Cáritas Ecuador pide carpas y botes inflables: también en el Amazonas se sintió el terremoto
El presidente de Cáritas Ecuador, el obispo Walter Heras (www.caritasecuador.org), ha lanzado una petición de ayuda a todas las Cáritas de la red internacional para apoyar los actuales esfuerzos de socorro a los damnificados que se llevan a cabo en las zonas siniestradas por el fuerte terremoto de 7,8 magnitud que sacudió la zona costera del norte del país el sábado pasado.
Ayer mismo, Cáritas Española respondía a ese llamamiento poniendo a disposición de Cáritas Ecuador una partida de 100.000 euros procedentes de sus fondos de emergencia.
"Nuestra mayor preocupación inmediata es rescatar a las víctimas, ha señalado monseñor Heras, que explica cómo "el momento en que ocurrió el terremoto fue cuando la mayoría de las personas estaba en casa. Hay mucha gente atrapada, que está a la espera de ser rescatada”. “Estamos también preocupados por conocer cuál es la situación en las áreas más remotas, a la que está siendo muy difícil acceder", añade.
"En los lugares más afectados estamos viendo personas que han evacuado sus hogares y están durmiendo en las calles", explica Daniela Andrade, coordinadora de Comunicación de la Cáritas Ecuatoriana. "Los afectados necesitan carpas y botes inflables, ya que a algunas de las zonas siniestradas no se puede llegar debido a que las carreteras están destruidas". Asimismo, asegurar las condiciones de higiene y los sistemas de saneamiento son otras de las máximas prioridades identificadas por Cáritas de cara a las próximas semanas.
"Como Iglesia, estamos acompañando a los afectados", afirma monseñor Heras. "Nos alienta que todas nuestras organizaciones hermanas se sumen a nuestros esfuerzos para auxiliar a todas estas personas que han perdido sus negocios y sus hogares, que lo han perdido todo. Y Cáritas puede ayudar a llenar este vacío que el terremoto ha causado en estas personas".
Cáritas Ecuador elogia la reacción de unión y solidaridad del pueblo ecuatoriano en estos momentos de profundo dolor y duelo, que se hace patente en la organización de numerosas brigadas de rescate, puntos de recolección de ayuda y alimentos no perecederos, de medicinas y ropa, que ya está llegando a los sitios afectados.
El terremoto, desde el Amazonas
Rafael Cob García, misionero español y obispo del Vicariato Apostólico de Puyo (www.vicariatopuyo.org), en la Amazonía peruana, cuenta cómo están viviendo en el país la situación:
»Apenas unos minutos por llegar las 7 de la noche del sábado, vimos en nuestra Iglesia, en la que estábamos celebrando la eucaristía, que la cruz pendida de lo alto se movía, las rosas de los floreros, la silla donde estaba sentado, todo se movía. Se proclamaba la palabra de Dios, la palabra en nuestro pensamiento era querer gritar temblor, temblor, se prolongó por infinitos segundos que no terminaban, formando más de un minuto y volvió la calma, la serenidad nos permitió evitar una estampida de la gente que festejaba a su patrón S. Vicente en la Torqui.
»Cuando salimos de la misa enseguida empezaron los contactos para averiguar el origen del temblor. Las noticias decían que en la escala había marcado 7.8 cuyo epicentro estaba en la provincia de Manabí, por lo cual se previa una gran tragedia, como así ha sido. Al amanecer del domingo, se ha ido generando una estadística de fallecidos y heridos que aumenta por momentos. En la mañana colocábamos los letreros de solidaridad a las puertas de nuestra catedral para concienciar a la gente.
»Desde el mundo entero desde el Papa Francisco, hasta los países amigos llegaban los mensajes de condolencia y ayuda solidaria para con Ecuador. Elevábamos oraciones y celebrábamos las misas por los fallecidos y por los afectados, e invitábamos a ser solidarios para enviar nuestro aporte hasta la orilla del Pacífico, donde sigue la herida abierta del dolor y el sufrimiento.
Hoy pedimos a todos que mantenga su alerta con la oración al Padre misericordioso.
»La técnica humana no ha llegado a poder tener la seguridad que la tragedia llega, siempre nos encuentra desprevenidos en el momento casi siempre que no esperamos, nos sorprende, y evitarla es imposible .No sabemos juzgar los signos de los tiempos nos diría Jesús, y es verdad, ¿somos torpes? No se trata de pedir explicaciones ni a Dios ni a la naturaleza. ¿Por qué se portó así? En el misterio del silencio y de la soledad, en el dolor y la esperanza, podemos aprender lecciones de sabiduría para nuestra vida y, sobre todo, las circunstancias y el tiempo, para sensibilizar y sintonizar nuestro corazón, con el amor al prójimo necesitado.
