los niños y jóvenes, por medio de la educación, a fortalecer su fe, y a colaborar con las comunidades en sus problemáticas sociales”, afirma el sacerdote. Los religiosos y laicos están presentes en varios países como Chile Argentina, Brasil, Colombia y México. Su trabajo consiste en formar, educar y evangelizar. El movimiento ha creado escuela, centros de asistencia a la salud, casas de ejercicios espirituales y otras obras.
(Publicado originariamente en LaGaceta.com.ar)
Se sorprendieron por la cantidad de niños y jóvenes atrapados por la droga y de chicas que quedan embarazadas sin haberlo buscado.
Alquilaron una casa en el barrio Municipal y abrieron un merendero en el barrio ATE, comenzaron a dar catequesis y ayuda espiritual a las familias.
Ahora ya tienen su casa propia: con fondos chilenos y con el aporte de la fundación Apoyar levantaron lo que será un centro de atención infantil y para las familias en el barrio.
Dar de merendar a los chicos
La madre María Claudia Belmal Hormazabal es chilena, como lo son las hermanas Francisca y Natalia, que viven con ella. “Antes caminábamos muchas cuadras para misionar en el barrio ATE, donde atendemos un merendero donde comen 35 chicos y a veces son 50, o para ir a la escuela Presidente Perón o a la capilla Nuestra Señora del Valle de la parroquia San Cayetano donde damos apoyo espiritual, escolar y catequesis”, cuenta sonriente y con tonada cantarina la madre María Claudia.
Las hermanas ya tienen su casa en el lugar de misión, en un predio que les concedió el Instituto de la Vivienda y Desarrollo Urbano. Con fondos de empresarios chilenos se construyeron la casa de las hermanas y la capilla, que está en plena obra.
En el medio de ambos edificios se levanta lo que será un centro de atención para niños en riesgo social “Madre de la misericordia”. El 50% de los fondos fueron donados por la fundación Apoyar (de empresarios tucumanos) y el otro 50% por la organización Adveniat.
Proteger a los niños de la droga y el alcoholismo
“La congregación Oratorio Mariano ‘Madre del Pueblo de Dios’ (www.oratoriomariano.cl) es un movimiento de laicos que también tiene una parte religiosa y sacerdotal. Desde 2009 trabajamos en Tucumán y hace dos años llegaron las religiosas. Queremos poner nuestro grano de arena a favor de estos niños que están expuestos a la droga, al alcoholismo y a la prostitución infantil. El primer lugar al que llegamos fue Monteros. Tucumán es muy religioso y nos ha recibido muy bien”, agradece el padre Martín Donetch, asesor de la obra para la Argentina.
La obra está al servicio de las comunidades más vulnerables a través de la educación. Cuenta que si bien en todos los países se ve mucha marginalidad, hay realidades que cambian según las regiones. “Aquí la problemática de la droga es muy fuerte. En Chile también la encontramos, pero quizás hay más progreso económico y más pobreza espiritual”.
“Llegamos a Tucumán gracias a la invitación que le hicieron al padre Martín de acompañar la novena de la Virgen de La Merced. A partir de ahí se fueron abriendo las puertas, para que el padre pudiera empezar con los grupos laicos de espiritualidad. Luego llegamos las hermanas. Somos tres religiosas pero Dios nos da la gracia de poder multiplicarnos”, ríe la madre Claudia.
La fundación Apoyar lleva más de 50 obras realizadas desde su fundación en 2001. Está presidida por Oscar Castillo, e integrada por los empresarios José Ortega, Juan Carlos Aranda, Álvaro Bulacio y Guadalupe Bulacio, quienes proveen de los fondos. La próxima obra será la entrega en comodato de una casa en Buenos Aires al 1.200, para uso de la Pastoral de las Adicciones del Arzobispado.
Oratorio Mariano, fundado en 1971 en Chile
El Oratorio Mariano “Madre del Pueblo de Dios” fue fundado por el sacerdote chileno Sergio Mena González, en 29 de junio de 1971.
La obra cuenta con cuatro asociaciones de fieles erigidas:
- clerical de sacerdotes y religiosos,
- de Hermanas Apostólicas,
- de Hermanas Misioneras
- y la Asociación Femenina Secular (para señoras o señoritas).
“La fundación nace de Chile y llega a la Argentina en 1994, para instalarse en Córdoba, y después a distintos lugares de Argentina como Tucumán (Monteros), La Rioja, San Luis y recientemente, Catamarca”, explica el padre Martín Donetch, asesor del movimiento en la Argentina. El carisma del movimiento es “ayudar a los demás, especialmente a los niños y jóvenes, por medio de la educación, a fortalecer su fe, y a colaborar con las comunidades en sus problemáticas sociales”, afirma el sacerdote. Los religiosos y laicos están presentes en varios países como Chile Argentina, Brasil, Colombia y México. Su trabajo consiste en formar, educar y evangelizar. El movimiento ha creado escuela, centros de asistencia a la salud, casas de ejercicios espirituales y otras obras.
(Publicado originariamente en LaGaceta.com.ar)
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