El cardenal Brenes, desde Managua: «Predicaremos el amor, no dejemos que el demonio siembre odio»
El arzobispo de Managua (Nicaragua), cardenal Leopoldo Brenes, ha denunciado las agresiones perpetradas este fin de semana por grupos afines al gobierno de Daniel Ortega contra la iglesia de Nuestra Señora de la Merced en Granada, el sábado, y la de San Miguel de Masaya el domingo, en ambos casos durante la celebración de una misa. (ReL lo detalló aquí).
Preguntado el domingo sobre estos incidentes por los periodistas, el cardenal Brenes lamentó haber recibido “noticias de algunas parroquias donde mientras están en la celebración de la Eucaristía hayan algunas personas que lleguen con altoparlantes. Eso es triste”.
Citando a un laicista de renombre, Benito Juárez, el político que implantó el laicismo radical como política oficial del Estado mexicano, el cardenal pidió “respeto al derecho ajeno”. Y añadió: “Creo que las personas que están celebrando la Eucaristía merecen todo el respeto”.
Por ello, invitó “a que nos respetemos entre nosotros porque así vamos a ir construyendo esa cultura de paz y no una cultura de violencia”.
Ante las pintadas e insultos, "orar por los que nos ofenden"
También comentó las pintadas agresivas contra él y otros clérigos en los muros de la Catedral de Managua: pidió “orar por las personas que nos ofenden, ese es el mandato del Señor. Orar por aquellos que nos calumnian, por aquellos que nos difaman y luego tener la tranquilidad en el corazón”.
“Yo creo que el presbiterio de la arquidiócesis, los obispos de la Conferencia Episcopal no guardamos odio en nuestro corazón. Siempre vamos a predicar el amor e invitamos a todos los nicaragüenses, hombres y mujeres de buena voluntad, a que no dejemos que el demonio siembre odio en nuestro corazón sino que nos dispongamos a recibir el Espíritu Santo que da siempre frutos de amor”, expresó.
Aumenta la presión contra la Iglesia
Los partidarios del gobierno sandinista de Daniel Ortega han aumentado su agresividad contra la Iglesia y los obispos, que durante muchos meses intentaron oficiar como emdiadores entre el Gobierno y los sectores de la oposición y manifestantes y después se han mostrado muy críticos con el Gobierno a medida que la represión policial causaba más y más muertos, a partir del mes de abril.
La violencia política en Nicaragua desde abril ha causado más de 400 muertos, según organismos de derechos humanos locales y extranjeros, mientras que el Gobierno sandinista solo reconoce 198 fallecidos.
La oficina del Acnudh (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos) ha responsabilizado al Gobierno de "más de 300 muertos", así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.