»Nos volvemos los samaritanos de los dolientes y caídos en el camino, o aplastados entre los escombros, no le vamos a preguntar: ¿qué te ha pasado?, ni, ¿qué hiciste? Más bien ante las lágrimas y el sollozo de un corazón dolorido, vendaremos sus heridas y le tomaremos en nuestros brazos para llevarle al hospital, o simplemente escucharle y darle la energía necesaria para vivir. No es momento de juzgar sino de amar. Jesús nos descubrió dónde está nuestro prójimo para amar y hacia dónde debemos caminar como buen pastor, para llegar al aprisco seguro donde habrá alimento y pasto generoso para saciar nuestra hambre y nuestra sed de eternidad. Caridad es la respuesta”.
Manos Unidas en Ecuador
Manos Unidas (www.manosunidas.org), la ONG de ayuda al desarrollo de la Iglesia española, recuerda que se ha decretado estado de emergencia en 6 provincias de la costa (las zonas más afectadas están entre Pedernales y Muisne) y en todo el país desde ayer domingo se están haciendo campañas de solidaridad. En Riobamba (situado al Sur de Quito), está Carlos Vicente Alconcé, cooperante expatriado de Manos Unidas, coordinador del Convenio con AECID: allí hay varios puntos para recolectar alimentos no perecederos y agua principalmente, para ser enviados a las zonas afectadas.
Manos Unidas, y las demás organizaciones que trabajan en el país han sido contactadas por la Cooperación Española para coordinar la respuesta de emergencia de las ONGD que intervienen en la zona afectada. Si bien el Convenio que Manos Unidas desarrolla con la AECID Ecuador no se encuentra en esa zona, Manos Unidas realiza actualmente otros 15 proyectos de desarrollo en Ecuador y el 20% se están ejecutando en esa zona costera.
"Nuestros socios locales en la costa ecuatoriana y que han sido afectados por el terremoto, ya han sido contactados por nosotros y se está actualmente recabando información para evaluar la situación actual e identificar necesidades. En base a la información que se reciba, se valorará emprender acciones de emergencia o post emergencia. De todo ello seguiremos informando en las próximas horas", explica la ONG española.
[Para apoyar con donativos desde España, aquí]
Ayer mismo, Cáritas Española respondía a ese llamamiento poniendo a disposición de Cáritas Ecuador una partida de 100.000 euros procedentes de sus fondos de emergencia.
"Nuestra mayor preocupación inmediata es rescatar a las víctimas, ha señalado monseñor Heras, que explica cómo "el momento en que ocurrió el terremoto fue cuando la mayoría de las personas estaba en casa. Hay mucha gente atrapada, que está a la espera de ser rescatada”. “Estamos también preocupados por conocer cuál es la situación en las áreas más remotas, a la que está siendo muy difícil acceder", añade.
"En los lugares más afectados estamos viendo personas que han evacuado sus hogares y están durmiendo en las calles", explica Daniela Andrade, coordinadora de Comunicación de la Cáritas Ecuatoriana. "Los afectados necesitan carpas y botes inflables, ya que a algunas de las zonas siniestradas no se puede llegar debido a que las carreteras están destruidas". Asimismo, asegurar las condiciones de higiene y los sistemas de saneamiento son otras de las máximas prioridades identificadas por Cáritas de cara a las próximas semanas.
"Como Iglesia, estamos acompañando a los afectados", afirma monseñor Heras. "Nos alienta que todas nuestras organizaciones hermanas se sumen a nuestros esfuerzos para auxiliar a todas estas personas que han perdido sus negocios y sus hogares, que lo han perdido todo. Y Cáritas puede ayudar a llenar este vacío que el terremoto ha causado en estas personas".
Cáritas Ecuador elogia la reacción de unión y solidaridad del pueblo ecuatoriano en estos momentos de profundo dolor y duelo, que se hace patente en la organización de numerosas brigadas de rescate, puntos de recolección de ayuda y alimentos no perecederos, de medicinas y ropa, que ya está llegando a los sitios afectados.
El terremoto, desde el Amazonas
Rafael Cob García, misionero español y obispo del Vicariato Apostólico de Puyo (www.vicariatopuyo.org), en la Amazonía peruana, cuenta cómo están viviendo en el país la situación:
»Apenas unos minutos por llegar las 7 de la noche del sábado, vimos en nuestra Iglesia, en la que estábamos celebrando la eucaristía, que la cruz pendida de lo alto se movía, las rosas de los floreros, la silla donde estaba sentado, todo se movía. Se proclamaba la palabra de Dios, la palabra en nuestro pensamiento era querer gritar temblor, temblor, se prolongó por infinitos segundos que no terminaban, formando más de un minuto y volvió la calma, la serenidad nos permitió evitar una estampida de la gente que festejaba a su patrón S. Vicente en la Torqui.
»Cuando salimos de la misa enseguida empezaron los contactos para averiguar el origen del temblor. Las noticias decían que en la escala había marcado 7.8 cuyo epicentro estaba en la provincia de Manabí, por lo cual se previa una gran tragedia, como así ha sido. Al amanecer del domingo, se ha ido generando una estadística de fallecidos y heridos que aumenta por momentos. En la mañana colocábamos los letreros de solidaridad a las puertas de nuestra catedral para concienciar a la gente.
»Desde el mundo entero desde el Papa Francisco, hasta los países amigos llegaban los mensajes de condolencia y ayuda solidaria para con Ecuador. Elevábamos oraciones y celebrábamos las misas por los fallecidos y por los afectados, e invitábamos a ser solidarios para enviar nuestro aporte hasta la orilla del Pacífico, donde sigue la herida abierta del dolor y el sufrimiento.
Hoy pedimos a todos que mantenga su alerta con la oración al Padre misericordioso.
»La técnica humana no ha llegado a poder tener la seguridad que la tragedia llega, siempre nos encuentra desprevenidos en el momento casi siempre que no esperamos, nos sorprende, y evitarla es imposible .No sabemos juzgar los signos de los tiempos nos diría Jesús, y es verdad, ¿somos torpes? No se trata de pedir explicaciones ni a Dios ni a la naturaleza. ¿Por qué se portó así? En el misterio del silencio y de la soledad, en el dolor y la esperanza, podemos aprender lecciones de sabiduría para nuestra vida y, sobre todo, las circunstancias y el tiempo, para sensibilizar y sintonizar nuestro corazón, con el amor al prójimo necesitado.
»Nos volvemos los samaritanos de los dolientes y caídos en el camino, o aplastados entre los escombros, no le vamos a preguntar: ¿qué te ha pasado?, ni, ¿qué hiciste? Más bien ante las lágrimas y el sollozo de un corazón dolorido, vendaremos sus heridas y le tomaremos en nuestros brazos para llevarle al hospital, o simplemente escucharle y darle la energía necesaria para vivir. No es momento de juzgar sino de amar. Jesús nos descubrió dónde está nuestro prójimo para amar y hacia dónde debemos caminar como buen pastor, para llegar al aprisco seguro donde habrá alimento y pasto generoso para saciar nuestra hambre y nuestra sed de eternidad. Caridad es la respuesta”.
Manos Unidas en Ecuador
Manos Unidas (www.manosunidas.org), la ONG de ayuda al desarrollo de la Iglesia española, recuerda que se ha decretado estado de emergencia en 6 provincias de la costa (las zonas más afectadas están entre Pedernales y Muisne) y en todo el país desde ayer domingo se están haciendo campañas de solidaridad. En Riobamba (situado al Sur de Quito), está Carlos Vicente Alconcé, cooperante expatriado de Manos Unidas, coordinador del Convenio con AECID: allí hay varios puntos para recolectar alimentos no perecederos y agua principalmente, para ser enviados a las zonas afectadas.
Manos Unidas, y las demás organizaciones que trabajan en el país han sido contactadas por la Cooperación Española para coordinar la respuesta de emergencia de las ONGD que intervienen en la zona afectada. Si bien el Convenio que Manos Unidas desarrolla con la AECID Ecuador no se encuentra en esa zona, Manos Unidas realiza actualmente otros 15 proyectos de desarrollo en Ecuador y el 20% se están ejecutando en esa zona costera.
"Nuestros socios locales en la costa ecuatoriana y que han sido afectados por el terremoto, ya han sido contactados por nosotros y se está actualmente recabando información para evaluar la situación actual e identificar necesidades. En base a la información que se reciba, se valorará emprender acciones de emergencia o post emergencia. De todo ello seguiremos informando en las próximas horas", explica la ONG española.
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